"Te amo"
Una expresión y un cúmulo de emociones que rodean un solo sentimiento.
Tres días habían pasado desde que sus oídos se llenaron de esa corta pero dulce frase. Aceptaba que estaba siendo un estúpido por ilusionarse con una declaración vacía. Ni siquiera era una declaración como tal, Hoseok solo había soltaba la frase por mera alegría. Alegría porque iba a comer y no por la presencia de Hyungwon.
Hyungwon formó un puchero lanzando el pañuelo hacia el sofá.
Su cabeza no le está ayudando para nada. Las conclusiones que sacaba eran cada vez menos prometedoras y él no quería eso. Aunque se engañara necesitaba creer que Hoseok sentía algo por él.
—Asco —susurró. Cubrió su rostro con una mano.
Tampoco quería que Hoseok sintiera asco pero, sinceramente, no había otra palabra que describiera mejor el sentir del mayor.
¿Era feo? No.
La señora Sung Kyung decía que era tan lindo como un atardecer y él le creía. Jooheon todo el tiempo bromeaba con estar enamorado de él y cegado por su belleza. En la secundaria le sobraban los pretendientes y Dong Sun se jactaba de tener un novio tan guapo.
Dong Sun.
Casi lo olvidaba.
—¿Pasa algo o por qué esas caras? —Dong ladeó la cabeza.
Hyungwon había olvidado completamente que su novio estaba de visita y quiso golpearse por pensar en otro hombre en lugar de prestarle atención al que tenía frente a él. Pero la culpa era de Hoseok por ser tan malditamente guapo y por tener esa luz que atraía a Hyungwon como un insecto.
El pelinegro negó sonriendo tímidamente.
—Estaba recordando que pasado mañana tengo que llevar a Haneul por su vacuna de seis meses —mintió rehuyendo a la mirada del botánico. —Me parte el corazón cuando la punzan con esas enormes agujas.
Dong Sun asintió.
—¿Ya tiene seis meses?
Hyungwon sonrió mirando hacia el portabebés. Haneul sacudía las llaves del carro favorito de Hoseok entre tanto soltaba risitas, divertida con el sonido que provocan las llaves al colisionar.
—Mañana cumplirá seis meses —dijo orgulloso. —Crece demasiado rápido.
—Yo sigo viéndola igual de pequeña.
Won lo miró en silencio.
—Claro.
Dong Sun abandonó su lugar para sentarse junto a Hyungwon. Sujetó la barbilla del menor y con pequeños besos comenzó a explorar el cuello delgado. Sus traviesas manos buscaban colarse dentro de la camisa holgada del menor pero éste lo detenida delicadamente recompensándolo con dulces sonrisas.
—¿Qué sucede? ¿Por qué no quieres que te bese? —Dong alejó sus manos y Hyungwon pudo arreglarse la ropa.
—Nada, es solo que me incomoda hacerlo delante de la bebé.
Dong miró a Haneul y podía jurar que la bebé le había sacado la lengua.
—Ella ni siquiera entiende lo que está pasando.
—Pero no quiero.
El mayor entrecerró los ojos. —Estás muy extraño.
—Fui muy sincero contigo cuando te dije que no habría muestras de afecto con ella presente.