Prólogo

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Existe un cuento Chino que narra como todas las personas nacemos con un hilo rojo en el dedo meñique, unido al corazón, que nos conecta a con la persona a la que estamos destinados a encontrar, yo aveces pienso que ese pequeño hilo se enredo en mi...

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Existe un cuento Chino que narra como todas las personas nacemos con un hilo rojo en el dedo meñique, unido al corazón, que nos conecta a con la persona a la que estamos destinados a encontrar, yo aveces pienso que ese pequeño hilo se enredo en mi cuello y al tirar de él caí de espaldas siendo arrastrado por el piso hasta caer entre sus garras.

Aún recuerdo el primer día que lo conocí, se que mis sentimientos son demasiado explosivos por lo que la gente normalmente hulle de mi, todos piensan que soy un villano, egoísta, egolatra y malo, cuando el no dijo lo mismo mi corazón inmediatamente dio un vuelco enorme que me hizo enamorarme sin razón alguna, no quería herirlo solo quería que el estuviera ahí para mi aun si yo debía entregarme en alma y cuerpo, no me importaba.

Siempre pensé que caminar en un túnel oscuro buscando una mínima luz no era malo pero nunca me detuve a pensar en lo mucho que me aferraria si esta apareciera.

Y por supuesto que apareció...

Camine hacia ella pensando que era una linterna, un faro, el fin del túnel pero no, era fuego de ese que si no te quitas el mismo te obligaría a moverte, te consumirá hasta el final sin culpa alguna, ¿Cómo no pude darme cuenta? ¿Soy así de débil?.

Se que el no era la única luz, tenía a Kirishima, Denki, Sero, Mina, Tetsutesu, Kariage, Deku y hasta el mismo Monoma pero no es lo mismo y no logro entender porque. Estoy lleno de arrepentimientos, lo sé, hasta ahora el que más viene a mi mente es haber atacado a Sora con aquella explosión, no quiero que lo atrapen si es que le harán daño siento que ese dolor solo va directo a mi.

Usualmente no me gusta perder, para nada pero en este punto del camino realmente me planteo el seguir, siento que me ahogo si no estoy con el a pesar del daño que me hizo, del que me sigue haciendo, entonces no quiero continuar, me hace estar cansado. Miro desubicado el techo, no se ni donde estoy si es que aun sigo consiente y no dormido, me pregunto si aun me buscan o simplemente no valgo la pena, a quien le miento, ni siquiera yo me buscaría...

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Habían paso días desde que se reportó la desaparición de Katsuki, muchos de los investigadores llegaron a la conclusión de que el mismo se había escapado para lograr sacar a Sora pues un plan tan elaborado de escape no era tan sencillo de realizar si estabas solo, algunos de los profesores se negaron a apoyar esta terrible conjetura y gracias a eso su búsqueda aún estaba en pie.

Aizawa era el más preocupado de todo el personal a cargo trato de ser paciente e incluso comprensivo con las personas que debían vigilar al acusado pero simplemente no pudo y mucho menos cuando por varios pasillos se escuchaban todo tipo de chismes que solo servían para distorsionar la historia original.

- ¿Ya escuchaste que Bakugou sedujo a un villano solo por atención?














-Me han dicho que el solo quería fama.















- Yo nunca le creí, siempre fue un tirano mentiroso.













- Y se creía el más fuerte, ¡Ja!.













- Sabía que era falso, no puedo creer que lo sigan buscando.












- Dicen que incluso tiene otro don con el que le lavo el cerebro a Sora ¡Y lo volvió loco!













- ¿Confiar en su palabra? No hay ni una sola prueba física.













- Seguro ganó el juicio vendiéndose al juez como toda una puta.













- Da asco, ojalá no regrese.











Era algo triste pero existía entre esas paredes que decían educar a los nuevos protectores de la ciudad, no es para sorprenderse, la gente suele ser una porquería cuando no ve la desgracia en primer plano.

Pero no era el final, sus compañeros darían todo por volver a verlo, lo necesitaban. Esta vez no dudaría en actuar desde la primera alerta.

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No es fácil ¦ BakubowlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora