Luna Sangrienta |Bakudeku-Katsudeku|

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—Entonces... ¿"Él" volvió?..

—¡Sí!, ¡¿No te parece increíble?! —Emocionado le contestó.

—Eh, ¡Sí!.. Es... ¡Es estupendo!.. —Una risa nerviosa salió de ella luego de su evidente incomodidad y asombro tras escuchar lo que su mejor amigo le narró, ha ocurrido.

—Mientes fatal. —le miró con reproche.

Ella gruñó llevándose una de sus almohadas para cubrir su rostro. —Izuku...

—¡¿Tu también crees que estoy mal de la cabeza?!

—¡¿Qué?! ¡No!

—¡¿Entonces?!

—¡No sé qué decirte, ¿Bien?!

Ella quitó la almohada de su rostro y se sentó en su cama con notoria frustración, Izuku copió la acción sentándose también.

—¿Por qué no? Es extraño, pero me siento feliz, ¿No puedes sentirte feliz también?

Ochako miró al vacío unos segundos, tratando de pensar la respuesta más honesta, pero sin dañar a su amigo.

—Pues, que tú amigo imaginario volviera no me hace del todo feliz... —pero por la mirada en el rostro de su amigo, supo que no eligió bien las palabras. —No quise decir-

—¿"Amigo imaginario"?

—Izuku...

—No es un invento de mi cabeza. —sentenció.

—Y no estoy diciendo que lo sea, solo... Está bien, pero, no le digas a nadie más ¿De acuerdo? —En realidad no sabe cómo seguir o detener la conversación.

—Te contaba todo lo que pasaba hasta los 6 años, y tu siempre me apoyaste ¿Por qué crees que ahora me lo inventaría y además tenga que ocultar mi emoción?

Ochako se puso de pie comenzando a caminar por la habitación, pensaba y pensaba las cosas dando vueltas mientras mordía uno de sus dedos de la frustración.

—Y lo sigo haciendo es solo que... Teníamos 6 años y menos, Izuku... Y ahora... Ya no somos unos niños ¿Comprendes?

El silencio se instaló en la habitación, Ochako volvió su vista a Izuku, quien ahora veía al vacío, sin nada que decir mientras permanecía inmóvil.

Izuku era alguien reservado pero le contaba todo a su amiga, porque ella es la persona a quien más apego y cariño le tiene. Como una persona que le cuesta socializar, que es callado con unos, pero un parlanchín con sus personas más allegadas, solo tenía una persona a quien le contaba absolutamente todo sin pensarselo mucho, pues esa persona había estado con él en momentos muy difíciles, y siempre le tomaba su mano para afrontar sus miedos.

Pensó que ella sí creía en él...

No se esperaba que al contarle que su “amigo” volvió, ella le diera esa respuesta.

Eso le trajo tantos recuerdos de su infancia...

—¿Izuku?...

—Perdón, tengo que irme.

—No, espera, yo-

Pero ella no terminó de hablar, pues él ya había salido de la habitación.

Suspiró, estaba cansada de esa situación. No sabía qué debía hacer o decirle, creyó que todo lo del "amigo imaginario de Izuku" había quedado en el pasado.

No creyó que había hablado de él todo este tiempo desde la primer semana de clases, aunque claro, lo sospechó, aún así trató de mantenerse al margen. Trató de hacerse creer a sí misma que la persona a quien su amigo buscaba era real.