Hyungwon estaba sentado en el sillón de la sala con las piernas estiradas y sobre su regazo Haneul bebiendo leche. Toda la atención de Hyungwon era robada por una vieja película en blanco y negro que si bien no gozaba de un buen equipo de producción era suficiente para mantener los ojos de Hyungwon fijados en la pantalla. Cada tanto Won desviaban la mirada para asegurarse que la bebé aún tuviera leche en su biberón y volvía hacia la película.
El celular estaba en la mesita y no dejaba de sonar logrando sacar de quicio a Hoseok que estaba sentado en el sillón individual a un costado de Hyungwon. El pediatra se mensajeaba con su mejor amigo acordando el lugar perfecto para disfrutar el sábado pero las constantes llamadas que recibía Hyungwon y que no respondía, lo fastidiaban.
—¡Hyungwon! Con un carajo ¡Responde el teléfono! —gritó golpeado la mesa con la punta de su pie.
Hyungwon y Haneul dieron un brinco asustados por el repentino grito y fue Hyungwon quién se disculpó con una inclinación de cabeza.
—Perdón —susurró cogiendo el teléfono. Respondió la llamada con una enorme sonrisa. —Hola...
La voz de Hyungwon salió como un débil susurro y en segundos sus mejillas se tornaron de un tierno color rojo. Miró a Haneul y sonrió asintiendo como niño pequeño. Hoseok se vio perdido en la bonita sonrisa de Hyungwon, sus mejillas redondas y sonrojadas. Los ojos cafés haciéndose un poco más pequeños ocultos detrás de las espesas y largas pestañas. La nariz respingona arrugada luciendo adorable y su flequillo esparcido por toda su frente.
No tenía verdadera atención a las palabras que salían de la perfecta boca de Hyungwon hasta que oyó un conjunto de ellas que no le agradó.
—.... También me muero por verte —dijo y soltó una risita para luego morder su labio inferior.
Hoseok frunció el ceño y apartó su teléfono lentamente de su línea de visión.
—¿A quién te mueres por ver? —la pregunta salió más como un reclamo del cual se arrepintió de hacer cuando Hyungwon lo miró serio.
—A nadie —murmuró alejando el celular momentáneamente.
—Aja. A nadie...
Hyungwon como de costumbre lo ignoro y siguió con la llamada deshaciéndose en risitas y sonrojos. Hoseok y Haneul miraban fijamente a Hyungwon esperando una explicación o bueno, el mayor si quería una.
—...yo —Won parecía dudar en sus respuestas y la curiosidad de Hoseok incrementaba. —Veré si puedo salir.... Si, yo te llamo —sonrió pegando más a su pecho a la bebé. —Adiós, Sunnie.
Sunnie.
Seis letras y su estómago se revolvió. Observó a Hyungwon colgar la llamada y besar repetidas veces la frente de Haneul.
—¿Qué demonios te pasa? —cruzó los brazos mordiendo el interior de su mejilla.
Hyungwon sacudió la cabeza apagando la televisión. —Nada.
Usando solo una mano recogió todas las cosas de Haneul, las echó en el cochecito y se marchó con la bebé susurrando una canción. Se detuvo antes de llegar a las escaleras y giró sobre sus pies.
—¿La señora Lee tardará en venir? —preguntó ladeando la cabeza.
Hoseok entrecerró los ojos y encogió sus anchos hombros. —No sé ¿Por qué me preguntas?
—Bien —bufó por lo bajo subiendo las escaleras.
—¡Te estoy hablando! —gritó exasperado.
Hyungwon asintió subiendo cada escalón con elegancia y orgullo.