Por la mañana, fue el movimiento a su alrededor, el sonido de platos ser pulcramente ordenados sobre la mesa de su balcón y el deliciso aroma del desayuno que la esperaban el que la despertó, sin embargo no abrió los ojos hasta oír la voz de su madre en la habitación.
-Ellarya, El rey quiere vernos junto con su consejo en La Cámara ahora.
-¿No es muy temprano?.-En cualquier otra ocasión simplemente se hubiera volteado para seguir durmiendo. Pero su cabello humedecido por el sudor de la noche, las flojas sabanas que la cubrían y la penetrante luz solar que entraba por las ventanas de la habitacion le recordaban que no se encontraba en un lugar seguro y que lo mejor sería prepararse e ir a enterarse de una vez lo que pasaría con ella.
Primeramente, las doncellas la ayudaron a bañarse y vestir un bello traje de algodón blanco escogido minuciosamente por su Naara, el cual resaltaba terriblemente tanto la oscuridad de su cabello como el tono violeta de sus ojos. Así al menos nadie se atrevería a dudar de su ascendencia Targaryen. O quizás si, pero prefería no pensar en aquello.
Por fin en cuanto estuvo lista, ambas salieron de la habitación para encontrarse con sus caballero siendo todos escoltados hasta la Cámara del Consejo dónde ya todos estaban reunidos esperándolos.
El lugar era bastante amplio, adornado hermosamente con oro y alfombras de apariencia tan fina que incluso le daba lastima apoyar sus pies en ella. Pero era necesario y no dudo al caminar hacia la mesa donde varios hombres estaban ya observandola, puesto que temía que si demostraba la más mínima duda aquellos fueran a devorarla viva.
La mirada de la princesa Rhaenyra, quien servía el vino a los presentes sin embargo si que logro intimidarla un poco por lo que intento ignorarla centrándose en la reina, quien aunque también la observaba curiosa, parecía ser la menos peligrosa del lugar. Simplemente le dedicó una sonrisa tímida antes de respirar y hacer al fin una amplia reverencia.
-Lady Naara Stark y Lady Ellarya Nieve.- Nieve... Odiaba aquel apellido. Su abuelo jamás había permitido que lo usarán para referirse a ella, siempre la había presentado como una Stark. Quien las presento había Sido nada más y nada menos que Otto Hightower, quien la observaba como si fuera el más terrible de los pecados. Y quizás si lo fuera, pero aquella mirada solo le había advertido que ese era claramente el tipo de hombre del que debía mantenerse alejada si quería sobrevivir allí.
-¿Lady Nieve? Es una extraña manera de presentar a una Bastarda del norte...
Los ojos de Ellarya se separaron del horizonte mas allá del rey para ver directamente a quien acababa de hablar. Aquellos aires de grandeza, su forma atrevida de hablar y principalmente su cabello plateado y ojos violetas fueron las características que lo delataron. Daemon Targaryen se había echo una reputación que llegaba incluso al Norte.
-Ciertamente, diganos entonces. ¿Que es lo que buscan aquí en Kings Landing?
La mirada de Ellarya regresó una vez mas a la mano del rey, teniendo que sujetar sus propias manos temblorosas detrás de si para ocultar su nerviosismo. Echó una rapida mirada hacia su madre buscando coraje y al final luego de tomar aire para hablar, lo soltó aliviada al ver que está misma se había adelantado.
-Me hubiera gustado suponer que habiais presentado mi caso ante el Consejo antes de solicitar mi presencia. Pero puedo ver en la reacción del Principe Daemon hacía mi hija que no es el caso.- Ellarya se adelantó tal como Naara se lo indico en ese momento, Buscando que toda la luz posible la alumbrara y dejara ver claramente cada uno de sus razgos, se acercó mas a la mesa del Consejo apartando su cabello hacía atrás.-Estoy aquí para reclamar lo que por derecho pertenece a mi hija.
-¿Y que es lo que te pertenece, pequeño cuervo?.-La voz de Daemon ahora lejos de sonar arrogante, tenía un toque de curiosidad. No se dirigía a Lady Stark, sino a Ellarya. Rhaenyra se habia acercado tambien dejando de lado su labor como copera.
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The Wolf who raised a Dragons
Fantasy"-Los Targaryen pertenecen al fuego... los Stark somos del Frío Norte, incluso podría decirse que del hielo mismo. Pero tú mi pequeña dragón, tú perteneces al trono de hierro-" Naara Stark. Los Targaryen eran de pura sangre Valyria, señores dragón d...