Pesadillas Retorcidas (Traduccion) (Cancelada)

Caras Nuevas

"¡Ah, saludos Mineta! ¡Llegaste a tiempo!" Iida exclamó cuando Mineta se acercó a él y a Uraraka, quienes esperaban en la puerta de Midoriya.

El chico asintió mientras trotaba para unirse a sus amigos. "Sí, me aseguré de llegar un poco antes. Supongo que ustedes también tuvieron la misma idea". Dijo Mineta.

A decir verdad, estaba muy emocionado de estar haciendo una pequeña sesión de estudio con sus amigos, fue un buen descanso de la paranoia y el terror que había sentido estos últimos días, estaba empezando a cansarse de la palabra "campamento". .

"Es mejor llegar temprano, en lugar de llegar tarde", proclamó Iida. "Prefiero que alguien se irrite porque llegué un poco antes que alguien que se enoje porque llegué tarde".

Mineta asintió. Iida tenía un buen punto, llegar temprano probablemente causará una reacción menos enojada. "Entonces, ¿esperamos como cinco minutos?"

Uraraka sudó por la pregunta. "Eso es lo que me preguntaba, pero no sé si Deku se está preparando o no, sinceramente, tengo un poco de miedo de tocar ya que llegamos temprano". Se frotó la nuca tímidamente.

Mineta se encogió de hombros. "Creo que deberíamos esperar, en caso de que esté preparando algo o limpiando algo".

A Iida pareció gustarle la sugerencia. "Estoy de acuerdo, creo que no nos gustaría tener prisa si estuviéramos en los zapatos de Midoriya en este momento".

Y así lo hicieron, fueron cinco minutos incómodos para el grupo, sin tener ningún tema de qué hablar. O estaban perdidos en sus pensamientos o miraban la pantalla de su teléfono por aburrimiento. Y uno de ellos estornudaba ocasionalmente cada 30 segundos. No sucedió nada realmente emocionante, para alivio de Mineta.

Porque estaba muy cansado de cualquier tipo de emoción, solo de los últimos días. Esperaba que esto le hiciera olvidar todo este asunto del viaje en el tiempo, aunque fuera por un momento. En este momento estaba parado con Iida, quien acababa de guardar su teléfono después de enviarle un mensaje de texto a un miembro de la familia. Uraraka parecía estar un poco nerviosa, sin duda ansiosa por estar en la casa de Midoriya.

Finalmente, perdiendo la paciencia, Mineta levantó la mano para llamar a la puerta de Midoriya. Estaba bastante seguro de que habían pasado cinco minutos, ¿verdad? Bueno, estaba a punto de averiguarlo de cualquier manera, y esperaba que si estaba equivocado, Midoriya no se amargaría demasiado. Pero este era Midoriya, por lo que las posibilidades estaban a favor de Mineta de cualquier manera, ya que Midoriya no se enojaba fácilmente. Sin embargo, cuando la mano de Mineta se levantó para tocar, el destino parecía tener un plan muy diferente para él.

La puerta de aspecto sencillo se abrió repentinamente de manera agresiva, sorprendiendo a los tres estudiantes. Sin embargo, solo pudo abrirse hasta la mitad, ya que cierto chico de las uvas se interpuso en su camino. Mineta gritó de dolor cuando la puerta lo clavó en su pequeña frente. Se escuchó un golpe muy audible cuando la puerta hizo contacto con el cráneo de Mineta. La fuerza del impacto hizo que Mineta tropezara en el suelo, mientras se agarraba la cabeza en agonía. La puerta se cerró rápidamente y se volvió a abrir solo un poco cuando una figura salió rápidamente por la puerta.

Los ojos de Iida se agrandaron. "¡Mineta!"

Uraraka hizo una mueca cuando vio que la puerta golpeaba a Mineta, sabiendo que eso tenía que doler. "Ouch... Mineta, ¿estás bien?"

"¡M-Mineta! ¡No quise hacer eso!"

Mineta ahora era muy consciente de una nueva voz ahora. Supuso que era Midoriya, ya que era decididamente masculino. Sin embargo, no respondió, su respiración normal ahora se redujo a sisear a través de sus dientes apretados por el dolor. "Oh mie-...dispara, eso duele..." Mineta susurró de dolor. Después de aproximadamente quince segundos de él siseando y agarrándose la cabeza, los ojos de Mineta finalmente se abrieron a unos verdes preocupados.