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Nunca esperó verse allí, pero ya no había punto de retorno, ya había tocado la puerta. Hacia tantos años que no hablaba con él que realmente ni siquiera esperaba ser bien recibido. Pero él realmente quería entender al pelirrojo, cómo también quería que este lo entendiera a él.
Necesitaba consejos, y esa persona fue su primera opción.

¿Kacchan? ¿Que te trae por aquí?-Deku lucía extrañado, y realmente lo entendía.

-Necesito tu consejo. ¿No hay nadie más en el cuarto?

-No, estoy sólo. Pasa.

Así Katsuki se adentró en el dormitorio del peliverde, quién realmente estaba genuinamente preocupado por su amigo de la infancia. No era propio de él pedir ayuda, mucho menos a él, así que si Katsuki realmente había tomado la decisión de pedirle ayuda precisamente a él, es porque era un asunto con gravedad.

Por primera vez, Katsuki se abrió completamente con alguien además de Eijiro, contó todo, mostró la parte más transparente y sensible de si mismo, probablemente más tarde se arrepentiría, pero en realidad no le importaba en absoluto. Deku fue comprensivo con él, lo escucho atentamente y en ningún momento lo interrumpió ni hizo ningún comentario fuera de lugar.

-Entiendo completamente a Kirishima. No tomaste las mejores decisiones.

-¿Pero también me entiendes a mí?

-Sí, realmente entiendo a ambos.

-¿Que se supone que tengo que hacer? Yo no entiendo a Kirishima por mucho que lo intente.

-Recapacita, Kacchan. Kirishima no merece ser tratado de esa forma, tiene derecho a tener todos los amigos que quiera, tiene la libertad de pasar su tiempo con quién él quiera, no puedes obligarlo a que pase todo el tiempo contigo haciéndole chantaje emocional. Sé que él es una muy buena persona, y sé que lo único que intentaba era ayudarte, y tratando de hacerlo terminó siendo lastimado también.
Yo creo que deberíais hablar, que cada uno le explique al otro como se siente y llegar a un acuerdo.

Katsuki bajó la mirada y recapacitó, pensando seriamente en las palabras del peliverde. Asintió lentamente con la cabeza. Era cierto, Deku tenía razón, no había tomado las mejores decisiones en los últimos meses. Y sabía que Kirishima estaría dispuesto a hablar con él, porque sabía que no era cierto que le guardaba rencor.
Cómo tampoco era cierto cuando Bakugou le dijo que lo odiaba, era la mentira más grande que ha dicho nunca, porque jamás podría odiar a Eijiro.

Gracias.-Nunca fue muy bueno en agradecer a la gente, pero esta era una ocasión especial. Y Deku había hecho un gran trabajo.

Midoriya le regaló una sonrisa, y le apretó el hombro con cuidado y cariño, mostrándole apoyo a Bakugou con ese pequeño gesto.

-No es nada. Ahora ves a por él.

Katsuki salió del dormitorio de Deku algo más relajado. Ahora tocaba la parte más difícil: hablar con Kirishima. Caminó lentamente hacia el dormitorio que compartía con el pelirrojo, esperando que no se haya marchado, aunque sabía que era probable que no se encontrara allí.
Sus pasos hacían ruido cada vez que sus pies chocaban con el piso de madera, era estresante. Se arrepentía con cada paso que daba, pero aún así seguía hacia delante. Finalmente, llegó.

Abrió la puerta lentamente y asomo su cabeza, para después simplemente entrar encendiendo la luz. Kirishima no se encontraba allí, pero sabía que en cualquier momento volvería, por lo que se sentó en la cama, y esperó, veinte minutos, treinta, hasta una hora hasta que la puerta volvió a ser abierta. Kirishima en un primer momento no lo vio, ni siquiera se enteró de que estaba allí, demasiado concentrado en el piso.

Hola.-Dijo Katsuki, y por fin Eijiro se dignó a levantar la mirada.

Hola...-Lo dijo tan bajo que Katsuki dudó unos segundos si sus oídos no habían fallado.

-Quiero arreglar las cosas contigo. Por favor, siéntate conmigo.

Kirishima lo miró y tras un suspiro caminó hasta la cama dónde tomó asiento al lado de Katsuki, pero manteniendo cierta distancia.

Okay, realmente me gustaría arreglar todo, ya que he recapacitado, y...-Katsuki suspiro.-Hablame sobre tus sentimientos, quiero entenderte. Yo también puedo hablarte sobre los míos, para que tú también me entiendas.

Kirishima comenzó a hablar, Katsuki escuchó atentamente. Kirishima fue directo y dejó todo más claro que el agua, fue transparente a la hora de contarle absolutamente todo, siendo realmente preciso. Dolió como la mierda escucharlo decir todas esas cosas, pero al verlo todo desde la perspectiva de una persona ajena, realmente entendió que sus acciones no fueron las mejores, fue difícil escucharlo, pues le dolía hacerlo. Pero en realidad, entendía porqué quería dejarlo, era bastante razonable.

Katsuki intentó hacerlo también, contándole demasiadas cosas, tal vez más de las que debería. Kirishima fue todo oídos, escuchó con atención todas las palabras que iba pronunciando el rubio. Y también entendió que era lo que hacía a Katsuki tan insistente y posesivo.

Lo siento.-Se disculpó Kirishima.-Yo cuándo te grité eso antes no lo decía en serio, es sólo que estaba estresado por la situación y estaba rabioso porque tú parecías no comprender, no te guardo rencor. Lo siento mucho.

-Yo también debo disculparme, y no sólo por decirte que te odiaba, cosa que es mentira, sino por todo en general.

Kirishima lo miró fijo y después sonrió.

-Disculpas aceptadas.

Katsuki logró sonreírle a Kirishima.

-Lo haré.

Eijiro arqueo las cejas, confundido.
Ladeó levemente la cabeza, buscando alguna respuesta. Katsuki notó su confusión y se apresuró a explicarse.

-Estoy dispuesto a alejarme de ti y asistir a terapia. Pero, cuando ya esté curado y bien, ¿Podríamos ser amigos?

Kirishima volvió a sonreír, dejando que un suspiro aliviado saliera de sus labios.

-Te lo prometo.

Katsuki lo miró fijo y mojó sus labios con su propia saliva, agachando la mirada, parecía que estaba dispuesto a decir algo pero no encontraba las palabras, finalmente, tras unos minutos algo largos de silencio, por fin se dignó a hablar.

¿Podrías darme un último beso?-Fue lo que dijo, dejando demasiado sorprendido a Kirishima.-De despedida...

Kirishima pareció pensar en la petición por unos instantes, mordía la comisura de sus labios mientras miraba a varios lugares de la habitación, cómo si eso fuera a darle algún indicio de lo que debería decidir.

-Sí, pero sólo uno más.

Sus labios se fundieron en los del otro, manteniéndose juntos sin moverse, deleitándose del sabor que tenían los otros labios, el tacto de Katsuki en su mejilla fue gentil y cariñoso, cómo también lo fue el tacto de Kirishima en la nuca del rubio.

Y así fue como Katsuki y Eijiro se dieron un último adiós.

Hola. Ya hemos entrado en los capítulos finales, pero no se preocupen que aún quedan unos cuántos para finalizar. ¿Que les ha parecido el fanfic? :))


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