Epílogo.

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|NARRADOR/A|

El día de hoy, Minho estaba más nervioso que nunca, con las manos empapadas en sudor, entre ellas, sujetaba una pequeña cajita recubierta en terciopelo negro. Dentro de esta, había un anillo de compromiso de plata con un pequeño diamante en el centro. Sin duda, Minho estaba a punto de desmayarse.

-Tranquilo Minho, Jisung va a decir que si, ya veras. -Dijo Jeongin intentando tranquilizar a su hermano-

-¿Pero y si no está seguro? ¿Y si vamos muy rápido?

-¿Rápido? Lleváis casi 7 años juntos, ambos sois mayores de edad, tenéis una casa, trabajo, 3 gatos, un perro y os amáis como nunca ví amarse a dos personas.

-Pero somos muy jóvenes aún.

-A ver, Minho, tenéis 22 años, y yo me casé antes que tu, por lo que me casé más joven, la edad no tiene nada que ver. Y no pongas más impedimentos para proponerle matrimonio, tu solo inca la rodilla en el suelo, pon la Caja en tu mano, abrela y hazle la gran pregunta. El resto será rápido, ya lo veras. Hazme caso, tengo experiencia en eso. -y es que si, Jeongin fue el que le propuso matrimonio a Hyunjin, aunque todos pensaban que sería al revés- Y prepárate rápido, Jisung debe estar al llegar y le prometiste que os iríais a una cita nada más el llegará de trabajar. -Minho solo asintió y fue hacia el cuarto de baño, donde peinó por vigésimo quinta vez su cabello. También revisó que el poco maquillaje que se había puesto estuviera bien y que no se debía de retocar en ese aspecto, según los cálculos de Minho, aun le quedaban unos 10 minutos para revisar su cabello, su aliento, su maquillaje y su vestuario por unas 50 veces más-

Y efectivamente, unos 10 minutos después, Jisung llegó a casa, siendo recibido dulcemente por todos sus "hijos" los cuales se peleaban por ver quien era el primero en recibir una caricia por parte de su dueño. Jisung se apresuró a acariciarlos a todos prácticamente a la vez, pero le era casi imposible, eran demasiados para solo dos manos. Cuando término de ser recibido por sus hijos, fue hacia el salón, donde se encontraba Jeongin, sentado en el sillón.

-Hola Jisung. -dijo con una sonrisa-

-Hola Jeongin, ¿que tal estas?

-Muy bien, gracias. -volvió a sonreír-

-Y... ¿Donde está Minho?

-Está en el baño, supongo que saldrá en un momento, ya sabes como es Minho.

-Por suerte o por desgracia se como es Minho. -dijo soltando una pequeña risa- Bueno, mientras el sale del baño, iré a cambiarme de ropa.

-Está bien, yo le avisare a Minho en cuanto salga.

Jisung solo le sonrió y se fue hacia la habitación que compartía con Minho, abrió el armario y escogió una ropa más cómoda que la que llevaba. Cuando terminó de vestirse, se aseguró de que todo estuviera bien, que su cabello estuviera bien peinado, que su ropa estuviera impoluta, sin ninguna mancha, y que su rostro se veía bien. Después de revisarlo todo, fue al salón, donde ya estaba Minho, tan guapo y apuesto como siempre.

-¿Nos vamos? -preguntó Minho, Jisung asintió y sonrió-

Ambos salieron de la casa, pero antes, Minho besó a Jisung.

-Se me había olvidado darte eso. -dijo sonriendo-

-Así me gusta, ya pensaba que no me darías ese beso nunca.

-No quería dartelo frente a mi hermano, aunque ya está más que acostumbrado. Pero bueno, ahora si, vámonos.

Ambos fueron hasta el coche, primero subió Jisung, en el lado del copiloto, y después, subió Minho, este arrancó el coche y pusieron rumbo a un lugar desconocido para Jisung.

Guarda silencio Hannie|| MinsungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora