Despertó en cuanto un rayo de luz del sol que se coló en su ventana golpeó sin piedad su rostro. Un dolor punzante se instaló inmediatamente en su cabeza.
Tocó su frente y se sorprendió cuando tomó con su mano un paño que estaba un poco húmedo y se deslizó. Se sintió mareado, enfermo. No se ubicaba bien y sus pensamientos eran borrosos.
Volvió a recostarse, pues poco a poco, el dolor de cabeza aumentaba conforme trataba de recordar lo ocurrido, pues no recordaba (casi nada) luego de llegar de sus clases en la tarde. Decidió dejar de pensar.
El chillido de la puerta le hizo abrir nuevamente sus ojos, dirigiendo su mirada hacia la persona que iba entrando.
—Ya despertaste, que alivio. —Se sentó a su lado con paños húmedos y comenzó a retirar el que tenía en su frente. —¿Cómo te sientes?
—Me duele la cabeza... —respondió acomodándose. —¿No fuiste a trabajar hoy?
—Llamé a la oficina, pedí que me dieran el día. —le entregó una pastilla y un vaso con agua. —No iba a dejarte con esta fiebre tan terrible.
Izuku se tomó la pastilla y se dejó mimar por las manos de su madre, si bien tenían una buena relación de madre/hijo, su cuido y sus caricias, siempre hacía sentir a su alma ser reparada.
Cerró los ojos y sentía como todo lo malo salía de su ser.
—Voy por el desayuno para que comas algo... —le colocó otro paño húmedo en su frente, para después ponerse de pie.
De pronto, Izuku se sobresaltó sentándose de golpe en su cama, recordando algo importante.
—¡La escuela! ¡Mamá!-
—Ya le informé a tu profesor tu condición y a Ochako también, no te preocupes por eso.
—¿Qué hora es?
—Son las 11 a.m. no tiene caso que te preocupes por eso, ahora espera aquí mientras voy por algo para que comas, ¿Bien?
Izuku solo atinó a asentir y ver como su madre salía de la habitación.
No entendía qué pasó, ¿Cómo fue que llegó a estar inconsciente hasta el mediodía? Más aun, ¿Por qué no recordaba la noche anterior? Quizá sea por la fiebre que dice su madre que tenía.
Pero no es propio de Izuku el enfermarse de la nada.
Se acomoda con la esperanza de volver a dormir, pero en cuanto cierra lojos, imágenes sangrientas se cruzan en su cabeza cuál flashbacks sin ningún orden.
Escucha gritos, ve sangre, se siente aterrado.
Recuerda estar feliz, recuerda reír y el tacto cálido de alguien que está a su lado protegiéndolo.
Recuerda correr de algo, más bien, de alguien. Sabe que si se detiene es su fin. No sabe a dónde ir y de pronto, alguien más aparece en su campo de visión.
Siente el sabor metálico de la sangre y traga pesado sintiendo su garganta arder.
Parecía un trailer de alguna película de terror. Se revuelve en su cama y considera que lo mejor es mantenerse despierto.
Así hasta que su madre regresa con su desayuno, procediendo a comer en cuanto el plato llegó a sus manos.
—¿Cómo fue que llegué a enfermarme?... —pregunta a mitad de las frutas y el yogurt.
—No lo sé... —responde quitando su vista de la revista que leía. —escuche ruidos en tu habitación en la madrugada y me asusté, así que vine a ver qué ocurría... Estabas delirando de la fiebre.
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Luna Sangrienta |Bakudeku-Katsudeku|
FanfictionIzuku nunca ha estado solo. Siempre creyó haber soñado o imaginado a alguien que le ayudaba cuando tenía miedo en las noches de su niñez, pero, ¿Quién sabe? bien podrían ser viejos recuerdos y no sueños. Un día al despertar, comenzaron a aparecer he...