☢️🍁𝗗𝗲 𝗩𝘂𝗲𝗹𝘁𝗮 𝗔 𝗟𝗮 𝗚𝘂𝗲𝗿𝗿𝗮🍁☢️

30. Heridas abiertas.

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.•𝐄𝐧 𝐄𝐥 𝐏𝐚𝐬𝐚𝐝𝐨•.
1945

Con el Escuadrón 201 y el ejercito estadounidense...

México junto el escuadrón integrados por sus patriotas, luego de recibir la apresurada noticia de su traslado que no fuera en Europa (pero ellos ya tenían una idea de donde lo trasladarían porque el ejército de Hitler estaban en su punto débil ante sus contrincantes) se encontraba en el buque de nombre Fairisle en camino a lo que seria Filipinas, mas en especifico en Porac, para librar una lucha contra los japonense y liberar a los filipinos de la tiranía nipona en sus tierras.

México estaba en la borda del barco admirando el anochecer mientras que sus compañeros y demás soldados jugaban con cartas, apostaban, cantaban y bailaban sones para llevar el viaje mas a gusto y ligero, viendo los últimos rayos de sol y el como el azul predominaba en el cielo por un momento le hizo recordar a esos días oscuros cuando fue torturado por ordenes de Díaz por traición, ocultar y proteger a aberraciones de la sociedad.

Esa celda junto a la oscuridad lo acompañaron por muchos días que hasta en ese momento no recordaba cuantos fueron en concreto. Era horrible el dolor de los azotes en sus espalda, golpes en su cuerpo por los soldados, sus burlas, sus humillaciones inhumanas, el hambre y el miedo de no poder nunca de ese calvario.

Fuera de su celda tampoco era el mejor ya que muchos de sus amigos, considerados como maricones, les eran torturados y obligados a trabajos forzados, pero el llevo la peor parte porque el alego por ellos y protegió sus secretos por meses. Podía escuchar sus rezos para que Dios los perdonara por sus pecados, suplicas a los soldados para que los dejaran libres y ayuda para conseguir por lo menos un mísero pan. Y el no podía hacer nada por ellos, se sentía impotente, quería salir y ayudarlos.

Sin embargo, después de ser liberado por unos mineros en medio de un terremoto y ser curado la mayoría de sus heridas su mentalidad cambio, ya no quería salvarlos, quería matarlos con sus propias manos porque si no fuera por ellos el estaría en su antes hacienda recostado en sus suaves cobijas en una cama hecha en el extranjero y de su gusto en vez de dormir entre tierra, humedad y fríos constantes por la noche.

Ya no los consideraba como amigos, sino los culpables de su sufrimiento, si no hubiera conocido ese grupo secreto, si no hubiera querido  entenderlos, si tan solo los hubiera acusado el estaría sin ninguna marca de las horribles heridas que tenia en su espalda, sin tan solo no lo hubiera conocido en ese balcón en ese baile.

─Suspiro* Como me caga pensar en esa escoria─ dice el mexicano y se retira a su cuarto en busca de sus cigarrillos de tabaco que pudo comprar en San Francisco antes de partir.

Llega a su habitación y encuentra sus cigarrillos, se sienta a la orilla de su cama, saca su encendedor y le prende fuego a su cigarro para enseguida darle una larga y profunda calada de ese humo a su boca, contenerla por unos segundos y dejarla ir por el aire.

La música era tenue y relajante, sin embargo, su mente lo sigue traicionando y lo transporta a ese primer encuentro que tuvo con ese hombre en los años 1900...

///Flashback///

En una noche del enero 15 del año 1900, México se encontraba en una fiesta en honor a que el presidente de la Republica Mexicana de nombre Porfirio Díaz, inauguro el primer tranvía eléctrico de Zócalo-Tacubaya que se construyo en su territorio, era una buena noche a pesar de que el aire era fresco por los inicios del año, hablaba con las personas de trivialidades como el clima, otras veces comentaba sobre el gran avance tecnológico que estaba teniendo el pais y que con ello lograrían la grandeza absoluta.