Capítulo X: Cena de Navidad

321 39 32
                                    

16 de diciembre. Todos se preparaban para la cena de Navidad, pues al día siguiente irían a sus casas por las fiestas y se verían hasta el próximo año. Todos corrían, cocinaba, reían y regañaban.

Shoto había podido integrarse un poco más a su grupo. Midoriya era la persona más empática y comprensiva que había conocido, era curioso y risueño, siempre dando lo mejor y ayudando a quien podía. Se había convertido en un buen amigo para él, de los primeros a quienes podía llamar amigo incluso. Había pasado bastante tiempo con él y era agradable. Kirishima no se quedaba atrás, era muy amigable, social y noble. Siempre estaba atento con él y de vez en cuando éste le pedía ayuda con algunas materias, cosa que no negaba a hacer. Era de las pocas personas que lograban hacerlo dejar salir una suave risa. Sero también estaba ahí; al compartir piso se ayudaban mutuamente. A veces iba a su habitación para ensayar, pues estaban en la misma especialidad. A veces, le daba mangas y le enseñaba vídeojuegos. A comparación de Denki y Eijiro, era mucho más tranquilo, pero no menos agradable. Shinso, inesperadamente se había llevado muy bien con él. A menudo regresaban caminando de sus clases a las habitaciones. Era un poco más parecido a su personalidad, por lo que creyó que no podría hablar mucho con él, pero resultó estar equivocado. Las pláticas entre ellos fluían increíblemente bien y había descubierto que tenían mucho en común. También era un buen amigo. Se habían vuelto un poco más cercanos porque ambos, después de un tiempo, se cansaban de estar rodeados de gente; se habían encontrado en un momento en el que ambos huían de las personas y les pareció gracioso.

Ellos eran a quienes podía considerar más cercanos, pero había logrado convivir más con Iida, Uraraka y Momo. Con los demás se llevaba bien, y esperaba que con el tiempo pudiera conocerlos mejor.

Y Bakugo... Era especial para él, aunque no lograba identificar cómo.

Después de una de las mejores cenas de Navidad que había tenido, y después de recibir un pequeño gato de peluche por parte de Koda, la clase A decidió jugar. Había un poco de todo: juegos de mesa, twister, videojuegos y más.

Estaba sentado en el sofá, cuando miró hacia la ventana y vio a Bakugo apoyado en el barandal. Sin pensarlo mucho, salió.

-Toma.- Shoto le extendió un suéter más grueso que el que tenía Katsuki.

El rubio lo aceptó sin decir nada. Se moría de frío, pero le había gustado estar fuera.

-¿Qué haces aquí? Desde ayer ha estado nevando y que yo recuerde no te gusta mucho el frío.

Bakugo resopló, viendo su propia respiración en el aire.

-Mi madre me llamó, hace un momento terminó la llamada y decidí quedarme un rato aquí.

-Ya veo.- Se apoyó también en el barandal, viendo algún punto a lo lejos.

Se instaló un cómodo silencio, donde se podían ver las respiraciones y donde se escuchaban las risas de adentro.

-Quería decirte...- Era Katsuki.- Yo... Um, bueno... En realidad me gustó mucho tu presentación.- Se moría de la vergüenza al decir semejante halago, era demasiado para su orgullo.

-Oh, ¿así que cumplí con tus estándares?- Lo volteó a ver.

Su pregunta había sonado tan inocente que no pudo evitar sonreír. Shoto estaba sonrojado por el frío, pero tenía una dulce expresión en el rostro que pocas veces se lograba ver.

¿Cómo no vas a cumplirlos?, se preguntó internamente.

-Sí, bastardo.- Puso los ojos en blanco.- Pero no puedes decirle a nadie que te dije esto, si no te mato, ¿me entendiste?

Entre los reflectores (bakutodo)Where stories live. Discover now