⁛ Capítulo • IV ⁘ Entre Medias y Encajes 2 ⁛

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Saint recibió este desenvolvimiento con mucha exuberancia. Saludó de vuelta a la erección del mayor frotando sus mejillas ahora resbaladizas con semen sobre la longitud de Zee, como un gatito ronroneante. Dios y nuevamente, Zee no creía haber visto algo tan sexy en toda su existencia, maldición. Guiado por su lujuria, Zee recogió el líquido viscoso de esas regordetas y suaves mejillas. Empujó a su amante sobre su espalda, la pasión rugía dentro de él mientras Saint se acostaba voluntariamente y abría sus piernas. Usando su propia semilla, Zee la deslizó esparciéndola sobre su miembro y luego volvió a alcanzar el trasero de Saint.

Debido a la gran envergadura del magnífico falo que tenía Zee, ahora ambos sabían que necesario el dilatarlo prontamente para poder continuar. Mientras insertaba de una vez dos dedos en el agujero de Saint, traspasando suavemente el anillo de músculo, no pudo evitar sentirse atraído por el miembro aún goteante de su amante. El líquido preseminal que se deslizaba desde la punta parecía brillar en la tenue luz que entraba por las ventanas -y por dios, estaba más borracho de lo que había pensado originalmente si se entretenía con reflexiones poéticas sobre la verga de un chico. Pero de todas maneras, el miembro en cuestión estaba imposiblemente cerca de su boca y, contra todo pronóstico, Zee se sintió tentado a tener una probada. Pero él dudó, y Saint no parecía dispuesto a esperar. Empujó hacia atrás contra los dedos invasores, jadeando el nombre del mayor, arqueando la espalda, mordiéndose los labios y apretando las húmedas paredes de su trasero sobre los ahora tres dígitos que lo extendían y acariciaban. Cubierto de sudor y del semen de Zee, todavía a medio vestir con sus medias y su corsé, y con gemidos saliendo de sus atractivos labios rojos, parecía la viva imagen de un ángel corrompido, un íncubo venido a robarle la razón al abogado.

Hubiera sido necesario un hombre lejos mucho más fuerte que Zee para resistir esto, para resistirse a Saint. Perdió la poca paciencia que le quedaba. Considerando que Saint estaba tan listo como podía estar, retiró los dedos del cuerpo del joven. Apoyó las piernas de Saint sobre sus hombros y colocó su pene en la abertura de su amante. Y en una única estocada, él empujó todo hacia adentro. La sensación más deliciosa lo envolvió, el cuerpo de Saint era el receptáculo más maravilloso que pudo imaginar, tragando cada uno de los muchos centímetros que lo penetraba con codicia.

En un golpe de suerte, definitivamente no lo hizo a propósito, pareció golpear la próstata de Saint, porque su amante gritó. Zee casi esperaba que todos los invitados salieran corriendo de la casa, pero, increíblemente, eso no sucedió. Por parte de Saint, parecía haberse olvidado de tales preocupaciones, después de algunos cuantos segundos en los que el menor se adaptó al ardiente invasor, abrió sus ojos y le lanzó una mirada llena de lujuria, "Vamos, Zee", jadeante susurró "Más fuerte."

Zee se retiró del interior de su amante y volvió a deslizarse dentro, la fricción enloquecedora e insuficiente. Él no mentiría. Al principio, parecía un poco incómodo, el deslizamiento no era lo suficientemente suave con el lubricante no-tan-inspirador que había usado. El agarre apretado del canal de Saint se sintió casi doloroso en la extensión de Zee, y sospechó que en realidad ya se podría haber corrido si no fuera por su anterior orgasmo. Por otro lado, Saint todavía estaba tan cerca del clímax, su miembro furiosamente duro. Zee trató de golpear ese punto de nuevo, pero nunca antes había tenido un amante masculino. Si bien él sabía que la estimulación de la próstata podía ser muy satisfactoria para los hombres, nunca la había probado en sí mismo, y mucho menos en alguien más.

Pero Zee siempre había sido un aprendiz rápido. Era lo que lo había llevado a la escuela de derecho incluso si odiaba las leyes . Y él definitivamente no odiaba esto, de hecho, disfrutó del desafío de llevar a Saint a la cima del placer, especialmente cuando la recompensa parecía tan dulce.

Conflicto de Interés || ZaintSeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora