Capítulo 2

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- ¿Qué es eso de ir diciendo el nombre por allí? - Me preguntó mi padre al día siguiente.

- Ya veo que Jota no es el único sapo aquí. - Le dije mirando a Carlo, Carlo negó con la cabeza.

- Pues no, llorón. Yo ni he abierto la boca.

- ¿Cejas? - Le pregunté, no se atrevía a mirarme, suspiré yendo hacia el.

- Me preocupas Hache, ayer al ruso ese, ¿y si mañana se lo das a cualquier otro? - Me dijo y le forcé una sonrisa.

- No hace falta que te preocupes por mi, ¿vale? Preocupate por ti. Que a mi los sapos no es que me gusten mucho. - Le medio amenacé.

- ¿Lo estás amenazando? - Dijo Carlo viniendo hacia nosotros, le miré suspirando, paciencia Horacio, paciencia.

- Le estoy avisando.

- Lo que viene a ser amenazar, vamos. - Me rectificó.

- Gambino, me estás tocando muchísimo los huevos, a ver si vas a caer inconsciente de un culatazo. - Le dije entre dientes.

- Que miedo, crestitas. - Me desafió.

- Nenas. Ya. - Mi padre vino entre nosotros, sabía que si no alguno de los dos acabamos en enfermería.

- ¿Qué está pasando? - Preguntó Valentina.

- Aquí, el amigo Horacio que se le dan muy bien las amenazas. Ya sabes lo que dicen, perro ladrador, poco mordedor.

- Creo que ya sé porque te echaron de la mafia italiana eh.

- No me echaron, me fui-

- Si si. - Me medio reí yendo hacia la cocina yo solo, estando allí Jota, cuando me vio se sentó recto.

- Que no te voy a hacer nada. Madre mía. - Me quejé cogiendo una botella de agua. - Ni que te hubiera hecho algo jamás.

- Bu-Bueno.. ayer me apuntaste con una pistola.. - Dijo entre los nervios, asentí.

- Allí tienes razón, es que no me gustan mucho los topos.

- Puedo ser más que un solo topo.. - Susurró mirando hacia abajo, me quedé mirándolo. La verdad es que pena no me daba.

- Lo dudo mucho. - Dije yéndome de la cocina.

- Horacio. - Me llamó mi padre, suspiré yendo hacia el.

- Le di mi nombre a Viktor, si lo sabe todo ya de mi. - Le dije desinteresadamente.

- A lo mejor deberíamos de eliminar el riesgo...- Pensó en alto.

- Viktor no va a ser problema, créeme. - Le dije bebiendo de la botella de agua después.

- ¿Porque parece que lo estés protegiendo?

- Nos estoy protegiendo a nosotros, si lo matas.. matamos, Ana va a venir a por nosotros y aún no es el momento. - Le dije, me estudió la cara.

- Pero tu quieres que venga a por nosotros, quieres saber de Gustabo.

- Puedo hacerme la idea de donde está mi hermano, papá. - Murmuré sentandome en la mesa con todos menos Jota.

- ¿Y si ha muerto? ¿Quién crees que lo ha matado? - Dijo haciendo que me quedara callado. - Exacto. El FBI. Tu Viktor. - Se burló.

- Lo dudo muchísimo, no me cuadra. Hubiera encontrado el cuerpo ya.

- ¿Y va a desaparecer por arte de magia? Horacio no seas ingenuo.

- ¡Qué ya lo sé! - Le alcé la voz, no me dijo nada. Solamente me miró, me miró la cara y después las manos en la mesa. Cuando se hablaba de mi hermano, me ponía enfermo.

El otro lado. (Volkacio AU).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora