Zayn Malik llegó a Derryville muy tarde, debido al tráfico de los viernes en la interestatal, aunque no le preocupó. La fiesta estaba programada para durar todo el fin de semana. Además, como no lo esperaban, sería más fácil entrar con sigilo, interpretando su papel, y sorprender a su primo. Si disponía de la oportunidad, podría manipular las «pruebas» para achacarle el crimen a Louis. Culpable o no. Se lo merecía por lo de Maxwell Smart.Apagó los faros al subir por la colina que conducía a la vieja mansión Marsden, sin darse cuenta de que contenía el aliento cuando apareció a la vista la imponente estructura. No había cambiado. Oscura y llena de ángulos, era una monstruosidad arquitectónica que jamás había encajado con el pintoresco pueblo del medio oeste.
Daba a Derryville como si fuera un dragón agazapado, que protegiera su ciudad por el suministro de suculentas vírgenes que le proporcionaba. En el aparcamiento lateral de la casa había varios coches, prueba de que había una fiesta. El edificio parecía a oscuras, de modo que era posible que algunas personas se hubieran ido a dormir. O quizá estaban siendo asesinadas en el juego de Louis de «adivina quién es el asesino, antes de que te mate».
Bajó del coche después de dejar las llaves detrás del parasol. En cuanto tuviera una oportunidad, regresaría para meter el Viper en el garaje. También dejó la invitación y la cartera en la guantera, con la intención de meterse en el personaje a partir de ese instante. No le preocupó que alguien pudiera robarle algo. Después de todo, estaban en Derryville.
Al dirigirse al porche, vió un letrero pequeño. Louis se había esmerado y encargado un letrero falso para su posada. «Little Bohemian Inn».
Se detuvo en el primer escalón. —Al fin voy a ver el interior —murmuró.
Recordó noches largas e inquietas en las que había permanecido despierto en su cama, imaginando los horrores enterrados debajo de las tablas del suelo de la casa del Avaro Marsden. ¿Qué diría el viejo si supiera que uno de los residentes más famosos del pueblo había empleado descripciones de la mansión para sus primeros intentos de escribir historias de horror?
La mansión Marsden, con sus polvorientas torres, oscuras e imponentes incluso en los soleados cielos estivales, habían sido una gran inspiración para escribir relatos espeluznantes. Pero prácticamente nadie conocía esas historias, publicadas en viejas revistas ya descatalogadas. En ese momento figuraba en las listas de bestsellers de libros de no ficción.
Nunca había visto el interior de la casa... aunque no porque no lo intentara. En una ocasión, años atrás, Louis y él habían subido por los desvencijados escalones de la entrada para llamar al timbre. Lo habían hecho para comprobar si el viejo Marsden tenía de verdad un doberman llamado asesino, entrenado para arrancarle el trasero a cualquier niño lo bastante idiota como para entrar sin permiso en su propiedad. Marsden no había respondido. Tampoco Asesino. Esperaba que, si había algún fantasma en la casa, Asesino no figurara entre ellos.
Un perro aulló en la distancia y tuvo que reírse de su sobresalto. Desterró viejos recuerdos, apoyó un pie en el escalón y entonces se detuvo. Miles Stone, super espía extraordinario, jamás entraría por la puerta principal... y peor aún, no llamaría.
Sin pensárselo dos veces, dio la vuelta y fue hacia la parte de atrás de la casa. Acababa de cruzar una puerta trasera abierta cuando se dio cuenta de que no estaba solo. Una figura de negro, o bien un fantasma o bien el tipo más atractivo que nunca antes había visto, se hallaba a poco más de un metro.
Se quedó paralizado, y lo vio entrar en la cocina, ajeno a su presencia. Llevaba puestos unos pantalones de cuero y el torso desnudo. Al verlo perfilado contra la puerta, había disfrutado del vistazo de un rostro dulce y suave. Todos los instintos masculinos que poseía se pusieron en estado de alerta al instante, de un modo que hacía tiempo que no experimentaba.