Dos mitades

Criatura (Parte 1)

FemaleSirius, +18, Filias, Criaturas oscuras, Sangre, Sexo explícito, Sexo explícito con un no-humano.

-No eres humano... No del todo...

La miró impasible desde arriba con las manos en la espalda, apretando la varita. Lo había descubierto.

Ahora tenía un problema porque NADIE (excepto Dumbledore, y Lupin porque se habían visto mutuamente y se habían olido), ni siquiera Lily, lo había sabido nunca.

Ahora tendría que matarla.

Y era un problema doble porque era la madrina de Harry Potter y mucha gente se daría cuenta de su ausencia. Sobre todo ahora, que acababa de salir no hacía mucho de Azkaban como inocente y tenía mucha gente a su alrededor.

Ahora vendría lo típico: mirada de asco, intentaría huir y él la mataría.

Puede que un Avada, puede que se dejase llevar por su naturaleza oscura.

Ella le miró, con sus ojos plata- Si descubrí a Remus, ¿cómo no te iba a notar?- Ladeó la cabeza perrunamente- ¿Alguna vez me lo enseñarás? Una noche con la poción para Remus, me podría transformar y podríamos hacer una competición...

-¿No te asusta?- Preguntó totalmente en serio pero sin mostrar ninguna emoción.

-¿Debería? Suena divertido, la verdad.

... ¿Divertido?

No pensó en ello mucho más, aunque si que miró de otra forma a la mujer desde entonces. La veía más... ¿Valiente?

No, Black no era valiente, era imprudente. Treinta y cuatro años de imprudencia.

Pero no había retrocedido un ápice desde que lo supo. No cambió su forma de tratarle, excepto que en sus bromas habituales había alguna insinuación a que ahora tenía más formas de matarla.

Ese día su naturaleza pedía salir y moverse, llevaba un par de meses sin transformarse y su otro yo empezaba a "ponerse pesado".

Se desvistió y se puso un pantalón de rafia marrón a la altura de las rodillas que tenía goma en la zona del cinturón para adaptarse a los cambios de su cuerpo, luego, se guardó la varita en un hueco de la costura lateral del pantalón que estaba reforzado para recibir golpes e impactos.

Después, simplemente saltó desde su ventana al suelo y cayó sin hacer ruido. Todo estaba oscuro excepto el camino que iba de la entrada del Colegio al campo de Quidditch y la desviación que llevaba a la puerta. Pero él se deslizó en la oscuridad, escuchando los animales, los ruidos de dentro del Castillo y las parejas escondidas entre los arbustos.

Fue al Bosque Prohibido, que para él muy prohibido no estaba. Tanto por su estatus de profesor como por el hecho de que era su territorio de caza.

Cuando estuvo a una distancia prudencial se dejó llevar, suspirando con fuerza y notando como cambiaba su cuerpo. Como cambiaba su forma de ver, andar, oír, oler y notar... Se dejó caer contra el suelo, rebozándose en la tierra, las hojas y el olor a humedad y petricor. Luego, de un salto se encaramó de golpe en una rama y comenzó a desplazarse entre saltos y a caminar usando sus cuatro extremidades.

Se cruzó con los centauros, con el jodido perro de tres cabezas, trolls, lechuzas gigantes, gatos salvajes...

Y un grito humano.

-¡¡Hija de puta!!- Un par de golpes se escucharon y vio un destello de hechizo, corrió hasta allí- ¡Arania Exumai! ¡Joder!

Y la vio.

Sirius Black se enfrentaba a cuatro arañas de al menos dos metros de largo, había dos más muy mal heridas a un par de metros.

-A tomar por culo... ¡Avada Kedabra!- Una cayó al suelo totalmente muerta pero las otras dos intentaron acorralarla mientras la tercera lloriqueaba en el cuerpo de la que acababa de morir- ¡Vuestra nueva líder os habrá dicho quién soy! ¡Soy Sirius Black, maldita sea, y si tengo que matar a vuestra estúpida colonia, lo haré incluso desde el más allá! ¿¡Entendido!?