Capítulo 2

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ESPERO SU OPINIÓN, LAS LEO, PECADORAS.

ESPERO SU OPINIÓN, LAS LEO, PECADORAS

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CAN.

Por fin es tiempo de reincorporarme a la compañía luego de casi un año fuera, los negocios con los rusos duraron más de lo estimado, y es que las alianzas son importantes cuando las personas como nosotros conseguimos enemigos cada vez que respiramos, y ellos en definitiva estaban desesperados, es un favor que me gustará mucho cobrar en el momento más oportuno.

— Primero te presentaré a mi ángel, has hablado por teléfono con ella incontables veces — explicó mi padre subiendo ambos por el ascensor— Pero jamás la has visto y jamás te has topado con su temperamento — sonrió de lado— Esa chiquilla no le tiene miedo a la muerte, todo le es indiferente, absolutamente todo, menos su abuela, es lo que la metió en esto.

La comprendo, la familia es nuestro apoyo siempre, pero también nuestra mayor debilidad, son un arma de doble filo y en este tipo de mundo es mejor no tener, de esa manera no encontrarán puntos ciegos para atacarme y yo no tendría que preocuparme de nadie más que de mí.

— ¿Por qué ángel? Jamás me hablas de ella.

— Es mi ángel de la muerte, porta malas noticias siempre — dejando el ascensor atrás, caminando hacia el despacho de ella, uno que no merece una simple secretaria— Claro que para otros no para mí.

Me sorprendió ver el área de trabajo vacío, pero ella estaba por aquí, sus cosas estaban sobre la silla, abandonó el móvil sobre el escritorio ¿Dónde estará vagando? Las chiquillas como ella no comprenden el mundo laboral y las consecuencias de no cumplir sus roles perfectamente.

— ¿Dónde estará mi ángel? Esa ratita escurridiza lo hizo de nuevo.

Dijo mi padre, caminando fuera otra vez.

— ¿Qué hizo de nuevo? ¿Es recurrente que abandone su lugar de trabajo?

— Es recurrente que ella se use a sí misma para cubrir al resto del personal.

— ¿Cómo así?

Confundido.

— Nisa me agrada, siempre soluciona todo sin importarle el costo, ella siempre busca el beneficio para mí, debe estar en alguno de los pisos, dame un momento.

Habló con el personal y rápidamente lo guiaron hasta el piso de publicidad, dónde Ada palideció al instante en el que nos vio entrar al set, reuniendo al personal con rapidez.

— Señor Vural, señor Vural — nos saludó— ¿En qué puedo ayudarlos?

— Vine a presentarme — dije— Hubo bastantes nuevas contrataciones y es correcto que me presente como es debido.

Expliqué.

— Por supuesto señor.

— ¿Dónde está la señorita Yildiz?

Teatro de Sombras (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora