Cap 17: Crónica de un final anunciado

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Al día siguiente, Nino agradecía y le gustaba que Daiki ayer la halla tratado de una forma un poco más dulce de lo normal pero quizás debió decirle que no se sentía del todo bien - Pero yo también quería pasar tiempo con él después de lo que pasó - pensó antes de darse vuelta buscando el rostro de su amado solo para darse cuenta de que solo estaba ella en la cama.

- ¿Huh? ¿Habrá tenido que ir a la empresa? - pensó mientras miraba hacia los lados buscando a Daiki en la habitación - Por lo menos pudo despedirse - dijo para si misma mientras se dirigía hacia la cocina para hacer el desayuno.

- Ese idiota piensa que puede pedirme que me quedé y luego irse sin siquiera despedirse ¿Qué se cree? - preguntó al aire mientras se sobaba un ojo a la par que entraba en la cocina.

- Buenos días para ti también. ¿Vas a querer té o café? - preguntó Daiki recostado en un repostero mientras tomaba un sorbo de su taza.

- ¿Eh? ¿Escu... Escuchaste lo que dije? - recibió un asentamiento de cabeza por parte de Daiki - ¡Solo estaba preocupada porque no me dijiste nada al despertarte!

- Está bien - dijo simplemente mientras se acercaba a la mesa - Entonces, ¿té o café?

- Un... Un té, por favor - nuevamente recibió un asentamiento de parte de Daiki antes de dejar su taza encima de la mesa y ponerse a preparar el té a Nino - ¿No estás molesto por qué te dije idiota? - preguntó algo extrañada.

- No. Tienes razón. Debí haberte avisado cuando me desperté después de todo pasaste una experiencia mala el día de ayer - respondió Daiki mientras dejaba una taza de té en la mesa - Espero te guste - comentó con una sonrisa antes de darle un beso a Nino en la frente - Iré a despertar a Azumi - informó antes de salir de la habitación dejando a Nino con intriga.

- ¿Por qué siento que está actuando raro? - pensó mientras miraba por donde Daiki habia salido.

Después de desayunar junto con Azumi, Daiki se ofreció a llevar a Nino a su casa como ya era costumbre entre ambos.

- ¿A donde fuiste ayer? Demoraste mucho para solo traer un bote de helado.

- Ya les dije que no encontré en las tiendas cercanas y que tuve suerte de encontrar a un señor que me lo vendió - explicó Daiki por segunda vez.

- Pero es que...

- Por cierto, ¿estarás libre más tarde? - preguntó en un intento de cambiar de tema.

- Ahm... Sí, hoy solo nos dejaron practicar una receta pero no es demasiado complicado. ¿Por qué la pregunta? - cuestionó Nino mientras alzaba una ceja.

- Hay una pequeña feria que llegó hace poco. Quería saber si te interesaba ir.

- ¿Una feria? Claro, pero... ¿No debes atender a tu empresa?

- Descuida, puedo encargar a alguien y así podemos salir mañana los dos - informó Daiki mientras acariciaba la mejilla de Nino.

- ¿Es eso correcto? - preguntó Nino insegura de lo que le decía Daiki.

- Solo quiero pasar tiempo contigo. ¿Es acaso eso algo malo?

- N-No... Está bien, recógeme a la una de la tarde, ¿de acuerdo? - dijo Nino mientras ponía su mano sobre la de Daiki que seguía acariciando su mejilla.

- Pasaremos una tarde maravillosa - informó Daiki con una sonrisa.

Más tarde, en el departamento de las quintillizas

- ¡Estoy en casa! - informó Nino una vez cerró la puerta.

- Oh, Nino. ¿Qué tal la pasaste en la casa de Igarashi-kun? - preguntó Itsuki.

Como dos gotas de aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora