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🍁 Tres meses después 🍁

Quién hubiera dicho que durante esos tres meses pasarán tantas cosas las cuales fue uno significativo para si mismo, en cierta parte se descubrió que no era tan malo estar en aquella casa o convivir con los alumnos de su abuelo, pues con su rostro a veces inexpresivo se ganó sin querer el respeto en los niños y jóvenes, pues cuando uno de ellos hacia una maniobra que le recordaba a él cuando era pequeño, el sin darse cuenta sacaba una pequeña sonrisa, ante ello logro motivar algunos chicos para ver si se podían ver más de ellas, pues ya era bien sabido que Sano Manjiro era un excelente alumno en el área de las artes marciales y aunque no tiene el cinturón negro, saben que su fuerza es grande. Si una persona así les está enseñando y se ha convertido en su maestro sustituto, es mayor la razón para motivarse y ver aunque sea brevemente esa sonrisa.

Los hermanos Haitani han movido algunos hilos para que los rumores de la Kanto pararán, al igual que otros han prohibido que llegue a oídos de otros que Mikey estaba en el Dojo ayudando al abuelo. Eso último lo hicieron sin que de ojos negros se diera cuenta, pues ya no quieren ponerle más carga y si esos chicos llegarán a ese lugar, Manjiro no encontrara otra alternativa más que irse y llevarse a su abuelo porque lo incomodan.

No hacían nada más que crear uno que otro conflicto mientras aún está activo la Kanto, del cual no tardará mucho en 'desaparecer' y con ellos sus antecedentes, el plan el cual se desarrollaría en los siguientes años han sido reemplazados a unos menos peligrosos, una organización no puede desaparecer de la noche a la mañana, es imposible, o lo era sin el plan de Koko que les dio aquel día.

Quién actualmente estaba de visita a la casa de los Sano, el señor Mansaku descansaba con una taza de té, le sirvió una al azabache mientras escuchaba lo que decía el joven.

- Y ese idiota pensó que con provocarme al compra esa porquería de - no sabía si decir armas, pero decidió dar otro nombre. No quería traumar al anciano, menos ahora que quieren limpiar sus fichas. - ¿Juguetes? - lo dijo al principio con algo duda, pero rápidamente se recompuso, el señor Sano por algo era quien cuido de Mikey, por lo que sabe que rápidamente se daría cuenta de su pequeño deliz, pero va a fingir que no lo hizo. - no recuerdo bien, pero eran cajas, me han dejado una gran perdida monetaria.

Mientras Manjiro enseñaba a los alumnos de su abuelo, varios chicos se encargaban en cuidar al mayor y hacerle compañía, podían platicar lo que querían sin tener miedo. El anciano tenía aquella presencia de seguridad, también no temer de ser juzgado.

Era de esperarse del hombre quien crío a dos grandes líderes como lo fueron Shinichiro y Mikey.

- Te dejara en banca rota si no cambias las cuentas o evitas que se enoje contigo. - opino sonriendo y aguantado una carcajada al oír como Haruchiyo se vengaba sin hacer daño físico, cuando puede dañarlo de esa manera.

Koko igual pensaba, puede que el de cabellos largos sea un Loquillo e incluso fue por un tiempo drogadicto, pero bien puede pensar en algo que no sea matar y dañar. El alejarse de las drogas le ha hecho un bien, pero solo para él, pues si seguía así no tuvieran recursos para ir a la segunda fase del plan.

- Eso haré. - no podía contradecir a la sugerencia del mayor, pues era lo más lógico que debió de hacer desde el principio, pero su mente últimamente no reacciona como quiere.

Miro si taza de té mientras recordaba los viejos tiempos.

- Un pajarito me contó que... - El señor Mansaku hablo mientras le daba un sorbo a su té. - Tenías un amigo del cual te alejaste, también que lo extrañas. ¿Es eso cierto?

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⏰ Última actualización: Oct 22 ⏰

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