Durante los últimos años que ha vivido Luis, siempre ha evitado mostrar sus emociones al mundo. La muerte de sus padres lo marcó de por vida, pues él se culpa de sus muertes, y habría pasado el resto de sus días aislándose emocionalmente de los demás, de no ser porque a su vida llegó una señorita de 16 años (casi 17), de su misma edad, cabello castaño, ojos color ámbar, de baja estatura, y con una sonrisa radiante.
Llegada como caída del cielo, y autoproclamada como Kat, ella iba a ser quien le enseñaría a vivir nuevamente aceptando sus emociones y enamorándose lentamente los dos. Todo estaba destinado a convertirse en una típica historia de amor, de no ser porque...
Esto a Luis le valió 3 kilos de verdura y una semana después decidió mudarse a otra ciudad lejos de su más importante historia de amor. Pues él no estaba dispuesto a ceder tan fácilmente en dejar entrar a una desconocida a cambiar su vida.
"No importa, te esperaré el tiempo que sea necesario" seguro que ahora piensan que eso fue lo que le dijo Kat, y que la historia de romance se retomaría en un futuro donde volverían a reencontrarse, pero eso no sucedió exactamente...
2 años pasaron desde aquel día donde se conocieron. Luis finalmente decidió regresar a su casa y encarar sus demonios del pasado. Nunca se le pasó por la mente volver a reencontrarse con Kat, debido a que ella se le pegó como garrapata en todo este tiempo lejos de casa.
Así es, junto a Luis se encontraba Kat de lo más alegre, con una maleta en su mano derecha, una bolsa llena de chucherías del lado izquierdo, un gorrito de lobo amarrado a su cuello y unas orejas de gato como diadema.
Luis, joven, de cabello negro, vestimentas negras, ojos café oscuro y visiblemente más alto que su acompañante; solo tenía en sus manos su maleta con toda su ropa, y podía ver a Kat de un modo casi inexpresivo.
—¿Y todas esas cosas qué?
—Son hermosos recuerdos de nuestro viaje —dijo Kat, aunque la verdad todo lo había comprado en el primer supermercado que vio, hace apenas unos minutos atrás.
—Si tu lo dices —Si algo aprendió el joven en estos dos años era en no seguirle el juego a esta chica, ya que ella siempre hacía cosas muy raras.
Después de varios minutos de caminata por aquella ciudad que vio crecer a Luis, es que finalmente llegaron a la antigua casa de su familia.
Tomando la llave, e insertándola en el pomo, abrió la puerta. Y la primera cosa que les dio la bienvenida fue el exceso de polvo por haber estado inhabitada por tanto tiempo.
—Ay, que bueno... Por un momento pensaba que nos encontraríamos con un vagabundo viviendo aquí —dijo Kat.
Luis no dijo nada, y se limitó a adentrarse para asegurarse que tampoco haya ratas viviendo en su casa. Cuando se aseguró que todo estaba en orden, es que Kat sacó de la nada varias escobas, trapeadores, plumeros y hasta una aspiradora.
Al chico poco le importó este hecho, pues siempre había sabido que Kat era extraña. Pero al menos ya tenían herramientas para trabajar en su nueva casa.
Y así se fue el día, en ellos limpiando cada rincón de la casa vacía. Hasta que terminaron finalmente al atardecer.
Antes de que el día terminara, Luis decidió salir a comprar para comer, y también una cama para descansar. Pero, como siempre, Kat de la nada apareció atrás de él y lo acompañó.
—Oye, antes de ir a la tienda, hay un lugar que quiero visitar —dijo la chica. Y antes de escuchar siquiera una respuesta, tomó del brazo a su amigo y lo guio hasta el sitio que quería visitar.
Al caminar varios minutos durante varias calles, Luis observó muchas personas que nunca en su vida había visto. Había demasiadas caras desconocidas que se mudaron en su ausencia. Los negocios habían florecido bastante rápido. Sus antiguos compañeros de clase tenían automóviles ultimo modelo, hermosas novias, o parecía que se daban sus lujos derrochando grandes cantidades de dinero.
