Capítulo XI: Días festivos

310 42 9
                                    

Habían pasado algunos días desde aquel suceso y Shoto no paraba de repetirlo en su cabeza a en bucle a modo de miseria autoimpuesta. Cada cuánto su vergüenza por su torpeza lo invadía y se torturaba por un tiempo. Su familia lo había estado observando, su hermana ya le había tratado de preguntar, pero nada. Prefería morir con el secreto.

Ahora mismo, se encontraba viendo hacia el techo, sin mucho que hacer. Sus ejercicios diarios ya los había cumplido, ya había almorzado y, sin muchos amigos y una familia ocupada, no encontraba en qué entretenerse durante su tiempo libre. No es como que no le gustara estar solo, porque de hecho, lo disfrutaba, sin embargo, a veces le parecía demasiado...

-¿Shoto?- La voz de su hermana lo distrajo de la cadena de malos pensamientos que parecía estar viniendo.

-Dime, Fuyumi.- Se recostó sobre sus codos para verle a la cara.

-¿Me acompañarías a hacer unas compras?

No tenía nada que hacer y estar solo en ese momento no le parecía buena idea.

-¡Gracias! ¡Cúbrete bien! Está nevando fuera.- Salió.

Miró hacia su ventana.

-Parece que es así...- Murmuró para sí mismo. Le gustaba el frío, pero de vez en cuando le traía un sentimiento nostálgico.

Se cambió de ropas con calma y se encontró con Fuyumi en la puerta lista para irse.

Ya en la tienda, se perdieron entre los pasillos. La música de fondo era navideña, había gente corriendo de un lado a otro y no podía sentirse más fuera de lugar. Comenzaba a arrepentirse por salir.

-Me dijo Touya que lo hiciste increíble en tu presentación, ¿cómo te sentiste?

-Uhm, bien. No fue tan difícil como creí.

-¡Qué coraje! Me hubiera gustado ir, ¡tienes que avisarme a la siguiente! No sólo le digas a Touya, también eres mi hermanito...- Dijo su hermana sin afán de reclamarle.

-Lo siento.- Se sintió un poco culpable.- Creo que podría invitarlos, a los cuatro, a la siguiente.

Fuyumi sonrió feliz y emocionada.

-¿Vendrá la novia de Natsuo a la cena de Navidad?- Preguntó para cambiar la conversación.

-Sí, ayer confirmó que sí, me da mucho gusto. Natsuo se ve muy feliz con ella.

-Y tú... ¿No traes a nadie?- A Fuyumi le pareció raro. Shoto normalmente no se interesaba por esos temas.

-Mmm no. He empezado a salir con alguien, pero es demasiado pronto para traerlo a una cena familiar.

-¿Los demás lo saben?

Fuyumi rió.

-No, eres el primero. Así que no lo digas. Seguro papá y Touya enloquecerán por la noticia.

A Shoto le hizo gracia. Su familia era muy celosa con Fuyumi.

-¿Y Touya traerá a alguien?

-¡Ese descarado!- Refunfuñó su hermana.- Supe que estaba saliendo con una chica hace unos meses, pero no funcionó, bueno, no creo que haya hecho mucho esfuerzo por hacer que funcionara. ¡Ah! Luego me contó que estuvo viéndose con un chico, creo que igual bailarín... Pero nada. Ya lo conoces. Ahora creo que no está viendo a nadie.

Touya había tenido una relación de cuatro años con un chico hace tiempo, pero por alguna razón se separaron. Nunca les contó la razón, pero desde eso no estuvo en ninguna otra relación seria. Salía temporalmente con algunos chicos, ocasionalmente chicas también, pero nunca tenían una duración de más de cinco meses.

Entre los reflectores (bakutodo)Where stories live. Discover now