El olor a tabaco es... ¿desagradable? Bueno, en mi caso, adoro el olor, es muy agradable.
Y cierto chico de ojos celestes siempre traía impregnado dicho olor.
—¿Quieres probar? Me miró de reojo y me acerco el cigarro.
—Huele bien, pero no gracias. Lo rechace con una pequeña sonrisa.
—Siempre te le quedas viendo cuando lo fumo, me pareció que te llamaba la atención. Dios, tiene tanta razón.
—Sí, es llamativo. Se que me gustará, y también se que no querré dejarlo por mi poco autocontrol. Le confesé.
—¿Enserio? Yo creía que eras incorruptible. Ja, muy creíble.
—Y yo creí que nunca me pedirias un beso. Contraataque arrogante.
—Tú no te acercabas, así que lo tuve que hacer yo. Un ligero sonrojo se abrió paso en su rostro.
—Es muy impropio de ti que te sonrojes, pero en realidad te ves bastante lindo, Vi. Una sonrisa arrogante se formó en mi rostro.
—Eres una... Tú te sonrojas solo mirandome, quién sabe que te imaginarás. La sangre se disparó a mi cara y orejas. Ahora era el que se burlaba de mí.
—¡Dios! No me imagino nada, solamente eres lindo. ¡Eso es todo! Expliqué torpemente, algo enojada.
— Sí claro, imaginemos que te creo. Tiró la colilla del cigarro en el suelo y lo pisó. Maldito, como me encantas.
—Levanta eso, y tiralo a la basura.
—¿Y si no quiero?¿Qué me vas a hacer? Se paró frente a mí, intentando intimidar por la diferencia de altura.
¿Qué se supone qué debería decir?
—No nos iremos.
—Bien. Sacó otro cigarro y su encendedor.
—¿Es enserio, Hopper? Cruze los brazos.
No respondió. Aspiró el humo del cigarro y lo suspiro en mi cara. Cerré los ojos al recibirlo.
—¿Qué importa? Es solo una colilla, no se acabará el mundo por eso.
Recogí la colilla del suelo y la tire en un bote de basura del otro lado de la calle.
—No era tan difícil. Me fui caminando a casa sin esperarlo.
Fue algo tan simple, no puedo creer que no pudiera cumplirlo.
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—¿Enserio sigues enojada por una simple colilla? Vance me persiguió por toda la escuela. Pero no le respondí ninguna de sus preguntas, que puedo decir, soy bastante rencorosa.
— ¿No me vas a contestar? El silencio siguió por mi parte.
— Exelente, bien. No me contestes no me importa. Sers tu la que se venga arrastrando para que te perdone.
Mi orgullo puede más.
— Me largo, no me llames.
Se dio media vuelta y se fue.
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𝐍𝐎𝐓𝐀: Los personajes utilizados en este one-shot son mayores de edad.
𝐍𝐎𝐓𝐀 2: El humo de segunda mano es más dañino que el de primera, no lo aspiren, esto es mera ficción.