Aquella noche después de aquel conflicto de la segunda Generación de la ToMan, Mikey no sintió lo que siente en esos momentos siente (?), al regresar a "casa" nuevamente, el primer pensamiento que tuvo era que sólo sería un momento; ver cómo estaba el abuelo y luego irse, pero en esos momentos eran diferentes, no sería una visita corta y ahora quedaría viviendo con su abuelo.
- Vamos, Manjiro. - El señor Mansaku dijo mientras entraba a casa con muchos ánimos.
Iban acompañados por Doctor Nanase, quien solamente sonrió suavemente y animando con la mirada al rubio que entrase. Al fin y al cabo no estaría poco tiempo en esa casa.
- Voy. - aviso el de baja estatura con una pequeña sonrisa en sus labios, no hay que tener por los fantasmas del pasado, por su abuelo debía de luchar para así no se fuera con remordimientos.
Debía cambiar, pero eso sería de poco a poco, no está solo para ese camino, para bien o para mal, ya ha arrastrado a los ejecutivos de Kanto, por lo que ellos también deberían de tener sus cambios.
Todo por un "buen futuro" uno el cual no traiga consigo el deseo en Hanagaki en traspasar a más.
Entró a casa y sin mucho ánimos, pues está exactamente como el día en el que se fue, no han cambiado mucho desde que decidió abandonar aquel hogar que fue cálido en su infancia y una gran parte de su juventud, desde la pijamas de sus ex-amigos, hasta lo juegos que hacía Sanzu, Baji y él de pequeños.
Aunque la nostalgia lo este invadiendo, da pasos suaves para mirar cada detalle de su casa, el doctor Nanase pone una mano en su hombro dando un apoyo que quizás no sentía que merecía en esos momentos.
Por poco y deja que su abuelo muera solo, sin saber nada del único nieto que está con vida, no es justo que le haya pagado de esa manera con la persona quién lo cuido a el de chiquito y enseño todo lo que sabe de las artes marciales, por Sano Mansaku y Sano Shinichiro es que nació el invisible Mikey.
Ambos hombres intentaron criarlo para bien, sacrificando muchas cosas en el camino, más su hermano mayor, quien sacrificó su vida por la que ahora tiene. No va a defraudar nuevamente a su único familiar.
- ¿Debería aprender a cocinar? - se preguntó en un pequeño murmullo el de ojos negros, pues conociendo a su abuelo quizás no ha comido lo saludable últimamente.
No es él también se haya estado alimentando correctamente, pero con su salud era algo poco importante, no se ha enfermado hasta esos momentos por lo que no hay que preocuparse.
- Te puedo enseñar. - se ofreció el pelirrojo sin mostrar algún signo de burla o sorpresa, si Baji estuviera con vida, no dudaría que se estuviera riendo de su comentario y Emma solo lo viera de manera sorprendida, golpeara a Baji para que no le bajarán los ánimos y se dispusiera en ayudar.
Mikey le vio sorprendido, pero no podía dejar la oferta que le ofrecía, con gusto aceptaría para un futuro no depender nuevamente en nadie más, ya tuvo suficiente con aferrarse a Shin, Kenchin y Emma, pues aún le duele su partida, se siente vacío sin la presente de ellos.
Shin como pudo, se volvió una figura paterna para él, guiándolos al buen camino, saber que las mujeres tenían su carácter y que las palabras dañan más que las acciones.
Emma, fue su pequeña hermana quién le daba mimos cuando estaban solos, que aunque es frío o no es muy demostrativo, siempre le sonreía cálidamente y siempre había un abrazo sin siquiera pedirlo.
Kenchin, se volvió un hermano mayor aún teniendo la misma edad, lo protegía de él mismo para no perderse, siempre regañando en momentos en que eran necesarios, cuidando su salud y alejando de todo mal pensamiento; si es sincero consigo mismo y espera que nadie lo sepa, Kenchin evitó a que se quitará la vida en uno de sus ataques silenciosos. Guardaron el secreto para que nadie supiera, por eso siempre fue sobre protector cuando se escuchaban palabras hirientes.
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Are you happy?
FanficLa pelea de la Kanto Manji vs la Tokyo Manji. Takemichi solo quiere traer devuelta a Mikey, para que tenga un final feliz. Manjiro Sano, la persona quién al pasar de aquellos dos años cambio sus ideales, del cuál no quiere ni desea salvación. ¿Quién...