ANSIEDAD

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Después de salir del salón, me recosté en la pared, mi respiración estaba acelerada, este día iba de mal a peor, me sentía impotente, agobiada, miré a mi alrededor, gracias a los cielos no había nadie, quería calmarme un poco para luego irme de este lugar.

Empecé a ser rechazada cuando mis demonios ganaron y comencé aislarme, no importó mi nivel económico, al no ser la típica chica superficial, fui condenada y Antoine solo me hundía mas

Las lágrimas quemaban mis ojos, ¿Qué carajos hice mal? Antoine y sus comentarios odiosos me tenían agobiada, tenía semanas sin dormir y el cansancio me estaba agotando al máximo, estaba haciendo ejercicios de respiración, cuando la puerta se abrió

Pero que chistoso está el Diablo hoy, yo que no quiero verlo y él que se aparece.

La puerta se cierra detrás de él, yo me puse a la defensiva inmediatamente.

Tenía un aire preocupado, todavía no podía creer que este imbécil fue mi amigo en algún momento

—Clarissa, quiero hablar contigo, por favor—
metió sus manos en los bolsillos, para ser honesta Antoine era guapo, media alrededor de 1.95, yo parecía un gnomo de puerta frente a él, pero eso jamás me intimidó.

Pude notar en su porte que estaba nervioso.

— ¿Qué quieres hablar? No veo un motivo porque el que debamos hablar, ya se que me odias y no pienso escucharte.— Me di la vuelta pero él me tomó por la mano, mi vista se tornó de un rojo intenso...

No me di cuenta de lo que había hecho.

Hasta que vi su cara volteada y mi mano marcada en ella, me sorprendió demasiado mi reacción, solo pude ponerme las manos en mis ojos, me sentía mal

—Antoine, de verdad no quise...— pero no me dejó terminar

—Me lo merecía, yo te he hecho cosas peores y de verdad lo siento, entiendo que no quieras escucharme, pero por favor me he portado como un imbécil, sé que para ti no es fácil y yo lo te lo hago difícil, Clarissa no te odio, esto va más allá del odio. Soy un bruto que no sabe hacer bien las cosas.— espetó apresuradamente

Sentía que iba a explotar, mi pulso estaba acelerado, iba a tener un ataque y no podía, no podía dejar que me vieran, menos Antoine, que haría comentarios hirientes sobre mi

—Antoine, agradezco tu intento de disculparte pero debo irme pronto... Si quieres hablamos en algún momento, preferiblemente nunca, emms, yo te aviso!


Salí rápidamente para no darle chance de reaccionar , ya estaba cerca de la entrada cuando, tropiezo con mi hermana, hice el mayor esfuerzo para controlar mi estado de ánimo, no quería preocuparla y Steph era un grano en el trasero cuando se ponía en modo materno

—Hey, ¿Por qué no estás en clases? Todavía es temprano. ¿Para donde vas?

Mi hermana era un poco fastidiosa... Y sobreprotectora

—Voy a la biblioteca mamá, y ¿Tú no deberías estar también en clases?— Levanté mi ceja para darle más énfasis a la pregunta

Steph, resopló con hastío
—Si pero no soporto estar con personas que no tienen personalidad propia que hacen lo que sean por agradar—

Mi hermana y yo teníamos muchas similitudes, el secuestro nos afecto de maneras diferentes, pero ella ha sabido sobrellevarlo de una manera excepcional, yo no podía, mis sueños estaban plagados de recuerdos y tenía terror de dormir...

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