Teatro dimensional

15.- Deku: Entrenamiento

Mei sintió un escalofrío recorrer todo su cuerpo pero su rostro seguía con la misma sonrisa, Melissa se percato de aquella temblorina.

Melissa- ¿Estas bien Mei? -Pregunto.

Mei- Si, solo sentí una sensación rara como si algo paso pero fue borrado... O cambiado -Respondió sin dejar ver la tableta.

Melissa se limito a reír ligeramente.

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Se prende la pantalla.

El examen de admicion estaba cerca, a una semana específicamente, Izuku estaba emocionado, solo tenia el brazo vendado y en 4 días estaría recuperado completamente, todo estaba yendo de maravillas para él, desde que ambas heroínas llegaron a su vida todo cambio para bien, al fin paso la tormenta, ahora estaba en los días soliados, sabía bien que acabaran, pero sacara el máximo provecho antes que llegue.

— ¡¡Vamos niño!! ¡¡esas piernas no se harán solas!! —Grito la heroina coneja.

Izuku soltaba leves quejidos de esfuerzo, estaba en una maquina de ejercicio de piernas, tenía que separar ambas paredes pero el plus era mantenerlo abierto por 20 segundos.

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Todos se comparecieron a Izuku y el tortuoso ejercicio que estaba haciendo, a la vez motivo algunos.

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—  ¡¡20!! -Grito con alivió y agonía a la vez.

Cerrando algo rápido las paredes, recostandose en el asiento mientras respiraba agitadamente.

—Bien hecho, te mereces un descansa.

Izuku no respondió, estaba centrado en vivir, pero fue sacado de su concéntracion y  de la silla de una patada cortecia de Mirko.

— ¡¡Eso diría Nana!! ¡¡5 minutos y vuelves!!

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Todos- "El infierno en persona" 
  -Pensaron aterrados.

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Pensó seriamente que eran días nublados por el entrenamiento extremo.

Desde que se lastimo el brazo, solo descanso 2 días, Nana queeia dejarlo por más tiempo pero Rumi se negaba, "perderá el ritmo, si no puede con los brazos, sera con las piernas" esa fue su respuesta. Obviamente le preguntaron a Izuku, el cual excedio dándole razón a Rumi generando preocupacion a Nana, pero ya había decidido.

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—Ya llegue —Alzando la voz, entro al lugar con una bolsa en la mano—. Que día tan movido, detuvo una persecución, un robo de banco y ... ¡¡Midoriya!!

El motivo del grito fue por ver a Midoriya con las piernas completamente abiertas y detrás de él mientras unas ligas lo detenían y Rumi tomaba los hombros para que no se levantara, pero lo que le preocupo fue la expresión de su rostro a la vez que estaba rojo del esfuerzo.

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Los chicos deviaron la mirada de la pantalla sintiendo escalofrío por todo sus cuerpos especialmente en sus intimidades.
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—Hey Nana —saludo como si nada
  —. ¿Trajiste zanahorias?

— ¡¡No te hagas como si nada!! ¡¡Dejalo!!

— Solo le falta un minuto, lo lograra —Dijo presionando más a Izuku contra el suelo.

— ¡¡Dejalo!!