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Hacía mucho no sonreía tanto, pero ante todo, hacía mucho no veía sonreír a Hoseok

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Hacía mucho no sonreía tanto, pero ante todo, hacía mucho no veía sonreír a Hoseok.

Se sentía tan bien en ese momento, tan feliz, no podía dejar de mirarlo ni siquiera cuando comía. Por Dios y todos los santos, ¿cómo alguien podía ser tan hermoso como interesante?

Hoseok llevó la taza a sus labios, aún mirando curiosos por la ventana del restaurante, en un silencio pacífico como solo con él los presenciaba. Taehyung solo lo miraba a él, no podía, simplemente no podía dejar de mirarlo.

Tan hermoso. Tan único. Tan... todo.

Y él tenía a ese hombre, lo tenía a su lado, acompañándolo. Desayunando con él, solo con él.

Taehyung tenía a Hoseok a su lado, y en ese preciso momento no le importaba nada más que eso.

Los labios abultados de Hoseok se retiraron de la taza con suavidad, dejándolos brillantes y rojos, igual a como se ponían cuando lo besaba. Dios... cuando lo besaba... él había besado a ese hombre, y no era rechazado. No cabía dentro suyo lo afortunado que se sentía, que lo hacía sentir. Solo Hoseok era capaz de hacerlo sentir de esa forma.

—Te gustaron —murmuró logrado conseguir que Hoseok lo mirara, que le prestara atención nuevamente. Amaba tener su atención.

Hoseok miró hacia todos los dulces que habían en la mesa, que le había hecho probar uno por uno, y le regaló una sonrisa suave pero sincera.

—Si... tienes buenos gustos, supongo. —Taehyung rió bajo y se alejó de la mesa.

—O tenemos gustos similares —propuso—. Tal vez no somos tan diferentes.

Hoseok miró hacia uno de los pasteles y sacó un pedacito: —Tampoco somos muy parecidos.

—Gracias al cielo —dijo divertido—. No me gustaría ser novio de alguien muy parecido a mi.

Hoseok sonrió comiendo el trocito de pastel. Y Taehyung volvió a preguntarse como una persona podía verse tan hermosa comiendo.

—No paras de decir esa palabra —mencionó Hoseok con cierta diversión y sabía a que palabra se refería—. Harás que pierda su valor.

Negó comiendo un poco del pastel que Hoseok había comido.

—Eso nunca pasará, su valor no se rige por la cantidad de veces que lo mencione... mi amor, mi novio.

—Oh por Dios...

Taehyung rió bajo al ver que se avergonzaba, que sacaba su mirada de él avergonzado. Tan lindo... mordió sus labios mirándolo hasta que una idea se le vino:

—Ven a mi casa.

Vio como Hoseok se tensó. Supuso la razón de inmediato, Hoseok no había vuelto a su casa desde que todo los malos entendidos habían ocurrido, desde lo de su supuesta relación con Jimin. Debía estar pensándolo también, o podría darle algo de miedo. Después de todo, Taehyung le había dicho que no le importaba Jimin y si aceptaba seguir en esa "relación" era por Hoseok, solo tenía palabras para demostrarle esa verdad, su verdad. Podría entender lo difícil que era para Hoseok creerle aunque Hoseok dijera que le creía. Lo notaba, cada vez notaba más lo inseguro que en realidad era el pelinegro, si tan solo pudiera entender que lo quería de verdad. Que lo amaba de verdad...

Por siempre hermoso [ vhope ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora