Juegos de Mayores

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FemaleSirius

O me estoy volviendo loco.

O Sirius Black me está tirando fichas.

La miró por encima del libro. Harto de disimular que la miraba, porque lo estaba haciendo para averiguar si estaba chalado. Ella le miró brevemente y dio media sonrisa, continuando hablando con sus amigas y poniendo un mechón de su pelo detrás de la oreja.

¿Eso era coqueteo, no?

En serio, me estoy volviendo loco.

En la siguiente clase que les tocó juntos. Casualmente cruzó la mirada con ella brevemente, ella levantó suavemente una ceja y luego, continuó con su labor.

Que si. Que seguro que se lo estaba imaginando.

Decidió pasar por delante de ella varias veces a lo largo de los días. La mayoría de las veces no cruzaron miradas porque iban hablando.

Pero una de las veces, ella le guiñó un ojo.

Y supo que no estaba loco... Del todo.

-Vale...- Le dijo un sábado muy temprano después de esperarla fuera de los vestuarios femeninos de Quidditch del equipo de Gryffindor- ¿Qué te pasa conmigo?

Ella parpadeó mirándole- Ya era hora... Llevo dos semanas esperando a que me digas algo. Empezaba a pensar que estaba siendo muy sutil...

-Lo que tú digas, ¿qué cojones quieres?

Ella se rió ligeramente con el dorso de la mano contra su boca- ¿Qué quiero?- Le miró levantando una ceja- A ti...- Dijo muy suave.

-¿Perdón?- Dijo después de procesar.

Ella se acercó a él para marcharse por su lado- Tú, yo y salir... Solo eso...

Y se fue. Se quedó... Jodido y contrariado durante días.

Pero... Ugh...

La miraba y... Lo mismo...

Le pidió disculpas hace un tiempo por... Todo... Y... Era guapa... Y sabía que era, al menos, inteligente, graciosa por lo que sabía, le gustaba el Quidditch y... No se... Podría probar a ver que tal... ¿no?

La paró en el pasillo, iba con sus amigos- Hola...

-Hola, ¿querías algo?- Ahora estaba nervioso. Si se lo había pensado y repensado... Y ensayado en su cabeza. Sus amigos estaban a una distancia prudencial, escuchando- ¿Os vais, chicos?- Negaron.

Ella parecía... Hastiada. Parecía que iba a disculparse por el comportamiento de sus amigos y eso... Eso le jodió. Y eso le insufló valor- Déjalo... Me es indiferente- Ella parpadeó ligeramente confusa y le miró- ¿Quieres salir conmigo este sábado en Hogsmeade?

-¡Claro!- Dijo sonriente. Los otros parecían que iban a replicar pero ella se giró rápidamente. Luego, giró su cabeza- ¡Nos vemos allí!- Y le guiñó un ojo y él dio media sonrisa.

A continuación, miró a los otros y su sonrisa se desvaneció en forma de rictus serio. Y más, ante la cara de incredulidad de Lily.

Ella no le había perdonado por llamarla "sangre sucia".

Él había dejado de sentirse culpable por ello.

Ella salía con Potter...

... Y él quería olvidarla. Y Black parecía una buena opción.

El sábado llegó y la verdad, le apetecía cada vez más conforme avanzaban los días de la semana.

Se puso unos pantalones grises oscuros, una camisa negra y una chaqueta de lana azul marino encima. Se puso su abrigo negro.

Ella llegó a la plaza central del pueblo. Iba con medias negras y un vestido azul debajo del abrigo negro.

-Hola...- Dijo cuando la vio.

-Hola, ¿damos una vuelta?- Dijo ella sonriente.

Caminaron un rato bajo la nieve, hablando de todo un poco. Estaba ahí, nervioso, pero ella no paraba de sonreír todo el tiempo.

Y los amigos de ella no paraban de seguirles todo el tiempo.

Acabaron dando una vuelta rodeando el exterior del pueblo y se sentaron en una valla de piedra. Allí, contemplaron la nieve en las montañas y el bosque y, por supuesto, se besaron.

Y fue un buen beso. Fue un gran beso.

Y allí, mirándola a los ojos mientras se reía, con los idiotas de sus amigos detrás de un arbusto.

Se dio cuenta.

No tenía que olvidar a Lily.

Porque nunca había sido Lily.

Nunca.

Dos mitadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora