𝗔𝗳𝘁𝗲𝗿𝗴𝗹𝗼𝘄 | 𝑱𝒐𝒆 𝑩𝒖𝒓𝒓𝒐𝒘.

Capítulo 11.

– No hay nada que recuperar aquí, Pierre.

Hizo su intento por acercarse a besarme, pero le impedí. Y también interpuso Joe, quién ni siquiera había notado cuando había llegado.

– ¿Qué te pasa, imbécil? Es mi novia.

Dijo Pierre furioso.

– ¿Tú novia? Te equivocas, piloto. Es mi novia.

Joe se puso delante de mi impidiendo que Pierre volviera a acercarse. Me hice a un lado para poder ver a los dos, Pierre fruncía el ceño por la situación. Aún que Joe mentía, por qué aún no éramos novios. Simplemente estábamos saliendo.

– ¿Es tú novio, Allison?

Me quedé estancada, no supe que responder, los miré a ambos quiénes también me veían fijamente a mi.

– S.. sí.

Una mentira a nadie le hacía daño, y yo quería tener fuera de mi vista a Pierre, no quería que hiciera un esfuerzo en vano cuando alguien más estaba robando mi corazón. No quería siquiera verlo, así que no me moleste más en mirarlo.
Sólo escuché una risa llena de ironía viniendo de él.

– ¿Tan necesitada de amor estabas cómo para buscarme en el primer idiota que te topaste? Eres una zorra, Allison.

¿Acababa de escuchar bien?

– No la llamaste así.

Dijo Joe y antes de que Pierre pudiera responder, lo tomó de la orilla de la camisa poniéndolo contra la pared.

– Tenemos problemas ahora, Gasly. Y no los voy a resolver a palabras. Así que repite lo que le dijiste.

Él se quedó callado.

– Claro, fuiste el primer idiota en su camino, presa fácil.

Intenté separarlos e incluso grité por ayuda pero ninguno apareció.

– ¿Presa fácil o fue que tú la descuidaste tanto que ella se canso? No culpes a la demás gente de tus errores, se un hombre y admite que fue tú culpa no la de ella.

– Joe.. suéltalo, por favor.

Dije una vez más, tratando de que se calmarán las cosas, Joe me miró de reojo y soltó a Pierre casi estampando contra la pared.

– No quiero que vuelvas a acercarte a ella, o si no yo mismo te pondré tus límites.

Soltó a Pierre casi estampando su cuerpo contra la pared, Pierre había logrado mantenerse en pie. Aún que sólo miro a otro lado disimulando, nunca antes había visto a alguien que le pusiera en su lugar. No así como ahora.
Joe extendió su mano hacia mi y yo la tomé sin pensarlo, ambos caminamos saliendo de ahí. Ese momento tan... Ni siquiera había palabras para explicarlo.

– Es un tonto, yo.. lamento haberte hecho pasar por eso.

– ¿Por qué lo lamentas? Yo siempre te defenderé, y justamente de esos patanes.

Paramos nuestro camino justo en su auto, él abrió la puerta de copiloto para que pudiera entrar. No lo negué y entré al coche, colocándome el cinturón de seguridad. Después el hizo lo mismo.

– Y tampoco quiero dejarte sola, así que le pediremos de favor a Tee que pase por algunas de tus cosas y te quedarás en mi casa. No quiero arriesgarte a estar sola y en el mismo paradero de ese loco.

Pierre nunca llegaría a esos extremos o más bien eso creía yo. Era tóxico, agresivo y muy estúpido pero jamás haría algo como acosarme o llegar al grado de perseguirme.

Dicho y hecho, Joe llamo a Tee para pedirle que pasará por algo de ropa a mí casa, él era de suma confianza así que no había problema con él.
También fuimos por algo de comida a un restaurante rápido, exactamente Mcdonald's, pasamos al súper y compramos cosas que seguramente necesitaríamos en la noche.

¿Por cuántos días viviría a su lado? Era mi verdadera pregunta. No quería que pensarán que yo lo presionaba a adelantarnos a vivir juntos cuando aún ni formalizamos...
Ignore todas las cosas estúpidas que pasaban por mi cabeza y me concentre en Joe.
Tratamos de elegir fruta pero me di cuenta que era malísima en eso. Las risas en Joe al ver que no podía ni escoger un buen aguacate surgieron.

– No te burles, soy fotógrafa no profesional en vegetales, frutas o verduras.

– No puedo creer que no sepas, eres una ternura.

Dió un beso en mi cabeza.

– Oye, déjame. Todos cometemos errores.

– No te enojes, ven.

Extendió su brazo llamándome.

– No iré.

Me cruce de brazos, el término de escoger y entonces fue hasta mi.

– ¿Me perdonas? Si me perdonas te compro lo que quieras.

– Bueno.. puede ser.

No podía negarme ante esa oferta, aún que más bien lo hice por poder tenerlo cerca.

– Vamos a un baño.

Bien, no acepto que me juzguen. Solo Dios y Taylor Swift pueden hacerlo, pero es qué.. el ahí tan dispuesto para mí y con su camisa gris que le quedaba un poco apretada y sus brazos... Lo bueno es que no querías amar,. Allison.

– ¿Se puede saber para que quieres ir a un baño?

– No sé.. ¿para que iríamos a un baño?

– No puedo creer que me lleves a extremos de hacer esto.

Me jalo de la mano y dejo las cosas en el carro de compras, lo dejamos encargado con un chico de la fila, quién acepto a cambio de 20 dólares. Corrimos hasta el primer baño en el que tuvimos oportunidad de comernos a besos.
¿Esto estaba a punto de pasar?

– ¿A esto querías venir al baño, traviesa?

Respondí con un "Mhm" entre los besos, mientras buscaba la manera de guiarnos hasta el lavamanos, primero nos separamos para que Joe pudiera asegurarse de que no había nadie más con nosotros. Volvió a la entrada para cerrar la puerta con seguro, y rezando para que a nadie se le ocurriera ocupar el baño ahora mismo.

Volvió en seguida para besar y morder mis labios, sus manos se bajaron hasta la costura de mi vestido, pudo acariciar casi todo mi cuerpo y regalarme uno que otro jadeo.

– ¿Acaso es real, Joe Burrow me va a follar en un baño? Estás demente.

Me cargó en sus brazos y camino así conmigo hasta el lavamanos, dónde me sentó en el pequeño espacio que había.

– Estoy demente pero así soy tú bebé.

Levanto mi vestido hasta la cintura, acariciando mis muslos y también mi parte por encima de la ropa. Era un dios, sus simples toques me hacían sentir demás que en el cielo.
La calentura me estaba consumiendo, pero no podía dejar que esto pasará... Dios no, no, ¿que estoy haciendo? Apenas tenía poco con él y también de conocerlo, no podía hacer esto, no. ¿Estaba haciendo lo correcto acaso? No quería cometer más errores y tampoco quería que terminará mal. La respiración de Joe en mi cuello era pesada y deseando más, cuando menos lo pensé el estaba besando desesperadamente mi pecho y mi cuello. Anhelando más.
Por un lado lo deseaba y deseaba hacerlo, pero por otro.. no sabía lo que quería. ¿Algo está mal en mí?