Quedar traumados por ver una escena tal era poco. Aunque en cierto sentido, ya sentían que verían algo terrible, la ficción no se compara a verlo con tus propios ojos.
Kat se quedó congelada al ver la escena.
Luis no sabía que pensar, además de aterrarse por lo fácil que es que de un momento a otro la muerte le puede llegar a cualquiera.
Después de lo que parecía ser una eternidad, ambos comenzaron a llamar nuevamente a la policía, pero no hacía falta, porque a tan solo unos instantes después llamaron a la puerta del local.
Después de media hora, los oficiales pudieron llegar con la adivina para advertirle que tuviese cuidado (además que la intención inicial era patrullar la zona para salvaguardar su integridad). Pero ya era demasiado tarde.
Por supuesto que, al ver a Luis y Kat en la escena del crimen, fueron llevados a interrogarlos, y ser catalogados como sospechosos de los asesinatos cometidos últimamente.
Ellos no se negaron y aceptaron acompañarlos, al saber que eran inocentes. Además de proporcionar toda la información que pudiesen para poder encontrar al culpable.
Por suerte para ambos aquí no es Latinoamérica... Bueno, si es Latinoamérica, pero los deseos volvieron a la policía en una organización más transparente y competente, por lo que el número de inocentes encarcelados erróneamente se redujo a cero.
La primera en ser interrogada fue Kat. Por suerte para ella, Iván fue su verdugo el día de hoy.
—Hola Iván. ¿Qué haces aquí? —preguntó la chica.
—Hola Kat, soy yo quien debe hacer las preguntas. Pero ya que estás interesada, estoy llevando este caso —efectivamente. Con los antecedentes de Iván, resulta ser el detective más apto para resolver casos de este estilo—. Ahora dime. ¿Por qué estaban en la escena del crimen?
—Luis y yo vimos un cartel en el parque. Luis tiene la foto. Llamamos a la policía y fuimos a advertirle a la adivina que tuviese cuidado. Pero al llegar... —la chica se detuvo. Recordar esa escena la hacía tener miedo nuevamente.
—¿Y no vieron algo o a alguien más?
—No, pero recuerdo que la médium dijo que no podía ver el futuro. Quizás ya intuiría que la... —volvió a detenerse. No quería decir palabras relacionadas con la muerte.
Dado a lo cooperativa de la chica, y a la flexibilidad de Iván, es que su interrogatorio solo duró una hora. Las preguntas se repitieron para evitar omitir algún detalle, y dado a lo sólida de su explicación sin contradicciones, no hubo dudas para creer que decía la verdad. Luego llegó el turno de que Iván interrrogara con Luis.
Al abrir la puerta, lo primero que salió de su boca fue—. Ahora si que están metidos en un gran lío.
—Lo sé —fue la respuesta de Luis—. Pero al menos estoy tranquilo de que tú estés llevando el caso.
—¿A qué te refieres? —respondió Iván mientras el otro interrogador los dejó solos.
—A que puede que el asesino haya pedido un deseo.
—¿El deseo de no ser atrapado? Eso mismo pensé.
—Seguro que Kat ya te dijo todo lo que pasó, pero seguro se le pasaron algunos datos importantes —Luis entonces sacó su teléfono celular y se lo entregó a Iván en la galería. Dejando de lado algunas fotos tomadas a su novia mientras ella se encontraba distraída, mostró la foto del cartel tomado—. Estoy seguro que el cartel no llevaba más de una hora colocado cuando lo vimos.
Luis estaba en lo cierto. La primera persona anónima en llamar acerca del cartel fue tan solo 2 minutos antes que ustedes llamaran, además de ver a una persona irreconocible poniéndolo.
—Además el local cerraba a las 4 —volvió a hablar Luis—. Por lo que el tiempo en el cual coloca el cartel, y asesina a su víctima, es reducido. También parece que conoce los horarios de sus víctimas. Y con ese modus operandi, aparte de retar a la policía para intentar que lo atrapen, es muy extraño que nadie lo haya reconocido todavía al colocar los carteles.
Iván se sorprendió de Luis nuevamente. Él más que nadie había intuido lo mismo que el chico sentado.
