Entre los reflectores (bakutodo)

Capítulo I: El inicio

Incómodo. Así se sentía. Estaba siendo observado por al menos 10 pares de ojos, no le gustaba para nada. Algunos lo veían con mucho interés, otros sorprendidos y unos muy pocos con aburrimiento. Había llegado a primera hora del lunes, donde la clase 2A se preparaba para su clase teórica de Historia del arte II. Eran apenas las 9 de la mañana y ya quería irse de ahí.

-Escuchen.- Habló la profesora de la clase.- Este es el nuevo alumno, transferido de Shiketsu, espero lo traten bien y que lo integren.

Pronto se escuchó el bullicio.

¿Shiketsu? Era de las academias más prestigiosas junto a la UA. La diferencia era su método de enseñanza: en Shiketsu todo era sumamente estricto, rozando con lo que sería una escuela militarizada, mientras que en UA era todo mucho más flexible.

-Preséntate, cariño.- Le indicó amablemente al bicolor la profesora Kayama1.

Inseguro, dio un paso adelante.

-Mi nombre es Shoto.- Seco.

Apretó la correa de su mochila. No era bueno con las palabras, se sentía fuera de lugar y era el chico nuevo. No se le ocurría nada más que decir y, sinceramente, no quería decir más.

Se hizo un silencio incómodo.

-¿Eso es todo?- Preguntó la maestra.

Todoroki asintió levemente con una expresión seria y fría.

-De acuerdo, ¿alguien tiene preguntas?

Rápidamente hubo varias manos levantas.

-Midoriya.- Dio permiso Kayama.

-¡Hola!, soy Midoriya Izuku, pero puedes decirme Deku, ¿cómo es Shiketsu?

-...Estricta.- Contestó neutral, pero Midoriya pudo percibir cierto odio.

-Kirishima.- Habló la maestra.

-¿Cuántos años tienes?- Preguntó muy animado el pelirrojo.

-17.

-¿Cuándo es tu cumpleaños?- Era raro para Kirishima, ahí ya eran todos mayores de edad al pasar a su segundo año.

-Enero, 11.

-¡Oh! ¡No falta tanto! Deberíamos hacer algo.- Dijo un rubio demasiado llamativo que estaba detrás de Kirishima.

-¡Kaminari!- Regañó la maestra.

-Lo siento, lo siento.- Le dijo a la maestra y luego se dirigió al bicolor.- ¿Así es tu cabello?

Pareció pensárselo por un momento, todos creyeron que no contestaría.

-... No, me lo tiño.

-¡Debe ser mucho trabajo! Son dos colores por la mitad.

-¡Sus ojos igual son de diferente color!- Gritó una chica.

-Ashido...- Kayama le llamó la atención, era un grupo curioso, ruidoso y extrovertido.

Sintió las miradas sobre él aún más intensas, prestando atención a sus ojos e, instintivamente, desvió la mirada.

-Hasta aquí lo dejaremos, pueden seguir conociendo después a su compañero.- Dijo a la clase.- Puedes sentarte ahí, cariño, a un lado de Yaoyorozu. Alza la mano Momo, para que te vea Shoto.

La chica así lo hizo, y justo cuando se dirigía a su lugar escuchó un comentario.

-¿Qué hace aquí?- Sonó realmente frío, incluso con asco.

El bicolor lo miró sin decir nada.

-No hay espacio para engreídos como él.- Había hablado en voz baja, pero lo suficientemente alto para que algunos de sus compañeros lo escucharan.