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MIRADAS ‼️ Denver, 1978
UNIVERSAL, POV !!
— Sabes, si no quieres ir al colegio está bien, de todas formas tenemos que pasar por tus cosas a casa y eso hará que llegues tarde — hablaba Mefisto hacía su pequeña mientras se sentaba al lado de ella. — Está bien, si puedo ir — la voz de la pelirroja no sonaba como habitualmente, sonaba triste, apagada y cansada lo último quizás sea de tanto llorar y de las pocas horas de sueño que tuvo. — En mi ropero hay ropa tuya, por si quieres cambiarte — Mefisto se paro de la cama y salió del cuarto, a los segundos hizo lo mismo Sabrina yendo hacia el cuarto de su hermano para sacar alguna prenda.
Esta vez no tuvo problemas para elegir, ni si quiera eligió, lo primero que vio que era de ella lo tomó. Una camisa de manga larga azul con lineas de colores y unos pantalones básicos.
Salió de allí para tomar unos zapatos que se habían quedado en casa de su hermano hace algunas semanas, pues cuando Mefisto la arrastró fuera de aquella casa salió sin zapatos y en pijama.
— Vamos — dijo el mayor mientras tomaba las llaves del departamento y una manzana —. Toma alguna fruta, ayer no comiste y no cenaste muy bien así que tómala.
Sabrina se acerco hacia las pocas frutas que tenía, un plátano, dos manzana y un puño de uvas que parecían echadas a perder. Tomó una de las dos manzanas restantes y salió junto con su hermano del departamento.
El departamento del mayor de los hermanos Davis, era horrible, estaba en una zona poco favorable pero accessible, solía escucharse todo lo que hicieran los vecinos por las paredes delgadas y a veces había vagabundos en las puertas del edificio descuidado, pero no podía pedir mucho si solo pagaba 131 dólares el mes.
Como ya es conocido cuando los hermanos iban juntos la felicidad siempre se notaba, esta vez fue la excepción, Sabrina no hablaban y para no incomodar Mefisto tampoco lo hacía. Todo era silencio, y si la circunstancias fueran diferentes quizás la pelirroja lo agradecería pero ahora no, lo único que quería era escuchar una voz, una voz que conocía demasiado bien.
Llegaron a la casa Davis, se pararon frente la puerta color blanca, ninguno hacía ningún movimiento, Mefisto acercó su mano a su cara para verificar la hora, eran las 7:52, quizás Lorena ya no se encontraba en casa.
Tomó el valor y camino hacia la puerta, abrió despacio y sin hacer ningún ruido, por un momento Mefisto pensó en hacer un chiste de lo dramático que se veía la situación y lo tenebrosa que se podría pensar si es que alguien los veía entrar con tal cautela a esa casa.
Cuando entro nadie apareció, tampoco escuchó alguna voz o sintió algún movimiento, la casa estaba en completa soledad. Sin esperar a que su querida hermana pelirroja entrar tomó con rapidez la mochila de su hermana y cerró de un golpe la casa, quizás algún vecino escuchó aquel gran ruido que salió después del golpe. El mayor de una mano traía la mochila y de la otra a su hermanita, el silencio seguía y la tensión podría ser cortada con un alfiler incluso.
Al llegar a la escuela por fin alguien habló y ese alguien fue el hombre, diciendo;
— Pasó por ti al terminar las clases, no te vayas a ir sola por nada del mundo y si un extraño te ofrece dulces, gritas y corres — Brina simplemente asintió con la cabeza y beso la mejilla de su hermano para caminar hacia la puerta de su escuela.
Las clases parecían aún no haber iniciado pues todos estaban afuera de sus aulas con su respectivo grupo.
Antes Sabrina se consideraba así misma como una más del montón de humanos que existían, era un pequeño grano de arroz rojo entre todos los demás, y aunque se sentía inviable ese día no lo sentía.
Todas las miradas, todos los ojos recaían en ella, todo mundo parecía conocerla y saber sobre ella. Susurraban y descaradamente la señalaban, "las noticias corren rápido" pensó, después de caminar unos simple segundos y ver cómo todos la observaban como animal en circo sintió un fuerte abrazo, alguien se le había tirado encima y ese alguien era Finn Blacke.
Sabrina se dejo abrazar sin más, lo necesitaba, necesitaba el abrazo de alguien, no le importaba que todo mundo la mirara y que las ganas de llorar cada vez se hacían mas fuerte.
Ninguno hablaba o hacía algún sonido, aquel abrazo servía más que mil palabras.
Después de varios segundos ambos chicos se separaron, Finn tomó la mano de Sabrina y sin queja alguna se dejó llevar Davis.
— ¿A donde vamos? — hablo Brina viendo que cada vez se alegaban más de su salón de clases. — Ambos sabemos que no quieres estar en este lugar y se me olvidó la tarea de gramática, ya sabes cómo es esa señora. — ¿Tenebrosa? — Iba a decir enojona, pero igual es tenebrosa.
Ambos caminaron lentamente a la parte trasera de la escuela, atrás de los baños, lugar que hizo recordar a ambos el día en el que su vínculo de amistad creció más y todo gracias a Robin Arellano. Finn comenzó a hablar sobre todo en si, Sabrina hablaba después de varias horas en donde decía máximo 10 palabras por fin hablaba sin necesidad de llorar, pues Finn en ningún momento le recordó o decidido tocar el tema de Robin.
Solo eran ellos, solo eran la pelirroja y el rubio, tranquilos comiendo el desayuno de el chico mientras hablaban sobre temas que adolescente de los 70's solían hablar.
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!! AUTHOR'S NOTE: Vuelvo a publicar este capítulo por que algunos me dijeron que no logran verlo, así que aquí está de nuevo.
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