Goodbye Emmy (Terminada)

Capitulo 25

Una semana después

 

Valeri: no lo sé, ¿Jason me escuchas?-dije desde el patio trasero de  la casa-

Jason se asomó por la ventana de mi habitación y  sonrió levantando sus dos pulgares, sonreí mientras me abrazaba a mí misma, solo faltaban dos días para que Emmy saliera de rehabilitación, sería el sábado, Jason había llegado hace tres días atrás, hemos planeado todo para la gran propuesta de matrimonio. Me encantaba la idea de Jason ya que era muy creativa al igual que Emmy, él decía "debe ser como ella, loca y hermosa, claro, las pizzas también estarán"  entro a la casa buscando mi teléfono y las llaves del auto, Jason baja las escaleras y me las quita de las manos, rio mientras camino al auto.

Jason: ¿crees que le guste todo?

Valeri: claro, es tal como ella-reí-

Jason: estoy nervioso...

Valeri: ¡Hey vamos! Anímate, todo saldrá bien-sonreí-

Iríamos a retirar el anillo que Jason había encargado a un viejo amigo de su abuela, la madre de Jason no estaba viva y su padre jamás estuvo para el así que solo seriamos Emmy y yo.

Bajamos en el mall donde trabaja el señor, caminamos hasta la tienda y una humilde mujer de unos 70 años con algo de peso y el cabello blanco nos sonríe, sabe quiénes somos así que busca al hombre cual sale con una cajita de color rojo...

X: hola Jason y amiga de Jason-saluda con amabilidad-mi nombre es Augustos, a sus servicios.

Jason: gracias Gus, ¿está listo?

Gus: sí, creo que tu novia tiene gustos muy peculiares-rio un poco al igual que la anciana- Margaret, querida, el es el codiciado chico.

X: oh, mis disculpas, soy Margaret la esposa de Augustos, todo un placer-sonríe-

 Jason abre la caja y el pequeño anillo de oro y bronce se presenta, la figura de pizza es hermosa tan delicada para las manos de Emmy, sentía una alegría inmensa al verlo pero Jason sonreía emotivo viéndolo, suspira y le doy  un beso en la mejilla.

Jason: es perfecto, muchas gracias.

Margaret: ehm joven antes de irte deseo decirte algo, si estás seguro de amarla pues bendice a los mil vientos su vida, nunca sabes cuándo podrá irse.

Jason sonríe y asiente, despido con la mano saliendo del local.

A la mañana siguiente

 

 

Estaba en mi habitación, sostenía un café mientras escuchaba algo de música con mis audífonos, estaba acostumbrada a usar viejas camisetas grandes que taparan mi trasero hasta al muslo, solo llevaba una de esas mientras el sol traspasaba las ventanas, escucho unos ruidos en la entrada, no presto atención pero noto que algo sube por mi ventana, dejo la taza de café en la cama y miro, Jason, estaba rojo mientras subía, ayudo jalándolo haciéndolo caer sobre mí, rio un poco sintiendo la respiración agitada.

Jason: está aquí, Emmy, está aquí-dice agitado-

¡¿Qué?!

La puerta se abre, Emmy estaba mirando la escena, sus ojos empiezan a aguarse cada vez más, Jason se levanta corriendo pero creo que Emmy corrió hasta la puerta. Maldigo colocándome rápidamente unos jeans y mis zapatillas, corro hasta la entrada pero Jason grita frustrado, el me mira y entiendo que debo buscar las llaves del auto, ya con ellas en la mano acelero  todo moto intentando encontrar aquella melena roja.

Jaso: ¿Qué paso? ¿Por qué no nos avisaron que vendría hoy?

Valeri: no lo sé-digo frustrada- Emmy, me preocupa, quien sabe dónde está y que hará, no quiero que cometa una estupidez por un error de nosotros.

Froto las manos en el volante, siento que mi mundo se viene abajo con todo esto, Emmy no me lo perdonara pero solo fue un error.