4. El secreto del ático.

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Pasaron los años y poco a poco pudimos sobrellevar los problemas que nos agobiaban. King y yo logramos llegar a un acuerdo con su padre y este nos brindó apoyo para que mi familia no se entrometiera en nuestros asuntos.

Comencé a quedarme más tiempo con ellos en la mansión, y cuando terminaron de remodelar, agregaron un cuarto para mí. Mis padres no objetaron ya que les complacía que el señor Vincent fuese mi mentor, y él se las arregló para convencerlos.

Ahora, la única preocupación del señor Vincent era inscribirnos en la universidad más lejana al pueblo para que nadie pudiera perturbar nuestra tranquilidad, no obstante, aun debía informarnos la razón de todas estas medidas de seguridad.

Curiosamente, cuando comencé a quedarme en la mansión, decidió hablar con nosotros al respecto.

Sucedió una tarde cuando regresamos de nuestra práctica de danza, el señor Vincent nos llamó para hablar, y nos sentamos en la sala, el ambiente se sintió tenso hasta que inició la conversación.

—Bueno, muchachos, hoy les voy a contar algo muy importante, y es referente al ático.

King y yo nos miramos sorprendidos.

—¡Ya era hora!—exclamó King, dando un brinco y poniéndose de pie.

Su padre arqueó una ceja, y le hizo señas para que se volviera a sentar. El chico se disculpó y, apenado, tomó asiento a mi lado.

— Cómo les decía, les voy a contar sobre el secreto del ático, porque creo que es necesario que lo sepan ahora más que nunca—suspiró—, no pensé que este día llegaría, pero ya estamos aquí... Entonces, empecemos por el principio. En el ático hay un montón de reliquias y libros repletos de registros e información de La Sagrada Orden de la Misericordia Divina y La Legión de Cazadores Oscuros, estos últimos, cazaban únicamente vampiros.

— Vaya... — exclamamos en unísono.

—No quería decirles nada, sobretodo a tí, Subaru, saber la verdad tan joven...supuse que sería demasiado para asimilar de una sola vez.

—¿Verdad? ¿De qué habla?— pregunté preocupado.

—Cuando te ví por primera vez, querido muchacho, tuve sospechas, y las confirmé cuando seguiste viniendo para acá junto a King... tú, hijo mío, eres un Sacrificio.

—¿Cómo?—replicó King confundido.

—Así como lo escuchaste, King, tu amigo es un Sacrificio. Sé que tienen muchas preguntas, por ello iré despacio y les contaré cada detalle para que puedan entender.

—De acuerdo— respondió King con seriedad.

—Hace un par de siglos, hice un trato con La Legión de Cazadores para que la guerra cesara, y junto con La Sagrada Orden de la Misericordia Divina se llevó a cabo un plan, que constaba en buscar una solución para que los vampiros no atacaran a los humanos, y pudieran saciar su sed de sangre, allí nacieron los "Sacrificios", personas genéticamente perfectas para ser compatibles con los vampiros, con un tipo de sangre especial, una excelente capacidad de regeneración, y también aptas para hacer un "Pacto de lealtad" con los vampiros.

— A ver, a ver, creo que ya estoy entendiendo, pero ¿Qué es eso del Pacto de lealtad y la sangre especial? — inquirí.

—El Pacto de lealtad es cuando ambos seres, humano y vampiro, deciden servirse mutuamente hasta que la muerte los separe, cuando esto pasa una de las cicatrices de mordida no se borra de la piel y se queda como un sello, lo que quiere decir ese humano le dará de su sangre a ese vampiro solamente, y este a su vez le brindará parte de su longevidad y juventud. Es como un hechizo muy poderoso. En cuanto a la sangre especial, es un tipo de sangre poco común con una fragancia bastante atrayente, esta contiene muchos nutrientes y puede ser donada a cualquier persona, quienes poseen este tipo de sangre rara vez se enferman y su proceso de envejecimiento es lento.

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⏰ Última actualización: Sep 13, 2023 ⏰

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