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¿Hace cuánto tiempo que no va a casa?

Quizás desde lo de Emma, hizo mal en irse sin despedirse del abuelo. Sin avisar, a la distancia miraba lo que hacía su abuelo, pero lo de Draken lo han hecho desconectarse de todos.

Apagó la moto y camino tranquilamente a su hogar, movió el pomo, no había necesidad de una llave.

Lo primero que vio fue oscuridad, la tenue luz que alumbraba desde al fondo de la entrada. Camino con sigilo, a pesar de que ha estado ahí toda su vida en esos momentos se siente como un ladrón hurgando en una casa ajena.

Subió las escaleras para ver si estaba su abuelo, ya que reviso la sala, cocina y comedor, no había nadie y antes de ir al Dojo decidió revisar las habitaciones.

Primero reviso la del abuelo, no había nadie, la que no quiso pasar y reviso con mucha prisa fue la de Shin, Emma y la de sus padres.

Tenía miedo reabrir las viejas heridas, al recordar que no estará su hermana recostada leyendo revista de niñas o Shin quien se quedaba altas horas arreglando algo de la moto por separado. Sabe que ellos ya no estarán ahí.

La última habitación y quizás la menos probable fue la de los él, pero solo quedaba revisar esa y si no estaba iría al Dojo, quiere disculparse por lo que hizo y hará prontamente.

Abrió la puerta y adentro estaba la persona quién guió a Shin, Emma y los demás. El que le enseñó desde pequeño las artes marciales y educó cuando Shin falleció, su otra figura paterna aparté se su hermano.

Al verlo en su habitación, sentado y viendo un antiguo álbum de fotos, hizo que algo latiera en el fondo de Manjiro.

¿Que era?

¿Tristeza?

¿Culpa o remordimiento?

No sabe que nombre darle a ese sentimiento en su interior, pero decide guardarse lo para ver lo que le ocurría a su abuelo.

Su único pariente vivo es lo único que le importaba en ese momento.

- Oh, eres tú. - le señalo un espacio para que su nieto se sentará junto a él. No lo regañaria, ya está demasiado viejo para eso.

Mikey sin decir ninguna palabra se acercó a su abuelo y miro el álbum que leía. El Sano mayor dio una pequeña sonrisa ante la curiosidad de su nieto, no sabía si abriría heridas o solamente recordara viejos tiempos, con sus manos puso una parte del album al regazo de su nieto.

El menor solo vio fotos del pasado, en como a Shinichiro cargaba a un bebé en sus brazos y le sonreía con ternura, ignorando el hecho que le tomaban una fotografía.

- Ese bebé eres tú. - Mencionó el anciano al ver como su pequeño miraba las fotografías, puede que para la mayoría los ojos de Mikey se vean vacíos, pero son muy pocos los que se darían cuenta que había un pequeño brillos entre aquellos ojos de su único nieto vivo.

Manjiro vio otras fotografías, esa fue la primera vez que Emma peino el cabello de Shin para hacerle dos pequeñas coletas, en sus labios se formó un tenue sonrisa al recordar.

Waka se burló durante un tiempo e incluso para burlar al mayor de los hermanos, le dio una diadema de flores a Emma para que se lo pusiera a Shin.

Oh, pero que equivocado estaba en burlar al que fue su comandante en jefe, Shin al descubrir el porqué de su diadema, hizo algo que solo la familia Sano y Waka recordarán. Shinichiro le consiguió un vestido de princesa a Emma y la convención para que se lo pusiera a a Waka en una visita que tuvo.

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