No había duda que, en estos 2 años algo pasó como para que su antigua ciudad se encontrara en sus días dorados, rebosante de felicidad y demasiada, demasiada suerte.
Y una vez llegaron a un pequeño mirador a las afueras de la ciudad, un lugar idóneo para mirar el atardecer, aunque también era un excelente sitio como lugar recreativo debido a los juegos infantiles que se encontraban a la derecha y las múltiples canchas deportivas bien equipadas a la izquierda.
—Mira lo mucho que ha cambiado este sitio —dijo Kat, aunque la primera vez que lo vio fue hace un par de horas, cuando regresaron.
—No puedo creerlo —Luis seguía con un rostro serio, pero en el fondo estaba sorprendido porque antiguamente este lugar era un simple terreno baldío—. ¿Y para qué me trajiste aquí?
Luis no se hacía ni idea de lo que pasaba por la mente de su amiga, después de todo, ella siempre hacía lo que quería, aunque no tuviese el más mínimo sentido.
—Lo vi de camino a tu casa. Y quería verlo contigo —dijo mientras seguía arrastrando a Luis por el lugar, hasta que llegaron al frente del mirador—. ¡Wow! La vista es impresionante.
El rostro de Kat brilló de la emoción al ver la puesta del sol, pero también por sentir como su corazón no paraba de latir rápidamente.
A pesar de que Luis intentó sabotear su propia historia de romance al principio del capítulo, Kat se terminó enamorando de su amigo por pasar tanto tiempo con él. ¿Y cómo pasó eso? Te preguntarás
Si bien es cierto que al principio Luis la evitaba y se negaba a participar en las actividades que Kat proponía (más que nada porque le parecía super molesta), con el paso del tiempo se volvió menos inflexible. Hace un año, es que se dio cuenta que Luis ya no se negaba a seguirla. Incluso hasta cooperaba con ella.
En ese momento de reflexión pudo ver lo que en verdad era Luis detrás de esa cara inexpresiva suya, había un deseo de querer pasar página, de superar su pesar y de ser una mejor persona. Y sin darse cuenta, le gustó lo que miró y se enamoró.
Desde ese momento, esperó pacientemente a que Luis decidiera enfrentar a sus demonios internos y de paso que también se enamorara de ella, comenzara a aceptar sus emociones, y eventualmente se le declarara... Pero eso nunca llegó.
Otro año pasó sin que su relación avanzara más. Sin embargo, Kat todavía se enamoraba más y más de su amigo, al verlo tratar de recuperar su confianza y de hacer las paces consigo mismo. Así es que ella también tomó la iniciativa. Sí el no daba el primer paso, sería ella quien lo haría.
Por eso es que Kat decidió proseguir. "Me gustas. ¿Te gustaría tener una cita real real conmigo?" era lo que estaba pensando decirle.
Y cuando finalmente tomó el valor para decirlo, miró a los ojos a su amigo mientras comenzaba ruborizarse.
—¿Qué pasa? —dijo Luis sin imaginarse lo que estaba a punto de pasar.
—L-Luis, me gust...
Pero fue interrumpida súbitamente por una fuerte alarma. De un momento para otro, un sismo comenzó a azotar la ciudad, lo suficientemente fuerte como para asustar a todos, incluidos a nuestros protagonistas. Y la alarma era la alerta de sismo.
Es así como la primera confesión de Kat terminó estropeada. A pesar de que no se perdieron vidas, y que no hubo daños mayores en las estructuras de las casas, ya no había ánimos para continuar.
Y así es como empieza su historia de romance con muchos, demasiados contratiempos.
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El deseo de estar a tu lado
Romance¿No crees que es molesto cuando el/la protagonista está a punto de avanzar la relación con su interés amoroso y llegan a interrumpir la escena cuando llega lo bueno? Pues Kat está harta de esto, pues el destino le ha impedido varias veces hacer sus...