⁛ Capítulo • VI ⁘ ¡Aguanta ahí! ⁛

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Una semana más tarde


Saint respiró aliviado mientras recuperaba la última de sus cajas del camión. Había conseguido que algunos chicos de la universidad lo ayudaran, pero aun así le había tomado lejos demasiado tiempo el finalmente mudarse al apartamento más barato que había encontrado.

"Gracias, chicos", les dijo a los otros estudiantes. "Puedo hacerme cargo desde aquí".

"No hay problema, Saint", dijo uno de los jóvenes, un estudiante de psicología llamado Mark. "Solo llámame si necesitas algo más".

Saint asintió y recibió un guiño de Mark. El otro hombre recientemente lo había invitado a salir y Saint había estado muy tentado en decir que sí. Pero eso no hubiera sido justo para Mark, ya que Saint aún no había dejado de pensar en cierto chico que había sacudido su vida.

Él no le había contado a nadie el secreto que compartía con Zee. Nat todavía estaba de viaje en su luna de miel e incluso si ella hubiera estado aquí, es probable que Saint se lo habría ocultado, simplemente porque no quería poner a Zee en una posición aún más incómoda. El mayor no se había puesto en contacto con él desde entonces, por lo que Saint sabía que él necesitaba dejarlo todo atrás. Pero simplemente no podía hacerlo, no todavía.

Aun así, le sonrió a Mark. "Lo haré", prometió.

Mark y sus amigos se alejaron en su camioneta y Saint se despidió con la mano hasta que el vehículo desapareció calle abajo. Tenía que admitir que una parte de él estaba agradecido de verlos partir. El alquiler de su actual lugar podría ser más fácil para sus finanzas, pero también significaba que se había mudado a una de las peores partes de la ciudad. Mark había expresado su preocupación más de una vez y Saint ya estaba cansado de escucharlo. Nat ya lo regañaría lo suficiente cuando ella regresara de su viaje.

Una vez que sus amigos se fueron, Saint recogió la última caja y se dirigió de vuelta para entrar. Estaba a solo unos metros de su edificio cuando una voz masculina sonó detrás de él. "Hola corazón. ¿Tus amigos te abandonaron hace un momento? Qué triste."

Saint ignoró al tipo y siguió caminando, acelerando un poco. La dificultad y torpeza en esa voz le dijo que su dueño debía ser una especie de borracho que había decidido coquetear con Saint. Así que él sabía que no debía perder el control con el tipo. No eran ni las seis de la tarde, pero la calle parecía bastante desierta. Aparte de a lo lejos ver a algunos pandilleros que escuchaban música a todo volumen y se reían con la misma fuerza, no podía ver a nadie alrededor. En tales situaciones, la discreción siempre fue la mejor de las decisiones.

"Oye, cariño. ¿No escuchaste lo que dije? Vamos, déjame ayudarte con eso. Puedo llevar esa caja por ti, y tal vez me des alguna cosita a cambio, ¿eh?"

Una mano fuerte aterrizó en el hombro de Saint, deteniéndolo en seco. El temperamento de Saint estalló. Vestía ropa normal, una camiseta y, ok, jeans muy ajustados que marcaban su buen trasero, pero eso no era excusa para que alguien se le acercara de la nada, maldición.  Quizás de espaldas y en su estado de ebriedad, el hombre podría haberlo confundido con una chica. Sin embargo, eso no le daba al tipo el derecho de manosearlo de esa forma.

Para colmo, el bastardo tuvo la osadía de decir, "Vamos, bonita. ¿Cuánto por el servicio completo? Quiero enterrar mi verga en tu coño".

Todavía sosteniendo su caja, Saint se encogió de hombros y se volvió lentamente. "Gracias por la oferta", dijo con frialdad, "pero creo que esto podría ser un malentendido. Estoy bastante bien por mi cuenta y no soy una prostituta."

Conflicto de Interés || ZaintSeeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora