Liah

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Durante tanto tiempo entregué mi vida, mi tiempo, mi todo a un familia que no me dio nada, a una familia, que es tan peligrosa y engañosa como el veneno dulce y letal, que aunque sabes que te va a matar no puedes dejar de tomar. Así son los Dark, la definición de lo que era perfección, pronto el estrés de la vida, la exigencia de la sociedad fue abriendo grandes cráteres entre el matrimonio de Karl y su hermosa esposa Marlene, eran la perfección, la estructura a seguir para un buen matrimonio, pero esas grietas que surgieron tambalearon su vida.

Sus hijas... Las pequeñas Stephenie y Clarissa, dos chicas encantadoras, que las vi crecer, desde pequeñas eran hermosas y de adultas eran impresionantes. Clarissa siempre fue mi favorita, en ella había una fuerza inquebrantable, una ferocidad que es muy rara encontrar en el mundo, era una soñadora, tenía esperanzas, y siempre le gusta imaginar que todos teníamos un lado bueno. Un lado benigno que podía eclipsar nuestra maldad, vivía un mundo de fantasía con los libros que leía, se metía en sus páginas, vivía sus historias, era una devoradora de libros, tenía una percepción bastante desarrollada para un niño, sé que ahora que es adulta debe ser más grande, más aguda. Steph, era mas reservada, encantadora igual, le gustaba salir, bailar, interactuar, ambas conocían solo el lado bueno de la vida, el lado luminoso al que nos aferramos tanto.
  Tenían corazones puros e ingenuos.

Hasta que fueron víctimas de mi venganza.
Puede decirse que soy el malo en la historia. Pero, ¿Los malos no tienen derecho a tener su propio punto de vista?
Cuando conocí a mi esposa era un inmaduro, insensato, pero ella llevó luz y paz a mi vida. Salimos durante un tiempo, nuestro amor creció hasta que llegamos al matrimonio, mi trabajo con la familia Dark, siempre fue velar por la seguridad de ellos.

Así que mi esposa y yo teníamos bastante cercanía a la familia. Mi mujer quedó hechizada al encanto de Sr Karl, un hombre bastante atractivo según los estándares de bellezas, era bastante elocuente, con una luz atrayente, mi esposa creyó que podía haber una historia feliz, confundió la amabilidad con amor y el deseo la termino de cegar, así comenzó su aventura. Follaban hasta morir, con el tiempo ella se fue alejando de mi. Poco a poco se fue enfriando nuestro fuego.
Pensé que era el estrés, la rutina, la monotonía , pero jamás pensé que había otro hombre. Siempre me cegué a esa posibilidad

Y si no hubiese sido por la pequeña Clary, capaz y todavía no me enteró de la traición de mi esposa y mi jefe.

Me sentía furioso con la familia, les di tanto, tanto de mi, de mi vida, de todo lo que yo era y aún así

¿Me va a quitar a mi esposa?

Pensé que Karl la había seducido, la había envuelto en su juego, sin embargo, me llegaron las notas, las cartas y los mensajes que mi esposa le mandaba, se podía leer el desespero, el deseo que tenía hacia mi jefe, soy hombre y ver que mi mujer se rebajaba de esa manera, afectó mucho mi orgullo.
Encaré a mi esposa. La Sra Marlene se enteró  y aunque pocas personas lo saben, ella abandono por un tiempo la casa, hasta que enfermó, Karl la amaba, pero cegado en su egoísmo no vio la brecha que abrió.

El gran daño que hizo.

La enfermedad de Marlene, más su desespero por no perderla, le hizo abandonar su vida de infiel.

Pero pedir perdón, enmendar el camino; no quita ni resta lo que hiciste. Los daños y las heridas que abriste.
Una herida no deja de sangrar por mucho que pidas perdón.

Mi esposa enfermó, así que le pedí ayuda a mi jefe quién se negó, comencé a robar necesitaba salvarla, pero nada fue suficiente, a pesar de su traición la amaba y a pesar de mis intentos perdí a mi esposa y a mi trabajo.

Perdí todo lo que tenía.

La ira me consumió, me llevó, el odio me cegó, me impulsó. ¿Qué mejor manera de destruir un hogar que atacando a sus hijas?

