Encontraron a Vance vivo. Y eso sin duda fue la mejor noticia que me pudieron dar. Después de el rapto, el no era el mismo y claro que lo entendía. Pero sentía que lo dañaba cada que quería acercarme.
- Hola cariño. ¿Cómo estás? Le sonreí y me puse frente a él con la mirada fija.
- Bien... Ahí esta, es un poco seco. Pero esta mejorando, antes no hablaba.
- Me alegro mucho, hoy tienes cita con la dr. Julia. Si quieres podría acompañarte.
- Claro. Me miraba a los ojos, me ponía los pelos de punta. Lo amo muchísimo y me encantaría abrazarlo hasta que se le escapara el aire, pero se que eso lo incomodaria.
- Perfecto, te veo después en el almuerzo. Te amo muchísimo, adiós, cariño. No soy muy buena con las palabras, pero sólo por el lo intento.
- Te quiero... adiós. Un cariño muy creciente por un conjunto de sílabas me haría estallar el corazón. Es la tercera vez que me lo dice. ¡Dios, te amo Vance Hopper!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Llegó la hora del almuerzo y lo busqué con la mirada. Pero no lo pude encontrar. A veces se encierra en los baños para comer... pero llevaba una semana y media sin hacerlo, no se que pasó.
- ¿Has visto a Vance? Me acerqué a el chico asiático para preguntar
- ¿Eh? Ah no lo he visto, lo siento. Te puedo ayudar a buscarlo si quieres. Se veía mucho más feliz, después de eso siempre da su mejor sonrisa. Pero se siente algo fingido.
- Bueno, pudo haber ido al baño. ¿Puedes buscarlo ahí? Si lo encuentras solo avisame, no le digas nada.
- Claro. Le agradecí y me fui a las mesas exteriores. Talvez Vance volvió a tener pesadillas con eso, o volvió a tener demaciado contacto. Tal vez lo forze demaciado y no me di cuenta. ¡Carajo! ¡¿Y si lo hice recordar eso con mi forma de acercarme?! Que mierda de novia. Maldita sea, no quiero hacerlo sentir mal, quiero que mejore. Debo tener más cuidado.
Un toque en mi hombro me regresó a la realidad. Era Vance. Gracias a dios.
- Hice esto pensando en ti. Me regaló una flor hecha de papel. Mi corazón casi estalla en ese momento. Tomé la flor y la observé ensoñada, tanto que casi olvido agradecerle.
- Gracias, es hermosa. Dios, lo amo tanto. Tenía tatuada una sonrisa de tonta enamorada, el brillo en mis ojos hacía que mis sentimientos hacía el fueran transparentes. Cuando el me sonrió de vuelta sentí mi corazón acelerarse aún más. Sus ojos tenían el mismo brillo que los míos, y cualquier persona que nos viera sabría cuanto nos amamos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.