Las líneas telefónicas se encuentran saturadas, por lo que las llamadas no salen ni entran en los dispositivos inteligentes. Kat se dio cuenta en cuanto quiso asegurarse que Luis se encontraba bien tras llamarlo a su teléfono.
Por unos instantes pensó en ir a buscarlo, pero entonces llegaron las preguntas a su mente. ¿Y sí atravesamos calles diferentes porque de seguro también viene a buscarme? ¿Pero y si le pasa algo a medio camino? ¿Debo esperarlo o ir a buscarlo?
Aunque confiaba en que Luis podría apañárselas solo, todavía le carcomía la duda.
—No pienses en ello Kat —se dijo a sí misma—. Mejor debo ocuparme en una manera de combatir a los zombies.
Dada a su naturaleza ingenua, y sabiendo que los métodos convencionales no funcionaban, es que de quien sabe dónde, ella sacó un puñado de lirios de agua pensando que la mejor manera de combatir con muertos vivientes es con flores.
Estando preparada para la batalla, resguardaba junto a otros clientes en el Diodo, ella se quedó con las ganas. Los zombies del cementerio de la zona no aparecieron ya que ellos se rehusaban a salir del mausoleo. O al menos así fue, hasta que los zombies provenientes del norte llegaron a la parte este de la ciudad.
Pero las cosas se complicaban todavía más. Los muertos vivientes aprendieron a correr en este tiempo, por lo que su expansión se volvía exponencial.
Por otro lado, mientras salieron del centro comercial, Luis experimentó con los sentidos de los muertos vivientes para obtener toda la información posible del enemigo al cual se enfrentaba. Tomó del suelo una roca y la lanzó lo más lejos que pudo.
Los zombies alrededor voltearon, pero no corrieron hacia el sonido, y siguieron avanzando sin más. Igualmente pareciera que no se guían por el olfato, o sino ya se hubieran abalanzado en contra de ambos por estar a tan poca distancia.
—Así que se basan en la vista —dijo Luis en voz baja, pero se lo replanteó en cuanto vio a varias calacas andantes sin ojos aparentes, aunque lo mismo va para los demás sentidos.
Pero en fin, ambos jóvenes corrieron evitando llamar la atención y procurando no entrar en el campo de visión de los zombies.
Sin embargo, el descuido llegó al cruzar la calle. Varios muertos vivientes voltearon al escuchar pisadas y unos cuantos comenzaron a perseguirlos de manera lenta.
—Ay no. Nos están siguiendo —dijo Ezequiel comenzando a entrar en pánico nuevamente.
—Tranquilo, con esa velocidad suya no creo que nos alcancen —tomando sus palabras muy a pecho, los zombies comenzaron a caminar cada vez más rápido. Sus torpes movimientos a cada segundo se volvían más coordinados y la velocidad de su movimiento aumentaba. Aunque se tropezaran y cayeran, se levantaban como verdaderos campeones para seguir persiguiéndolos, hasta que en menos de un par de minutos los perseguidores habían aprendido a correr.
Luis se quedó callado pensando en "mejor ni hubiese dicho nada".
Y la verdadera persecución ahora sí comenzó. En las calles medio vacías de la ciudad, con los helicópteros sobrevolando los edificios y los sonidos de disturbios a lo lejos, es que Luis y Ezequiel se unieron al caos.
Evitando ser atrapados, Ezequiel tiraba los botes de basura y cualquier objeto a su alcance para obstruir a los muertos. Luis se encargaba de guiarlos por los callejones de la ciudad, buscando la manera más eficiente de llegar a su destino.
Pero cada vez más zombies corrían hacia ellos. Mientras la gran mayoría los ignoraban, unos cuantos se unían al grupo de perseguidores. Los sonidos de los huesos crujir y los múltiples gruñidos combinado con el aroma a limón, inquietaban a los 2.
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El deseo de estar a tu lado
Romance¿No crees que es molesto cuando el/la protagonista está a punto de avanzar la relación con su interés amoroso y llegan a interrumpir la escena cuando llega lo bueno? Pues Kat está harta de esto, pues el destino le ha impedido varias veces hacer sus...