Capítulo 8 - La Historia de Azimo -

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Habían logrado escapar de la ciudad sin ningún problema, obviamente fueron interceptados por varios ángeles, pero se notaba en su forma de pelear que ellos no ponían todo su esfuerzo para detenerlos, Ázimo lo sabía, porque los ángeles se esforzaron demasiado en arrancarles alguna prenda.

— ¡No debió alejarme de mis padres! —le estaba reprochando Lezenia— ¿Quién santos se cree para tomar decisiones por mí? —luego de eso se arrodilló y de sus ojos llovieron lágrimas acompañados de lamentos.

Ambos se encontraban de nuevo en el barco, el resto del Grupo se encontraba fuera de la vista de ellos dos, Azimo se levantó de su asiento para ponerse al lado de la chica y abrazarla.

— Sé que tienes miedo, tus padres así lo quisieron, pero te prometo que ellos estarán bien.

— ¿Cómo puede saber si estarán bien?

— Te lo prometo... el dolor nos vuelve ciegos, solo mantén la calma.

— ¿Qué sabe usted de dolor?

•••

En tiempos remotos, cuando Azimo desconocía a sus actuales estudiantes, él se encontraba entrenando a un joven chico demonio en amplias praderas verdes. Aquel chico que entrenaba incansablemente era Rebellhis Drako, por órdenes del reino puesto bajo la tutela de Azimo.

— ¿Qué tal lo hice? Kudsai —pregunto Rebellhis después de terminar una patada.

— Eso fue increíble —le respondió un Azimo más joven—, pronto serás un excelente Rey.

— Ya lo creo, y por fin podré terminar con la guerra.

Azimo sonrió... en otros tiempos, futuro a ese, el grupo de las "7 sombras" se enfrentaba a un Rebellhis más adulto, para entonces Azimo formaba parte del equipo. El maestro peleaba incansablemente contra su estudiante, a quien antes había criado como su hijo.

Un golpe que recibió hizo que retrocediera, se apoyó en el impulso del aire y aterrizó suavemente de nuevo en la tierra, detrás de él, un grupo de estudiantes que tenía.

— Gediron, Solia, Damer... fuera de aquí, es peligroso.

— Claro que no, viejo —le respondió Gediron— nosotros no somos cobardes.

Rebellhis había logrado liberarse de los ataques del resto de las 7 sombras y ahora se dirigía a Azimo a toda velocidad, como un meteoro, él desprendía fuego a su paso. La velocidad de Azimo no fue suficiente, en un abrir y cerrar de ojos quien fue su estudiante ahora atravesaba con sus manos el pecho de sus nuevos discípulos.

— ¡Noooooo! —grito el Kudsai enfurecido.

El que se salvó fue pateado por Azimo, y luego este último arremetió con toda su ira contra Rebellhis, varios golpes impactaron contra el demonio enloquecido, y después de muchos golpes comenzó a perder el aire. Azimo tenía planeado quitarle la vida lentamente.

Entonces le resto de su equipo llegó a detenerlo, lo tomó de los brazos y este protestó, al mismo tiempo que veía como dos de sus amigos tomaban al derogado ex alumno de los brazos para asegurarse de que no hiciera más daño.

— ¡Deben matarlo! — gritaba Azimo mientras se revolvía para liberarse — ¡mátenlo!

— Claro que no, Azimo —le Respondió Grey— no está en el espíritu pulsariano asesinar a alguien, será encarcelado y llevado a una prisión donde su Sunjeki no pueda funcionar.

Basto ese poco de distracción para que todo alrededor de Rebellhis explotara, arremetió contra sus compañeros, dejándolos inhabilitados para pelear, y entre el humo y la devastación observo a su maestro una vez más para decirle.

Escuadrón Infernal - La corona de fuego -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora