05

110 20 9
                                    

Pasaron tres semanas y Katsuki no mostraba ningún indicio suicida por el momento. Le prometió a Kirishima que nunca más volvería a hacer eso, y a Eijiro le encantaría creer que decía la verdad.

Pero realmente no confiaba en él. Y es que había vuelto a actuar extraño, igual a como actuaba poco antes de su intento de suicidio. Eijiro estaba tan preocupado, él quería a Katsuki, y no quería tener que volver a presenciar como la muerte trataba de llevarse a su compañero. Quería salvarlo, pero a la vez le daba miedo hacerlo.

¿Estás bien?-Preguntó decidido Kirishima, aunque pocos segundos después todo esa decisión se fue en un abrir y cerrar de ojos.

-Sí, perfectamente.

-¿Podría ver tus brazos?

Una pregunta algo extraña, y él sabía que no era una pregunta que se suela hacer de normal, pero realmente quería comprobar. Y por la expresión de pánico que tenía plasmada Katsuki en el rostro en ese momento supo que su teoría era cierta, que había vuelto a sus antiguas andanzas, esas que Katsuki le había prometido hacía menos de dos semanas que nunca volverían a ser repetidas.

Había roto su promesa, pero Kirishima realmente no estaba enojado, tan sólo decepcionado, triste. Sabía que no era tarea fácil deshacerse de una tendencia de ese tipo de la noche a la mañana. Pero realmente creyó que él lo había ayudado en esas semanas, creyó que lo había conseguido, pero se dió cuenta que lamentablemente estaba equivocado.

A la fuerza subió las mangas de la sudadera de Katsuki. Deseando con todas sus fuerzas no encontrar rastro de ningún objeto afilado en la piel blanca de Katsuki. Pero no fue así, y sólo pudo sentir cómo si el mundo se le cayera encima cuando vió cortes en la piel, y se veían recientes.

¿Por qué?-Jura que intentó no llorar, jura que intentó que su voz no sonara agrietada y rota, pero fue inevitable.-Prometiste que no volverías a hacer esto...

Lo sé, pero... No puedo. Pero lo importante es que tú estás aquí para protegerme, ¿verdad? No te vas a ir a ningún lado, te vas a quedar aquí, y me vas a proteger de todo.-Sonrió entre lágrimas el rubio, mientras Kirishima lo observaba con una mirada que jamás había visto en el pelirrojo, una con tristeza mezclada con temor.- Te mantendrás a mi lado siempre, y contigo estaré bien. Estará bien si me corto, porque tú me salvarás ¿cierto? Es por eso que estás aquí, por eso compartes esta habitación conmigo, porque tú me vas a salvar.

-Katsuki, no sé qué estás diciendo pero realmente estás equivocado, yo no puedo protegerte de todo.

-¡No Eijiro! Sé que tú me vas a proteger.

Kirishima soltó un suspiro.

-¿Me podrías decir porque volviste a las autolesiones?

-Recibí una llamada de mi madre. Le comenté que estoy enamorado de un chico, y ella se lo tomó muy mal, me dijo que era un error, y que no merecía haber nacido, y las peores cosas que puedas imaginar. Me repudio, cómo siempre hace. Me dijo que no viniera a casa para Navidad.

-Lo siento mucho, y por pura curiosidad ¿Quién es ese chico?

-Ese chico eres tú, Eijiro.

Kirishima se sorprendió. Y realmente no supo que decir, él quería a Katsuki pero ¿de esa forma? No estaba muy seguro. Cómo tampoco estaba seguro de lo que el propio Katsuki sentía por él, sabía que lo quería por haber salvado su vida, sabía que lo quería a su lado como acababa de decir pero tal vez el rubio estaba confundiendo sus propios sentimientos. Tal vez estaba confundiendo una inmensa gratitud y cariño con un enamoramiento.

-Katsuki yo...

Ni siquiera tuvo tiempo a terminar de hablar. Katsuki ya había juntado sus labios en un beso tosco y demandante, cómo si realmente quisiera callarlo. Aunque se intentó separar las grandes manos de Bakugou que lo tenían aprisionado, agarrando de forma posesiva su cintura, sin ninguna oportunidad de escapar. Y la verdad es que ese beso se sentía bien.

❥❥❥❥❥

¿Por qué eres tan pesimista?-Preguntó Eijiro rompiendo el silencio que se había instalado en la habitación.

Como no serlo?-Preguntó Katsuki.-No se puede ser positivo en un mundo cómo este.

-¿Por qué dices eso?

-Tan sólo mira cómo está el mundo.
No sé puede ser feliz en un mundo lleno de desgracias. Sólo piénsalo, el mundo es horrible, lleno de gente y cosas peligrosas.

-Eso es realmente triste Blasty, pero tienes razón. El mundo es un lugar triste por dónde lo mires.

-Exacto, es por eso que yo no podía esperar para desaparecer de este lugar. Porque es un sitio horrible, todo el mundo sufre de una forma u otra.

-Es cierto...

Oh, oh. Ya se estaba metiendo poco a poco en su cabeza, empezaba a cambiar su perspectiva de la vida y el mundo. Kirishima jamás se daría cuenta, pero estaba siendo manipulado.

-¿Nunca has pensado en cómo se siente morir, Eijiro?

-No, no siento que sea lo normal pensar en algo así.

-Pues déjame que te explique cómo se siente. Joder, es la mejor sensación del mundo. Te sientes cómo drogado, y es increíble cómo se siente que la vida se te va. Eijiro, es de lo mejor que he experimentado. ¿No te gustaría sentirlo?

-No... Yo no quiero morir.

-Ya... Pero realmente se siente de maravilla.

Katsuki sonrió mientras que Kirishima se mostraba aturdido, cómo si no entendiera muy bien cómo pensaba Bakugou. Tenía cómo una realidad distorsionada, tenía los pies sobre la tierra pero a la vez estaba en las nubes. Él sabía lo que pasaba a su al rededor, pero al parecer lo percibía de una forma diferente, una forma que comenzaba a aterrar al pelirrojo, pero que también lo intrigaba.
¿Cómo será estar en la mente del rubio?

❥❥❥❥❥

Oye, Blasty.-Lo llamó Kirishima.

¿Que?-Se limitó a responder.

-Hoy es Navidad.

-Ya lo sé. Pero no es cómo si me importe, al fin y al cabo nunca he tenido una buena Navidad y esta no la voy a pasar con mis padres por mucho que quiera.

-¿Nunca has tenido una buena Navidad?

-No que yo recuerde. Nunca he cantado villancicos, ni he visto los especiales navideños de la televisión, ni mucho menos he despertado la mañana del 25 con regalos esperándome bajo el árbol.

Kirishima se paró de la cama, decidido. Katsuki lo miró por unos segundos, sin saber muy bien a que se debía esa repentina actitud.

-Vamos Blasty, haré que tengas la mejor Navidad de toda tu vida.

-¿Y que se supone que vamos a hacer?

-Lo típico de Navidad, tú sólo sígueme.

No me gustó mucho este capítulo, siento que fue todo demasiado rápido, es que he estado algo ocupada esta semana y tuve que hacer rápido este capitulo. Pero bueno, espero que les haya gustado <3

VenomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora