Sentir.

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—¿Asistiréis al banquete de bienvenida de la boda?
—Es Rhaenyra... Me ha pedido que vaya. Me necesita. ¿Vendréis conmigo?
—Si así lo deseáis alteza...
—Por favor...
—Visenya ¿Habéis tendió contacto con Rhaenys?
—No... Pero eso no importa. Tengo que terminar de prepararme. Rhaenyra se casa y tengo que estar ahí apoyándola...

Dos semanas habían pasado desde la última vez que Visenya voló junto a Rhaenys. Esta no volvió a montar a Meleys, al menos no para ir a ver a la reina. Parecía incluso evitarla, cosa que descolocó por completo a la soberana. Aunque decidió no darle demasiadas vueltas y centrarse en lo verdaderamente importante, la realidad es que tenia una mezcla interna de preocupación y tristeza.

La reina  mandó en un barco a Sand junto a varios de sus guardias a Desembarco del Rey.
Ella, en cambio, terminó de prepararse y subió a Hydra. Mientras sobrevolaba los cielos con esta. Observó un dragón de escamas rubíes sobrevolar el mar, yendo hacia la misma dirección que ellas.
—Y aquí está... —dijo a su dragona mientras observaba a Rhaenys. Esta también posó sus ojos en Visenya, ambas tenían una expresión confusa.

Las dos mujeres cruzaron miradas una vez más y esta última se adelantó junto a su dragona, dejando atrás a Visenya e Hydra.

Cuando llegó al castillo se dirigió rápidamente a ver a Rhaenyra. Pero esta no estaba en su habitación, por lo que se arregló rápidamente en la habitación que se le había otorgado para la velada.

Mientras Sand le arreglaba el pelo, alguien tocó a la puerta.
—Adelante.
—Alteza... Solo quería deciros que espero que hayáis tenido un vuelo favorable —dijo Rhaenys al ver que Visenya no se encontraba sola.
—Muchas gracias. Espero lo mismo —dijo la reina mirándola profundamente a los ojos. Segundos más tarde Rhaenys se fue.
—Que extraño —dijo Sand.
—Sin duda...
—¿Por qué creéis que ha dejado de ir a veros?
—No tengo idea, Sand...

Al terminar, Visenya se dirigió al gran salón del trono de hierro. Al verla, anunciaron su llegada como "La reina de lo desconocido, hija del fuego". Haciendo referencia el todo el territorio que abarcaba el otro lado del muro y que para ellos era desconocido.

Se dirigió a Rhaenyra y la saludó cariñosamente.
—Gracias por venir alteza.
—Gracias a vos por invitarme.

Entes de que pudieran charlas más, se anunció la llegada de Corlys Velaryon y la princesa Rhaenys Targaryen. La reina miró con detenimiento a Rhaenys. Se despidió silenciosamente de Rhaenyra y se dispuso a sentarse donde le correspondía, le habían asignado un sitio al lado de Daemon, pues era reina al fin y al cabo y debía sentarse en la mesa principal por orden de Viserys.

Mientras este dedicaba unas palabras a su hija, la puerta se abrió de par en par dejando ver a Alicent en un vestido verde escarlata con porte seria.
Todos se pusieron en pie en modo de respeto. Todos, excepto Visenya y Daemon. Este se sorprendió al percatarse de que no era el único que se rehusaba a que fuera llamada reina.
—No es mi reina —dijo Daemon a Visenya.
—No me veréis arrodillarme ante una consorte.

Daemon le sonrió admitiendo que sentía por Alicent lo mismo que ella.
Visenya le devolvió la sonrisa y miró disimuladamente al otro lado de la mesa, donde se encontraba Rhaenys, quien también la miraba de reojo.

Tras el banquete. Laenor y Rhaenyra debían bailar juntos. No tardó demasiado en desatarse el caos. Pues uno de los invitados comenzó a dar una paliza a otro de ellos. Concretamente, al amante de Laenor.

EL OTRO REINO (Rhaenys Targaryen) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora