Xiao Zhan conducía, eufórico y satisfecho, de regreso de su reunión con su viejo amigo y editor. Zhao Lei le había asegurado que su novela iba a ser un auténtico éxito.
Pese a la oposición de Yibo, se había empeñado en acudir él mismo a la editorial a entregar los nuevos capítulos, negándose a permanecer un minuto más encerrado en aquella casa. Su novela era un tesoro demasiado preciado para dejarlo en manos de un mensajero o del propio Yibo que, en un ataque de curiosidad, podría ojearla y encontrarse con que su vida estaba perfectamente plasmada en aquellas páginas. No, debía ir él mismo a ver a Zhao. Además, tenía ganas de salir de esas cuatro paredes que le estaban empezando a agobiar de manera considerable.
Apenas le quedaban unos pocos capítulos para terminarla y esperaba rematarla con un sorprendente final feliz; el mismo que confiaba tener en su propia vida, que estaba completamente desbocada y en manos del destino.
Ahora que tenía la certeza de estar enamorado de Yibo debía tomar una decisión: compartirlo con él, lo que supondría permanecer casado y comenzar una relación seria y sincera, o ignorar esos sentimientos que, seguramente con el tiempo, sólo le aportarían dolor y sufrimiento.
Lo fácil sería lo último. Después de todo, era en lo que tenía más experiencia, aunque con una sutil diferencia; nunca antes había estado enamorado. Había existido siempre una tremenda atracción hacia sus anteriores parejas, pero jamás amor.
Lo que sentía por Yibo se le escapaba de las manos. No soportaba la idea de no compartir con él cada minuto del día, sentía una necesidad acuciante de hacerle partícipe de sus planes y emociones y, lo que era aun más grave, deseaba fervientemente decirle que lo amaba. Esas palabras que a lo largo de toda la vida se le habían atragantado, convirtiéndolo en una persona fría y distante, ahora luchaban por emerger con todas sus fuerzas.
Sus sentimientos le golpeaban la cabeza sin piedad. ¿Qué hacer ante esta nueva y deliciosa sensación de felicidad? Algo le decía que no tardaría mucho en confesarle a Yibo sus emociones, arriesgándose a ser rechazado. Hasta hoy había huido del amor como un conejo asustado, pero ahora había llegado el momento de enfrentarse a él, combatiendo sus miedos y fantasmas. Tomó una determinación: esta noche le diría que lo amaba. Valía la pena correr el riesgo; Yibo valía la pena.
Aparcó el coche y se dirigió hacia la puerta con la intención de abalanzarse sobre él. Le había echado de menos durante todo el día y deseaba pasar la noche en sus brazos.
El silencio que reinaba en la casa era inusual. ¿Ocurriría algo? Se dirigió al salón, donde encontró a Yibo y Yixuan, con semblante serio y siniestro. Yixuan estaba de pie junto a la ventana y Yibo, nervioso, andaba de un lado a otro. Los dos permanecieron en silencio, clavándole la mirada; una mirada asesina que hizo que a Zhan se le helase la sangre.
—Hola —dijo, asombrado por ese frío recibimiento.
Yibo se volvió hacia él con un gesto gélido y hostil.
—¿Yibo? ¿Pasa algo?
—¿Qué si pasa algo? ¡Debería darte vergüenza presentarte aquí como si nada!
—¿Cómo dices?
A Xiao Zhan se le paró el corazón al escuchar aquellas duras palabras. Yixuan lo contemplaba con recelo y cierta compasión.
—Jamás he conocido a alguien con tanto descaro —continuó Yibo. Su tono de voz era alto y grave y desprendía una rabia que le erizaba la piel.
—¿Quieres tranquilizarte? ¿Podrías decirme qué te ocurre y por qué estás tan furioso? —musitó con toda la calma que sus nervios le permitieron.
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Apuesta Peligrosa - Yizhan 🐇 🦁
Fanfic¿Puede un matrimonio de conveniencia echar por tierra las convicciones de toda una vida? Xiao Zhan es un escritor independiente e inteligente, con una nula capacidad para los compromisos, que, por un giro inesperado del destino, se ve obligado a tom...