— Siento haber tardado — me disculpo con una sonrisa.
Los negocios, son los negocios, él está aquí como cliente, ese percance es imperdonable.
— No te preocupes, yo...
Se corta a media frase sorprendido, o más bien asustado por algo o alguien, sus ojos se abren y su piel palidece por momentos, curiosa sigo su mirada, bajo el umbral de la puerta se encuentra un Derek furioso, su mirada lanza llamas, dirigidas hacia mí, mi cuerpo entero se puso en alerta, no sé porque esta enfadado, pero tampoco tengo ganas de quedarme a averiguarlo.
— Lucas, déjanos a solas — ordena con voz dura.
Mi cuerpo entero se paraliza, su hermano es un hombre sabio, sin decir nada, ni protestar, me abandona con una fiera que amenaza con comerme, no podía juzgarlo, yo en su lugar hubiera hecho exactamente lo mismo. En silencio Derek cierra la puerta detrás de él, la tensión en el aire se puede cortar con cuchillas, estoy incómoda, por primera vez puedo decir que me siento intimidada por este hombre.
— Sabes, puedo entender que estes enfadada por el testamento que leíste, de verdad que si....
— Derek yo...
— Entiendo que quieras un espacio para pensar sobre nosotros y yo intento dártelo — me explica con tranquilidad, intentando mantener las composturas.
— Derek yo ya...
Quiero expresarle todo lo que siento, pero con una mirada me obliga a callar, es su momento de decir lo que piensa, de desahogarse.
— Puedo ser muy tolerante contigo, no me importa porque te amo, pero lo que no voy a tolerar es que me utilices como lo acabas de hacer, no soy un vibrador andante que puedas usar y dejar abandonado como si no valiese nada — habla mientras se acerca peligrosamente a mi — Jamás he amado a nadie en mi vida como te amo a ti, pero tengo un límite para tus jueguecitos, no lo sobrepases — me advierte con voz dura.
Lo miro sin saber que decir, tiene razón, debí haber manejado esa situación de otra manera, las hormonas me jugaron una mala pasada, se sintió utilizado, no era mi intención, quería que disfrutara, quería que se sintiera centro de mi atención. Elevo la mano en un intento de tocarlo, pero retrocede un paso rechazando mis caricias, dolió.
— Lo siento— me disculpo en apenas un susurro, avergonzada.
Suelta un suspiro, sin embargo, no me mira, mira a su alrededor evitando mi mirada insistente, deseosa por hacer conexión con la suya, no pasa.
— Mi padre ha organizado una gala benéfica, el viernes en la casa familiar — me informa, pero su voz es dura — Vas a ir.
No es una pregunta, más bien una orden que no admite replica, tampoco espera mi respuesta, se da media vuelta y se marcha cerrando con fuerza la puerta detrás de él, por un momento me siento tentada a ir detrás de él, mi padre me enseñó a no dejar a las personas marcharse enfadadas, pero las reprimo, soy consciente que estoy sobrepasando la poca paciencia de Derek, necesita tiempo, necesito tiempo, aclarar mis pensamientos, ponerle orden, siento tantas cosas que no se identificar cual es la genuina, lo necesito cerca...no, lo quería cerca y no sabía si eran las hormonas que me jugaban una mala pasada o simplemente el amor incondicional que siempre sentí por él, tal vez solo el afán de crear una familia de verdad, necesitaba pensar, pero como siempre mis deseos nunca son realizados pues pronto la puerta de mi despacho se abre de golpe dejando paso a una más que enfadada Stefany.
— pero a ti que coño te pasa?¡ — gruñe casi fuera de sí.
Esa mirada asesina por unos momentos me sorprende y siento la necesidad de apaciguarla, pero en seguida recobro la compostura, estamos en horario laboral y en lo que a mí respecta ella trabaja para mí y no tiene derecho ni poder para irrumpir de esa manera y hablarme de la manera en que lo está haciendo.
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Amor después del divorcio (Editando)
ChickLitAlexia Haunt, una mujer con carácter, mas fuerte de lo que pretende demostrar, casada con Derek Black, un multimillonario con secretos, lo ama tanto pero ni el amor mas grande puede perdonar el mayor secreto de Derek, que se empeña en que siga siend...