Pero todavía Luis no acababa—. Por favor revisa la siguiente foto —La siguiente imagen era el cartel que vieron antier, por lo que las similitudes entre uno y otro eran muchas—. El texto debajo de "mi siguiente víctima" no te parece sospechoso. Tal vez estoy sacando conclusiones rápido, pero quizás sus víctimas son personas que pidieron deseos, como la buena suerte, o el tener poderes psíquicos.
Después de decir todas sus conclusiones, ahora sí comenzó con el interrogatorio. Luis dio la misma versión que Kat, y después de otra hora, es que los dejaron libres. Pero los citaron dentro de un par de días para volver a interrogarlos.
Ambos chicos regresaron a casa con muchas cosas en sus mentes. Pero hicieron lo mejor posible para continuar con su noche.
Cuando era la hora de dormir, ambos no pudieron. Sus sueños les recordaba aquel traumante suceso, y se quedaron despiertos hasta el amanecer.
En este segundo día, ninguno de los dos tenía ganas de nada, y se quedaron en su casa. En algún punto mientras miraban la televisión, ambos se quedaron dormidos acurrucados el uno con el otro. De alguna forma, la presencia del otro los tranquilizaba, ya que después de todo eran la persona en la que más confiaban, y con la cual habían logrado atravesar tantas adversidades.
Aunque Kat se despertó por una pesadilla, al sentir el calor de su novio, se sintió reconfortada, lo abrazó y se volvió a quedar dormida.
En la tarde se despertaron y siguieron con sus actividades, hasta que tuvieron la visita de Iván, quien traía consigo el libro de los deseos de hace dos años y varios documentos.
—Luis, Kat. Necesito su ayuda como mis asistentes.
Después de saludarse y sentarse en la mesa a hablar, comenzaron a ver el libro, mientras Kat se reía de lo gracioso que le parecía que los sospechosos también sean ayudantes del detective del caso.
—¿Con qué necesitas ayuda? —preguntó Luis.
—He estado pensando en lo que dijiste. Y tienes razón —Iván mostró los recientes asesinatos registrados—. Oh, procura que esto se quede entre nosotros, ya que me despedirían si se enteran de que les estoy mostrando información confidencial.
Tanto Luis como Kat comenzaron a hojear todos los documentos, y pudieron ver que los 7 asesinatos ocurridos hasta el momento concuerdan con los nombres e imágenes de personas quienes pidieron un deseo en el pasado.
Nadia Baez: Deseó tener un novio extranjero. La nota en el cartel decía "¿Qué dijo tu novio al verte así?
Guillermo Campos: Deseó el poder de volverse invisible. La nota que se burlaba de él decía "¿Acaso no lo viste venir?"
Elías Sosiego: Se encontraba preso por haber deseado el poder de matar sin ser atrapado (Fue Iván quien lo encarceló). La frase indicaba lo siguiente: "Matar al matador. ¿Crees que sea irónico o poético?"
Sofía Medici: Pidió ser admitida a la universidad más prestigiosa de medicina pese a sus calificaciones tan bajas. Su mofa escribió: "¡A ver! ¡Utiliza tus conocimientos médicos para salvarte! "
Omar Grande: Se le hizo realidad el poderse comer un burrito. El asesino preguntó: "¿Por qué diablos un burrito?"
Saul Cortés: Deseó tener buena suerte. Cabe recalcar que se trata del padre de la amiga del pasado de Luis, Sara, pero él no lo recuerda por su pésima memoria.
Abigail Zamora: Deseó tener poderes sobrenaturales relacionados con la adivinación.
—Así que si es cierto —dijo Kat—. Todos son personas que desearon algo hace 2 años.
—Exactamente. No podía decirlo a la policía así nada más —dijo Iván—. Por lo que nadie de este libro está a salvo. También debo pedirles otra cosa.
—¿De qué se trata? —preguntó Luis.
—Cuídense y estén siempre alertas, principalmente tu Luis, porque tú también estás en peligro de ser víctima de este asesino.
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El deseo de estar a tu lado
Romance¿No crees que es molesto cuando el/la protagonista está a punto de avanzar la relación con su interés amoroso y llegan a interrumpir la escena cuando llega lo bueno? Pues Kat está harta de esto, pues el destino le ha impedido varias veces hacer sus...