Puede que sea un hijo de puta pero el día que mi esposa murió, ese día el monstruo dentro de mi despertó.

El daño fue más grande de lo que imaginé, pero creé cierto vínculo y obsesión con la pequeña Clary, es una niña que me retó, me empujó y no temió a las consecuencias, haría cualquier cosa por salvar a su hermana y a los que quiere, no se doblega ante nada ni nadie, está echa de fuego.

Puede que sea la menor, pero dentro de ella, vive un alma lo suficientemente vieja para generarme un cierto deseo, un sentimiento obsesivo y enfermizo de posesión.

La pequeña Clarissa, si ella supiera que me pertenece y que no voy a detenerme hasta tenerla.

Desde que escape me encontraba huyendo. Temía una meta y un propósito y esta vez no fallaría.

Él mocoso novio de ella y su hermano andaban tras de mí, pero como ex jefe de seguridad no saben que puedo desaparecer, puede moverme sin ser rastreado.

Recuerdo el día en que la pequeña, creció. Y aunque lo negara, en ella existía un monstruo igual que yo. Haría cualquier cosa por venganza, por rabia y odio.

Cuándo la secuestré lo confirmé

El imbécil de mi socio, un maldito pedófilo quiso sobrepasarse, no pensé que la niña tuviera el valor y el coraje necesario, cuando le dije que la única forma para salir, era una vida por su libertad, la niña no lo dudo y eligió.

Pudiera considerarse egoísta, ya eligió quitar una vida, como si la de su hermana y la de ella fueran más importante que las demás. Como si estuvieran por encima de todo el maldito mundo.

Ese día descubrí mi obsesión, la necesitaba quería romperla y ver cómo ese espíritu es consumido hasta quedar en una sombra.

Díganme egoísta, malévolo, pero así funciona la vida, es un juego donde los mejores pueden seguir.
No soy seguidor de nadie, soy un líder y quiero acabarlas.

Acabar a la familia Dark.

Sumido en mis pensamientos, no escuché cuando mi sobrino llegó.
—La perra se fue con su novio, huyeron de los muchachos, tío te dije que ellos nos expondrian, las chicas y esos idiotas de La Rue son realmente astutos, yo podía acabar esto rápido. — mi joven sobrino, un chico rencoroso como su tío, no hay odio más profundo que aquel que nace de un amor no correspondido.

En mi familia le guardan rencor a la familia Dark

El odio de un corazón humillado y rechazado,  te abre los ojos.

—Hijo, todo a su tiempo, me conviene que te vean como un amigo, tú eres la conexión directa a mi flor marchita, no dejes que los celos y la impulsividad te ceguen, quiero atormentar, enloquecer a la pequeña. No me quites la diversión— lo miré, lo malo de la Juventud es que no saben lo valiosa que es la paciencia, el ser paciente es una virtud escasa en esta actualidad, durante años mi recuerdo, mis regalos, mis mensajes han atormentado a la pequeña, por lo que me decía mi sobrino estaba tocando fondo.

—Pero tío, por favor, ya está casi Rota. Solo falta nada— se veía su desesperación, quería vengarse del dolor que le provocó

—Callate y no me contradigas, le voy a dar 6 meses, 6 meses que serán su tortura, su condena. Donde tendrá que vivir con la incertidumbre, la inseguridad, esto es un juego de años y no por tú inmadurez lo voy arruinar, siempre te he dicho el apuro trae cansancio. Limítate a disfrutar de la caída de los Dark.  Quiero seguir viendo cómo se desmorona. Así que tranquilo mijo. Tú sigue siendo su amigo y dame mas información—

Mi sobrino estaba molesto, se sentía herido, desde que conoció a esa chica, cayó en su encanto, pero ella nunca miró su corazón, siempre está encerrada en su pasado en su dolor que no apreció el regaló que mi niño le ofreció. Luego, el menor de los La Rue se sumó a la ecuación dejando a mi sobrino con el corazón roto, tantos años para sentir el beso traicionero del amor. Mejor conocido como desamor.

Pero yo también le sacaría provecho al dolor de mi sobrino.

Todo estaba saliendo a la perfección. Era cuestión de tiempo para que toda la cadena se hundiera.
Ya era tarde, así que aproveché para hacer una llamada.
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sombras del pasado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora