Conflicto de Interés || ZaintSee

⁛ Capítulo • XV ⁘ Cena ⁛

Unos meses después

Saint se mordió el labio pensativamente y escudriño su trabajo con ojo crítico. Todo parecía estar en orden. La comida para la cena romántica esperaba dentro del horno, lista para ser servida. La mesa ya estaba puesta, con un elegante mantel, algunos otros implementos necesarios, platos y cubiertos para dos y, por supuesto, una vela alta al centro. Del mismo modo, con solo presionar un botón, la música cuidadosamente seleccionada comenzaría a reproducirse. Solo quedaba un ingrediente perdido. Zee.

Saint echó un vistazo al reloj en la pared, incapaz de contener su impaciencia. "Vamos, Zee", murmuró en voz baja. "¿Pero dónde estás?"

Le picaban los dedos para tomar el teléfono y llamar al mayor, pero él se contuvo. Por mucho que lo odiara, ahora solo tendría que esperar. Pero claro, él ya tenía mucha experiencia esperando, dado que, durante los últimos meses, Zee se había negado a tocarlo.

Frustrado por la demora, se dejó caer en el sofá de la sala. Alcanzó por su cuaderno de bocetos y comenzó a dibujar, mientras su mente divagaba con preguntas y a la vez bosquejaba al hombre que asediaba sus días y sus noches.

En un nivel intelectual, Saint sabía que Zee simplemente quería protegerlo. Él había pasado por un momento bastante difícil después de su secuestro, entrando y saliendo por episodios de depresión, luchando con pesadillas y desprecio por sí mismo. Las visitas periódicas a su terapeuta lo habían ayudado y, como siempre, Nat había estado a su lado. Sin embargo, había sido el soporte inquebrantable de Zee, lo que le recordaba todos los días cuánto le quedaba por vivir y cuán afortunado había sido a pesar de todo lo que había sucedido, eso fue lo que le había ayudado a finalmente superar la mayoría de sus demonios.

Zee lo abrazaba todas las noches cuando los recuerdos de Saint se transformaban en imágenes que acechaban sus sueños. Besó sus lágrimas, mientras le aseguraba que estaba bien llorar. Saint había olvidado cuántas veces Zee había dejado todo para volver a casa durante uno de los ataques de pánico del menor.

Todo había conducido a un resultado final: esta noche. Incluso si hubiera querido, Saint no podía negar en lo más mínimo que estaba loca y perdidamente enamorado de su abogado. Se había enamorado del hombre incluso antes de llegar a conocerlo realmente. Una vez que vio la fuerza y ​​la amabilidad de Zee, pero también su vulnerabilidad y la hermosa persona detrás de ese atractivo exterior, Saint solo podía admitir que ya no tenia remedio y solo se sintió aún más atraído por él.

Sin embargo, Saint tuvo sus momentos en los que pensó que la fuerte permanencia de Zee a su lado tenía una simple causa, la culpa.

Zee se había asociado con Nat y lo habían fastidiado hasta que él accedió a tomarse un tiempo fuera de la escuela, ya que de todas maneras estaba en su ultimo año y postergar su graduación no implicaba mucho, y durante todo este tiempo el mayor había estado cuidando de él. Finalmente Saint había prolongado su estancia con Zee a pesar de sus sospechas y del hecho de que odiaba estar ocioso. Pero hoy, sin embargo, él ya solo quería saber donde estaban parados, y a partir de entonces, actuar en consecuencia. Si Zee lo rechazaba, a Saint solo le quedaría el dejarlo ir, sin importar lo doloroso que eso resultara ser.

El sonido estridente del teléfono fijo sacó a Saint de sus cavilaciones. Dejó caer su bloc de dibujo mientras bruscamente se puso de pie e hizo una carrera loca hacia el teléfono. "¿Aló?" exhaló mientras levantaba el auricular.