Capítulo I

130 16 4
                                    

Memorias

El cielo está repleto de nubes, a donde vayas siempre habrá una, para Sasha estos eran su más grande entretenimiento pues pasaba horas mirando las nubes tratando de buscarles formas incluso si no la tenían.

Se recostaba en la hierba y observaba con detenimiento, encontró una nube con forma de ave otra con la forma de un gatito, al moverse en distintos ángulos descubría que tenían más formas.

Un conejito, un pato con sus patitos e incluso flores, este era el pasatiempo favorito de ella y su padre que se fue de este mundo cuando ella tenía 5 años, tenía muy pocas memorias sobre el, pero lo recordaba por el cariño que le dio.

Observar las nubes, de alguna manera la hacía sentir que su padre estaba a lado de ella, acostado perdiendo el tiempo mirando hacia el cielo, mientras sentían el aire en sus rostros y el abrazo del sol en sus mejillas.

Esto siempre hacía que terminaran cerrando sus ojos y cayeran en un profundo sueño, lo que provocaba que su madre furiosa los buscara por todas partes y reprendiéndolos por holgazanear todo el día, esto lejos de ser una molestia era divertido para Sasha ver como su padre trataba de calmarla con excusas y en respuesta su esposa terminara enojándose con él.

Mas tarde para ganarse su perdón le traería un ramo de flores y la invitaría a bailar en la sala de su casa. Por más que se negara al final no podía resistirse a los coqueteos y terminaba perdonándolo.

Tomaba su mano y juntos bailan una lenta pero hermosa canción, Sasha observaría sentada en la silla del comedor para después unirse con sus padres en aquella danza lenta, aunque ella era la que salta de un sitio a otro. Aun así, era un momento de familia que siempre recordara.

Suspiro y miro el cielo azul repleto por nubes una vez antes de quedarse dormida y olvidarse de todo...

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.

Su padre era una persona muy querida en el pueblo, su amabilidad, su ingenio y empatía por las personas, como doctor lo hicieron ser amado por el pueblo, a donde fuera siempre lo saludaban con gusto, el atendía a sus habitantes heridos, trataba a sus niños e incluso de los animales.

La mayoría de los pueblos contaban con máximo dos personas dedicadas a la medicina, era una profesión rara de ver, pero el pueblo donde estaba solo estaba él.

Mientras seguía su vida cotidiana, un día durante la primavera una hermosa mujer rubia paseaba por los alrededores, no parecía ser de aquí, llevaba equipaje encima de ella, robaba miradas a donde fuera, pero la intención de esta mujer no era quedarse mucho, planeaba descansar un día o dos y seguir al siguiente pueblo.

Fue curioso cómo se conocieron, fue durante una noche en una pelea de un bar por lo que le contaron a Sasha, el defendió a la rubia de un tonto malentendido entre un borracho y ella.

Se gano unos golpes, pero esto hizo que la mujer se interesara por aquel hombre, le invito algunos tragos mientras charlaba, eventualmente se conocieron mejor, descubrieron que tenían buena química, ninguno se aburria del otro y pasaban horas hablando sobre los lugares que han viajado y las personas que han conocido.

El nombre de cabellera castaña era Heinz Gastrell y el nombre de la mujer de risos dorados era Elizabeth Callen, tenía previsto llegar al siguiente pueblo para poder llegar al siguiente reino, pero termino encontrando algo que nunca esperaba tener.

Viajaba para conocer todo el mundo, pero siempre sentía que le faltaba algo, ese algo lo encontró en aquel hombre, amor, ella nunca había sentido algo así, por más personas que se encontrara ninguna la hacía sentir querida como él.

𝙹𝚞𝚜𝚝  𝙰  𝚆𝚒𝚜𝚑  𝙵𝚘𝚛  𝚈𝚘𝚞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora