Apuesta Peligrosa - Yizhan 🐇 🦁

♥︎14♡- corregido

Xiao Zhan estaba entusiasmado con la idea de comer con sus amigos. Zhao Lei estaba siempre tan ocupado que la única manera de encontrar un hueco en su apretada agenda era facilitarle al máximo el tema, por lo que el restaurante que había junto a la editorial resultaba ser la solución más apropiada. Acostumbraban a comer juntos una vez a la semana y, desde hacía años, solían hacerlo en ese mismo lugar.

Sorprendería a Lei entregándole los diez primeros capítulos de la nueva novela. Estaba ansioso por oír su opinión aunque, con toda seguridad, era lo mejor que había escrito a lo largo de toda su carrera. También Huizi se alegraría de saber que por fin había vuelto a recuperar la inspiración.

-No sé si podré esperar a oír tu opinión. -Zhan estaba eufórico y de un humor espléndido.

-Pues me temo que no te queda más remedio.

-Creo que, sin duda, es mi mejor novela.

-Amigo, te envidio -dijo Zhao Lei, perplejo-. Creo que a ti, en contra de lo que esperábamos todos, el matrimonio te sienta de maravilla. No hay más que verte, estás radiante.

-¿Qué quieres decir con «en contra de lo que esperábamos todos»? Conspirando a mis espaldas, ¿eh? ¡Es perverso!

-He de confesar que cuando dijiste que te casabas casi me da un patatús. La verdad, Zhan, estaba convencido de que Yibo era uno más de tu larga lista de caprichos y que, en un par de meses, le mandarías a paseo.

Si había un rasgo a destacar de Lei, era su devastadora sinceridad, aunque ello implicase ser cruel y despiadado.

-Es realmente tranquilizador ver la confianza que tienen en mí -protestó en un tono malicioso.

-En serio, me alegra haberme equivocado. ¡Ahora va a resultar que eres el esposo perfecto!

-Bueno, ¿y qué hay de lo tuyo con tu novio? -intervino Huizi.

Cualquier alusión al matrimonio ficticio de Zhan la incomodaba especialmente. Estaba francamente preocupada por el rumbo que estaban tomando las cosas. Zhan parecía encontrarse cómodo con aquella extraña relación con Yibo. No estaban sopesando la posibilidad de que, antes o después -y ella no tenía ninguna duda de que eso acabaría ocurriendo-, alguno se implicaría más de la cuenta y entonces llegarían los reproches, el abatimiento y el desengaño.

-Definitivamente, es mi hombre. Es encantador, detallista, divertido... y me adora -sonrió Lei , con los ojos llenos de brillo. De repente, lanzándoles una mirada traviesa, dijo-: Me ha pedido que me case con él.

-¡¿Qué?!.

-¡¿Cuándo pensabas decírnoslo?! -añadió Zhan-. Has esperado hasta los postres, canalla.

-Se los estoy diciendo ahora, ¿no? -Todos rieron-. Lo cierto es que no pensaba volver a casarme pero, ha insistido tanto, que me lo estoy pensando. -Esta vez su semblante se tornó serio-. Me he equivocado tantas veces, que no creo que pudiera soportar otro fracaso.

Zhan le sujetó la mano con ternura.

-Bueno, alguna vez tendrá que salir bien, ¿no crees? -dijo, tratando de animarlo.

-Aunque, ¿no es algo precipitado? -La cordura de Huizi era siempre bienvenida-. Quizá deberías esperar a estar seguro. Al fin y al cabo, ¿Qué prisa tienes?

-Sí, eso sería lo razonable, pero tiene que trasladar su residencia a Nueva York por negocios durante un par de años y quiere que le acompañe. No tiene mucha fe en las relaciones a distancia. -El tono de Lei denotaba tristeza-. No sé qué hacer, chicos, estoy hecho un auténtico lío. No duermo, no como... mi novio ha desbaratado todos mis planes.