Venom

Extra

Final alternativo.

Diez años después.

Nunca pudo escapar. Nunca se vio capaz de alejarse, ya que sentía un amor tan ciego que no fue capaz de terminar con esa relación, no tuvo el valor de hacerlo, porque tenía miedo de la reacción de Katsuki y que podría hacerle si le decía que quería terminar con él, además, él no quería irse de su lado, porque Eijiro estaba demasiado enamorado de Katsuki cómo para simplemente marcharse.
Es por eso, que jamás dijo nada, y ahora el precio a pagar es como se encontraba en ese momento. Tenía apenas veintisiete años, pero se sentía demasiado cansado, cómo si fuera décadas más mayor de lo que en realidad era.

Llevaba años viviendo con Bakugou, se habían mudado juntos, y sabía que no era porque a Katsuki le hiciera ilusión vivir en la mismas cuatro paredes que él como un matrimonio, sabía que él propuso esta oferta para poder vigilar más de cerca a su novio.
Porque Katsuki jamás dejó de lado sus celos, jamás abandonó su posesividad. Bakugou siempre creyó que Eijiro le pertenecía y que era suyo en todos los sentidos posibles, y su mente no cambió ni un poco a lo largo de los años. Gracias a que jamás pudo terminar con su relación con Bakugou, dejó de hablar definitivamente con sus amigos, hacía tanto tiempo que no sabía nada de Denki, Mina y Sero. Ya no tenía amigos, ya no tenía a nadie, Bakugou era su única compañía, el rubio se encargó de que así fuera. Ahora, siendo prometidos a pocos meses de casarse, sentía que su poca libertad se había ido.

Probablemente estás preguntado, ¿y su salud mental? Nunca fue al psicólogo, por lo que sigue igual, incluso peor que antes, tuvo un total de dos intentos de suicidio más, y a pesar de todo, su adicción a hacerse auto lesiones jamás se fue. La situación de Katsuki no era muy diferente, él tras todo lo que pasó tuvo cuatro intentos de suicidio, pero a diferencia de él, Bakugou no solía hacerse auto lesiones.

Por fin, tras tantas horas, terminó todas las tareas domésticas que tenía pendientes. Se sentó en el sofá y tan sólo unos cortos minutos después, la puerta se abrió.

Hola, Eijiro.-Saludó Katsuki dejando sus cosas.

-Hola Blasty. ¿Cómo te ha ido hoy?

Una mierda, cómo siempre.-Contestó tosco Bakugou, caminando hacia él, dejando un suave beso en su frente.

Katsuki trabajaba, Kirishima lo convenció de hacerlo, y hasta él fue quién buscó puestos de trabajo para su novio. Bakugou, le ordenó que Kirishima mientras tanto, estuviera en casa, y Eijiro no fue capaz de decir que no. Así que, ahora Katsuki trabajaba y Kirishima hacia las tareas del hogar.

-No debe ser tan malo, Kats.

Sí lo es. Es una auténtica mierda, ojalá no tuviera que ir allí.-Dijo Katsuki, estirando sus brazos hacia arriba, destensando sus músculos.

Pues si te gusta tan poco podría ir yo a trabajar por ti, realmente me encantaría, es aburrido estar aquí todo el día, ¿Sabes?-Habló Kirishima, entusiasmado con la idea de hacer un pequeño cambio de roles, aunque sea sólo de forma temporal. Él siempre había querido trabajar y ganarse la vida de forma honesta y humilde.

-¡No, tú no irás a ninguna parte!. Dónde yo trabajo hay demasiados hombres. Eres demasiado hermoso, cualquiera podría hacerte algo. Así que tú te quedaras aquí, no puedo arriesgarme a que te acerques a otros hombres.

-¿Así que es por eso? Tú y tus celos, estás siempre igual. ¿Es por eso que me tienes todo el día aquí? ¿Porque no quieres que nadie este conmigo, no es así?

-Eijiro, cállate. No saques las cosas de lugar, yo no he dicho eso.

-No, no lo has dicho, pero eso es lo que quieres, ¿Cierto? Aislarme aquí porque tienes miedo de que te deje por alguien mejor que tú.