01

6K 263 24
                                    

Park Sulli, una chica de cabellos castaños, estatura mediana; algo molestosa con los que le tiene confianza.

Una chica muy amable y educada, suele no hablar demasiado, o a veces no habla por la timidez, por miedo a que la hagan guardar silencio.

Sulli, aquella chica que tiene sentimientos hacia su mejor amigo, hacia aquel hombre tan caballero.

Kang Tae-mo, el mejor amigo de Park Sulli.

.
.
.
.

Miraba entretenida aquel drama por la televisión, no prestando atención a lo que él mundo le rodeaba.

—¿Me estás escuchando?—Decía su hermana.

Volteo a verla, frunciendo el ceño, fastidiada porque la habían interrumpido en su momento de ver novelas.

—¿Qué?—Dijo, haciendo una mueca.

Young-seo abrió su boca ofendida, golpeo la frente de su hermana con su mano haciendo que esta suelte un quejido.

—Oye, respeta a tu hermana mayor—Dijo, señalandola.

—¿Por qué me golpeas?—Dijo la menor.

—¿Por qué no me escuchas?—Dijo la mayor.

Sulli asintió cabizbaja—Perdón—Dijo.

Young-seo asintió con una leve sonrisa en su rostro.

—Papá tendrá que conversar contigo sobre un tema.. comprometedor—Dijo.

Sulli frunció el ceño, ¿tema comprometedor? ¿De qué estaba hablando?

—¿Tema comprometedor?—Dijo, extrañada.

—Yo tampoco sé de lo que dijo, pero me dijo que te dijera, esto suena como un trabalenguas—Dijo, frunciendo el ceño.

Sulli bufo, golpeando el suelo con sus pies, odiaba esos momentos de intriga.

Suspiró, levantándose del cómodo sofá.

—¿Quiere hablar conmigo justo ahora?—Dijo, haciendo una mueca.

Asintió, comiendo las palomitas de maíz que ella misma había preparado.

—Bien, no te comas todo—Dijo, mirándola fulminante.

Young-seo asintió lanzando sus dedos, en forma de bien.

Sulli bufando se dirigió hacia la planta baja, exactamente a la habitación donde su padre tenía su segundo despacho. El primero yacía en su gran oficina, la segunda era aquí

Entró sin siquiera pedir permiso.

—¿Me llamabas?—Dijo, mirándolo con una ceja alzada.

El padre asintió, mirándola con seriedad.

—Siéntate—Dijo.

Sulli asintió, dirigiéndose al asiento que yacía frente a él.

Al ya estar cómodamente sentada, escuchó a su padre carraspear.

—Esto es serio y no quiero que lo tomes a chiste, quiero seriedad ante este asunto—Dijo, extendiendole unos papeles.

Ella frunció el ceño leyéndolos, ¿que carajos era estos papeles?

Su corazón se aceleró, su rostro se sintió palidecer al ver "compromiso" en los papeles..

—¿Que rayos es esto?—Dijo, alarmada.

—Tu compromiso con tu mejor amigo, ¿no es maravilloso?—Dijo, mirándola con una leve sonrisa.

Frunció el ceño.

—¿Maravilloso?—Dijo, molesta.
—¿¡Esto te parece maravilloso!?

—¡No grites!—Dijo su padre, señalandola—Hace unos meses escuché que estas enamorada de tu mejor amigo, quise darte esta linda sorpresa—Dijo.

—¡Pero no esto!—Gritó, levantándose del asiento.

—¿¡Entonces que es lo que quieres, eh!?—Gritó, señalandola.

—No quiero algo a presión para el, quisiera que el estuviera verdaderamente enamorado de mi, no que lo presiones con algo delicado—Dijo, mirándolo con enojo.

El hombre negó bufando.

—La vida no es así, piensas que esto es fácil. ¿Crees que algún día se fijara en ti si no es a cambio de acuerdo? Eres tan patética—Dijo, mirandola con Decepción.

Sulli negó amargada.

—No pienso eso, pero si el no siente lo mismo que yo, aunque me duela lo dejaré que sea feliz, no seré una egoísta como tu lo fuiste—Dije, con lágrimas en los ojos.

Me miró dolido.

—Cría ciervos, y te sacarán los ojos—Dijo, mirándome enojado.
—Largate de mi despacho, esto se cancelará, estarás metida como una estúpida esperando su amor. Patética.

Sulli asintió, saliendo de allí.

Con lágrimas en los ojos se fue de la casa queriendo tomar aire, despejarse de todo los problemas que están sucedediendo..

Sintió la vibracion en su bolsillo derecho, era su hermana.

Ignoró lo que su hermana le había escrito, caminando hacia cualquier lugar lejos del ruido.

Sintió la vibracion, ahora era una llamada.

Frunció el ceño mirando quien era, su corazón se aceleró al ver que era su mejor amigo quien la llamaba.

Rápidamente contestó sin siquiera esperar al siguiente pitido.

Buenas noches, Lili—La voz dura de Tae-mo en la línea.

—¿Llegaste?—Dijo, nerviosa.

—Claro que llegué, podría decir que hace tres horas.. También podría decir que te estoy viendo justo ahora—Dijo, en un leve susurro.

Las mejillas de Sulli se sonrojado al tono dulce que había utilizado en ella, volteo muchas veces, intentando percibir su mirar.

Allí lo vio.

La llamada finalizó, vio como el guardaba su celular, ahora encaminandose hacia la dirección donde ella se encuentra.

Sulli también camino hacia su dirección, sintiendo su corazón queriendo salir de su cuerpo.

Al estar solo a centímetros.

—Lili—Dijo, el apodo que el mismo le había creado, abrazándola delicadamente, temiendo a dañarla.

Lo recibió gustosamente, cerrando los ojos. Queriendo estar así para toda la vida.

Al separarse, ella lo pudo apreciar mejor, el puso su mano en la mejilla de ella, sintiendo lo caliente de su rostro sonrojado.

—Te extrañé—Dijo, Sulli.

Asintió, besando la mejilla de esta, sintiendo lo suave que era su piel.

Aunque ella no lo supiera, el tenía los mismos sentimientos, el sentía lo mismo.

Sus sentimientos son mutuos, ellos no lo sabían, o quizá si.

...

Propuesta laboral.      |Tae-Mo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora