18.- Una amistad del pasado.

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Las siguientes noches ninguno de los dos pudo descansar a gusto, así que los siguientes días los pasaron con sueño.

Durante este tiempo, hubo otro asesinato más, además que Luis y Kat volvieron a ir a la estación de policía a volver a declarar su versión de los hechos, principalmente para asegurar que no hubiese cambios en sus declaraciones.

Al salir, justo en la entrada se encontraron con más carteles del asesino. No había duda alguna que estaba retando a la policía a que lo atraparan. Sin embargo, las notas ahora tenían grabada una fecha.

—Deberíamos salir más a menudo —dijo Kat.

—¿Porqué? —preguntó Luis.

—Así podremos encontrar los carteles. Y en caso de que seamos nosotros, al menos ya lo sabremos de antemano para tratar de anticiparnos.

—Esa es una muy buena idea —Aunque Luis lo sabía mejor que nadie. Él no es nada atlético ni sabe de artes marciales o controlar armas blancas, por lo que en un enfrentamiento él tenía todas las de perder, incluso aunque estuviese anticipado. Por lo que ahora mismo sus opciones principales era rezar porque el asesino no posara sus ojos en ellos.

Al seguir avanzando por la ciudad, más carteles aparecían, todos con diferentes víctimas, y con fechas establecidas en las siguientes dos semanas.

—Al parecer el asesino ya se anda confiando —dijo Luis—. Dar tanto margen a las víctimas de actuar, solo hará que le tiendan una trampa.

—Me pregunto que deseo habrá pedido— fue Kat quien ahora mencionó—, como para estar tan seguro de que no lo atraparán.

Luis lo pensó por un momento, pero no se le ocurrió una idea en concreto.

Al llegar al parque, pudieron ver el clásico cartel de "se busca" del gato perdido, pero lo que les llamó más la atención es la víctima seleccionada para el día de mañana.

—Espera un momento... ¿Acaso ella no es? —preguntó la chica.

—Si... Es Sara —respondió Luis. La amiga del pasado de Luis se encontraba marcada como la próxima víctima.

Al leer el texto, leyeron la típica frase haciendo alusión al deseo pedido, la cual en esta ocasión dictaba: "¿Te gustaría que me interpusiera en tu felicidad 2 veces?"

Lo más escalofriante era el mapa marcado, como lugar donde se encontraría el cuerpo, el cual marcaba en la calle dónde vivía Luis.

"¿Qué demonios?" pensó el joven. Aunque por un momento pasó por su mente el no visitar a Sara, principalmente por lo sucedido en el pasado, al final decidió ir hacerlo para decirle que tuviese cuidado.

Sin embargo, al llegar y ver a un vehículo policial, Luis dio media vuelta para regresar a casa, pero fue detenido por Kat.

—¿A dónde vas? —preguntó la chica.

—La policía ya está aquí. Seguramente ya le avisaron, por lo que ya no es necesario hacerlo nosotros.

Kat entendió el punto de vista, aun así, no lo dejó ir—. Pero tarde o temprano debes encarar el pasado. No te preocupes, estaré contigo en todo momento.

Sabiendo que no tenía otra alternativa, suspiró hondamente y le hizo caso a su novia, considerando que tenía razón. Preferiría que no fuese así, pero tenía en mente que quizás sería la última oportunidad para ver a Sara, decirle sus verdades y zanjar el pasado.

Los 2 jóvenes se acercaron a la casa de Sara. Al pasar por el auto de policías, Kat saludó a los oficiales dentro resguardando la zona, y entonces llamaron a la puerta.

El deseo de estar a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora