Conflicto de Interés || ZaintSee

⁛ Capítulo • XVII ⁘ Confianza ⁛

🔥🔞❤️‍🔥🔞 Advertencia!!! ...Otra vez... 😌

A pesar de todas sus palabras, la voz de Saint tenía un trasfondo de incertidumbre. Zee escaneó el rostro de Saint, mirando más allá de la sonrisa tímida y la todavía muy presente necesidad. Al final, se dio cuenta de que estaba cometiendo el mismo error una vez más.

¿No había dicho Saint que él quería empezar de nuevo? Estos momentos que ellos compartían no podían ser reducidos a una pura y simple satisfacción sexual. Ellos significaban algo más, ese nuevo comienzo que buscaba el joven. Negar a Saint, negarlos a ambos sería simplemente faltarle el respeto a ese deseo debido al miedo y a la culpa que aún vivían en Zee.

Ahora sonriendo, él se hizo cargo. Los hizo girar a ambos, cambiando sus posiciones para que Saint una vez más se acostara de espaldas sobre la cama. La lujuria todavía zumbaba a través de él, fuerte, potente y dulce, pero por alguna razón, Zee se las arregló para domarla.

Reanudó su previa exploración en el tierno cuerpo del contrario, lamiendo y mordisqueando cada centímetro de piel sedosa que podía alcanzar. Pronto, el miembro de Saint se endureció por segunda vez, sus suspiros y gemidos sin aliento guiaron a Zee hacia caricias aún más atrevidas y a la inevitable consumación de su unión.

Fueron esos mismos grititos los que eventualmente guiaron a Zee para alejarse. Esta vez, sin embargo, él no tenía intención de detenerse. En cambio, se quitó la camisa, luego los pantalones y los arrojó al suelo. Sus calzoncillos pronto siguieron, dejándolo desnudo en la cama frente a su amante.

Saint se mordió el labio inferior y su mirada se centró en la ingle del mayor. Él tragó convulsivamente, sus manos apretando las sábanas y miró fijo el grueso mástil erecto de Zee. El maldito miembro se estremeció bajo el escrutinio quemante de Saint y, como si de una respuesta se tratara, la boca del menor se abrió en una pequeña 'o'.

Casi parecía una invitación, una que a Zee le hubiera encantado aceptar. Recordaba demasiado bien el éxtasis aturdidor que Saint había logrado sacar de él. No obstante, si él hacía eso, probablemente le llevaría un tiempo para recuperarse y ahora lo que necesitaba era correrse dentro del cuerpo de su amante.

Se estiró a un lado hacia la mesita de noche y rebuscó dentro del cajón hasta que encontró lo que estaba buscando. La botella de lubricante que ahora estaba a la mitad, ella junto con su mano derecha, habían sido sus amigas cercanas a lo largo de estos últimos meses. Pero ahora, el lubricante sería utilizado para un fin mucho mejor. Consideró los condones que estaban escondidos en algún lugar del cajón, pero al final, él decidió ir en contra de usarlos. Quería sentir directamente el calor del cuerpo de Saint apretándolo, obtener un real contacto sin nada que se interpusiera y de todas maneras él ya sabía que ambos estaban limpios.

Zee destapó la botella y vertió la mitad de su contenido en sus dedos. Saint se acomodo abriendo ampliamente sus piernas, dando al mayor más espacio para acercarse. Sin embargo, cuando el dedo de Zee rondó contra el rosado ano del hombre más joven, Saint se tensó. Entonces Zee se congeló, preguntándose si esto había sido demasiado pronto después de todo. Él se quedó en silencio, esperando por una señal de Saint.

Mientras el silencio se extendía entre ellos, sus miradas se encontraron y se sostuvieron. Finalmente, Saint asintió. Todavía observando con cuidado el rostro de su amante, Zee comenzó a circular con sus dedos la plegada abertura y comenzó a deslizar con lentitud un dedo en el pasaje de Saint.

Todavía persistía algo de tensión en el cuerpo del menor, lo que hizo que el joven se estremeciera ante la invasión. En deferencia a eso, y también a la decisión de Saint, Zee se lo tomó con calma. Usó ese único dedo para estirar a Saint, insertándolo y retirándolo con suavidad, mientras dilataba el agujero masajeaba aquel lugar bajo sus testículos con el pulgar y con su otra mano alcanzaba la erección de su amante. El miembro había perdido algo de su dureza, pero rápidamente volvió a ponerse completamente erecto bajo el toque de Zee.