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ES UNA PROMESA ‼️ Denver, 1978
UNIVERSAL, POV !!
— Nos vemos el lunes Sab — se despidió Donna mientras salían de la escuela, las horribles clases habían acabado y el fin de semana nuevamente se hacia presente. — Claro Donny, dile a tu mamá que me llame cuando haga lasaña — Sabrina escucho un "claro" de parte de Donna mientras se acercaba al coche de su padre, en la salida vio a los Blacke quienes ya tomaban rumbo a su casa y por el otro lado estaba Robin.
— ¿Vendrá tu tío, chico rudo? — No brujita, te estaba esperando, te voy a acompañar.
Ambos comenzaron a caminar alejándose de todos, Sabrina tomaba fuertemente su skate recordando cómo Mefisto le había dicho que lo tomara fuertemente del eje y si alguien le quería hacer daño lo alzara y diera un golpe directo a la cabeza, "precauciones" según su hermano.
— ¿Que tal las clases? — preguntó Arellano interesado, pues muchas de las clases que el tenia no las compartía con aquella linda niña. — Horribles, el lunes voy a ver a una rana muerta en ciencias, es asqueroso. — Uy cuidado — comenzó hablar con voz "macabra" y "tenebrosa" aquel chico —. Existe la leyenda de que las ranas de laboratorio cobrarán venganza un día, se levantarán de la muerte, tomarán aquel frío bisturí y ¡ellos le abrirán el estómago a su asesinos! — Robin simulo que se apuñala así mismo mientras sacaba la lengua y abría de una manera saltona los ojos.
La pelirroja solo lo miro de manera extraña para reír fuertemente.
— Eres raro, muy raro. — Si, lo sé, me lo dices seguido.
Se quedaron en silencio, aunque ambos cuando estaban juntos hablaban hasta por los codos había momentos en donde el silencio ganaba. Un silencio cómodo, aunque no hablaran, y solo se escucharan los sonidos que los rodeaban se sentía bien al lado del otro, era como estar en paz.
— Hemos llegado a su bello castillo, princesa. — Soy una bruja. — ¿Entonces te llamo reina? Ya sabes, como la reina de Blanca Nieves. — ¿Entonces tú eres el Príncipe Florian? — No, no, no, el es feo y yo guapo — Robin se tocó dramáticamente el pecho mientras movía de lado a lado su cabeza. — Si, claro que si. — ¿Fue sarcasmo? — No, acabo de ser sincera. — Está bien, te creo, nadie puede negar que soy guapo. Nos vemos brujita — el niño estaba apunto de dar la vuelta pero rápidamente la pelirroja habló.
— Oye Arellano, ¿no quieres quedarte? Te presto mis cómics, puedo pedirle a Mefisto que te lleve por la tarde. — No puedo, hoy mi tío va a comer a casa así que tengo que estar presente — Sabrina asintió con la cabeza sin decir nada, la preocupación la mataba de poco a poco aunque no quisiera admitirlo —. ¿Te pasa algo? Te ves muy rara, más de la común.
